¿Qué sucedería concretamente en caso de una ruptura consumada entre Roma y la Iglesia en Alemania? Algunos escenarios prevén consecuencias "paradójicas".
Fuente: cath.ch
Por Raphaël Zbinden
13/02/2023
"Sentimos que Roma está enojada, se opuso [al concilio sinodal alemán] incluso antes de una decisión al rspecto. Pero nuestros obispos rechazaron enérgicamente la idea de una moratoria", recordó Beate Gilles, secretaria general de la conferencia episcopal alemana, en una entrevista reciente.
La reunión sinodal europea en Praga, que terminó el 12 de febrero de 2023, pareció confirmar la intención de la Iglesia de Alemania de avanzar con sus propios proyectos de reforma. Un enfoque que no agrada a Roma, dado lo que implica, en primer lugar, en lo referente a la educación católica, tanto en relación en con la acogida de los homosexuales, como con el lugar de las mujeres y los laicos. Uno de los principales obstáculos es el deseo alemán de crear un "consejo sinodal". El proyecto, presentado en octubre, tiene como objetivo involucrar activamente a los laicos en el gobierno de la iglesia tanto a nivel nacional como local.
El 23 de enero de 2023, tres de los colaboradores más importantes del Papa Francisco, los cardenales Pietro Parolin, Luis Francisco Ladaria Ferrer y Marc Ouellet, respectivamente Secretario de Estado, Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y Prefecto del Dicasterio para los Obispos (que renunció el 30 de enero) se opusieron a la creación de dicho "Consejo". Una señal de que el Vaticano no tiene la intención de "aflojar la brida" a los alemanes.
No es un "cataclismo" numérico
A pesar de las palabras tranquilizadoras de ambos lados, una ruptura no es una suposición gratuita. Pero, ¿qué pasaría si ocurriera el "cisma"? Una pregunta que el vaticanista John Allen intentó responder, en un artículo publicado a principios de febrero en el sitio estadounidense Crux.
El periodista comienza señalando que "desde un punto de vista estrictamente estratégico", una separación no importaría mucho en términos de "capital humano". En teoría, Alemania tiene 22 millones de católicos, de los cuales sólo 3,1 millones se cree que participan activamente en la vida de la iglesia. Para una Iglesia con 1.300 millones de seguidores en todo el mundo, el cisma no sería numéricamente significativo.
Alemania tampoco hace una contribución significativa en términos de personal, señala John Allen. Actualmente solo hay 48 candidatos al sacerdocio en las 27 diócesis del país. India, que tiene aproximadamente la misma población católica, produce aproximadamente diez veces ese número de nuevos sacerdotes cada año.
Financieramente doloroso
Pero hay otros aspectos que serían más dolorosos para Roma. La pérdida de Alemania, o parte de ella, sería un verdadero golpe para las finanzas del Vaticano. El periodista comercial Carsten Frerk estima que la riqueza total de las diócesis del país es de alrededor de $ 460 mil millones, incluidos $ 150 mil millones en capital y el resto en bienes raíces y otros activos. La Iglesia alemana se beneficia de un sistema fiscal bastante favorable, en el que un pequeño porcentaje de los pagos del impuesto sobre la renta se dirigen a la iglesia a la que pertenece el contribuyente.
El país está codo con codo con Estados Unidos ocupando el lugar de mayor contribuyente a las arcas del Vaticano, que representa aproximadamente una cuarta parte de sus ingresos, informa John Allen. Por lo tanto, una retirada de Alemania podría crear un déficit anual de unos 90 millones de dólares.
¿Girar a la derecha?
El periodista también analiza el impacto "político" de un posible cisma. En este sentido, cree que "el efecto más probable sería empujar el catolicismo hacia la derecha", habida cuenta que el centro de gravedad de la Iglesia alemana está claramente hacia la "izquierda". Las voces conservadoras que han advertido sobre tal posibilidad en Alemania, incluidas algunas figuras del episcopado estadounidense, se sentirían justificadas.
Además, los líderes de la Iglesia se verían obligados a encontrar otros donantes para compensar las consecuencias financieras. "Dado que las fuentes de financiación más fáciles de encontrar en el mundo católico están más bien del lado de la derecha, es razonable pensar que un Vaticano que vive de pasar la cesta podría volverse más dependiente de personalidades e instituciones conservadoras", cree el vaticanista estadounidense.
¿Quién se beneficiaría del cisma?
Recientemente, un grupo de católicos alemanes conservadores conocido como Neuer Anfang (Nuevo Comienzo), que se opone al camino sinodal, pidió un cisma formal, viéndolo como "la solución más directa" para "aclarar la situación particular de la Iglesia alemana". Esto significaría "un rechazo del modelo de la Iglesia Popular, y un fortalecimiento del perfil eclesiástico en ambas partes, facilitando la percepción de las dos opciones entre las que decidir", dijeron. Neuer Anfang parece asumir que lo que quedaría del catolicismo alemán después de tal terremoto serían principalmente sus elementos más conservadores.
Esto "sugiere una dinámica contraria a la intuición según la cual a los progresistas en el mundo católico les interesaría frenar el impulso de la reforma alemana, mientras que los conservadores podrían alentar una pérdida de control", dijo Allen.
(cath.ch/crux/arch/rz)
Soy Javier Elzo elzoimaz@gmail.com
ResponderEliminarMe viene a la cabeza la distinción, hoy en desuso, entre la ortodoxia y la ortopraxis. La primera es conservadora. La segunda mucho más abierta. La primera prioriza la fe. La segunda la caridad. En Corintios XIII , la respuesta.