domingo, 3 de julio de 2022

Las razones por las que el Vaticano vendió a pérdida un edificio en Londres

La Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica comunicó la conclusión de la operación por un monto total de €214 millones.

Fuente:   Ámbito

01/07/2022


Edificio del número 60 de Sloane Avenue en Londres, Inglaterra. Pinterest

El Vaticano reveló que vendió en €214 millones el edificio de Londres, Inglaterra, por el que la Justicia de la Santa Sede juzga al cardenal Angelo Becciu y a otras nueve personas por supuestas irregularidades financieras que derivaron en pérdidas de más de €150 millones para las arcas vaticanas.

"En los últimos días, la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica ha completado la venta a Bain Capital del edificio del número 60 de Sloane Avenue en Londres, con una recaudación total de £186 millones. La Secretaría para la Economía ha seguido todo el procedimiento en sus distintas fases", anunció este viernes un comunicado oficial de la Santa Sede.

En septiembre de 2021, según Vatican News, APSA recibió una primera ronda de 16 ofertas, sujetas a due diligence (diligencia debida) en los meses siguientes, seguida de una segunda ronda de 3 ofertas. La transacción se concretó en los últimos meses con la elección del comprador y, finalmente, la escritura de compraventa.

Para garantizar la transparencia y la independencia del proceso de valoración, la Santa Sede solicitó la ayuda del agente inmobiliario Savills, seleccionado al final de un procedimiento de licitación lanzado en enero de 2021, bajo la supervisión de asesores inmobiliarios.

Las pérdidas sufridas con respecto a la cantidad gastada en la compra del edificio se transfirieron a la reserva de la Secretaría de Estado, sin que afectara al Óbolo de San Pedro y con él a los donativos de los fieles.

En esa misma línea, el "ministro" de Economía vaticano, Juan Antonio Guerrero Alves, aseguró que "las irregularidades de la operación inmobiliaria no solo dejaron un hueco en las cuentas vaticanas de entre €73 y €166 millones, sino que además provocaron una investigación que llevó a juicio por primera vez en la historia a un cardenal".

Por ese proceso, el purpurado Angelo Becciu es juzgado desde julio de 2021 junto a otras nueve personas, entre ellos, algunos financieros implicados en la compraventa y que se hicieron con comisiones millonarias.

Al elevar la investigación a juicio, dentro de las 73 páginas dedicadas a analizar la labor del purpurado, la fiscalía vaticana consideró que "también surgieron elementos contra el cardenal Giovanni Angelo Becciu, contra quien procedemos, como exige la ley, por los delitos de malversación y abuso de funciones también en concurso, así como soborno".

El 17 de marzo, Becciu fue interrogado por primera vez, en un hecho inédito para la justicia vaticana, cuando fue preguntado exclusivamente sobre una línea de la investigación, que busca esclarecer si los fondos del Instituto para las Obras de Religión (IOR), el banco vaticano, y de la Conferencia Episcopal italiana acabaron en manos de entidades y personas relacionadas con el cardenal enjuiciado.

Según el acta de envío a juicio, la investigación mostró "una red de relaciones con los operadores del mercado financiero que generó pérdidas sustanciales para las finanzas del Vaticano, habiendo recurrido también a recursos destinados a las obras de caridad personal del Santo Padre", dentro de un mega-esquema de fraudes.

 

 

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