LA DIÓCESIS SE TOMA SU TIEMPO PARA DECIDIR CÓMO IMPLEMENTAR EL CAMINO SINODAL
Fuente: katholisch
Por Joachim Heinz
KNA
02/07/2022
BONN - ¿Pueden los laicos participar en la elección de un obispo? De hecho, se supone que deben hacerlo. Esto es lo que quiere la Asamblea General del Camino Sinodal. Sin embargo, hay problemas con su implementación.
Los observadores hablaron de un momento histórico en febrero pasado. La Asamblea General del Camino Sinodal en Alemania había aprobado por primera vez una resolución de reforma concreta. En el futuro, los laicos deben participar en cada elección de un nuevo obispo. Casi medio año después, la desilusión se extiende. Según una encuesta de la Agencia Católica de Noticias (KNA), de las 27 diócesis alemanas, solo Paderborn ha presentado hasta ahora una propuesta para implementar la decisión.
Se pueden apreciar tres tendencias a partir de las respuestas recibidas: excepto Magdeburg, todas las diócesis participan en la elección. Hay diócesis que dicen que, en el pasado, laicos individuales también han estado involucrados en el proceso de designación de un nuevo obispo. Y finalmente, hay bastantes diócesis que plantean cuestiones legales en contra de la implementación de esta resolución sinodal.
En Alemania, la elección de un obispo está regulada por el derecho canónico y los tratados entre la Santa Sede y Baviera, Baden y Prusia. Estos concordatos se firmaron hace unos 100 años. En consecuencia, los cabildos catedralicios y los obispos elaboran listas de candidatos para la Sede Apostólica. Según el Concordato de Baviera, el Papa elige libremente un obispo de estas listas. Según el Concordato de Baden y Prusia, el Papa elabora una lista de tres, de los cuales, el cabildo de la catedral elige a uno obispo, en una votación libre y secreta. Todo el proceso está sujeto al "secreto pontificio", lo que significa que no se permite que se filtre nada sobre el proceso electoral.
El camino sinodal ahora quiere romper este procedimiento. El documento de tres páginas titulado "Participación de los fieles en el nombramiento del obispo diocesano" establece que se erigirá un consejo sinodal en cada diócesis formado por tantos miembros como los del cabildo catedralicio respectivo. Este grupo se erige para apoyar al cabildo catedralicio “en el ejercicio de sus derechos en el proceso de nombramiento de un obispo”. Un "reglamento modelo" tendría que ayudar a establecer esta forma de participación, basado en un compromiso voluntario por parte del cabildo catedralicio.
Una de las primeras resoluciones del camino sinodal es la mayor participación de los laicos en la elección de los obispos.
Un primer problema: el consejo sinodal, en el sentido del camino sinodal, no existe en ninguna parte. Y según la Conferencia Episcopal, está completamente abierto quién se encargará de imaginar un nuevo modelo y para cuándo, “ya que todavía estamos en pleno proceso del camino sinodal”. El cabildo catedralicio de la archidiócesis de Paderborn, que consta de 14 miembros, ha seguido su propio camino y quiere involucrar a un grupo de 14 laicos en la elaboración de la lista de candidatos. Nueve miembros han de proceder de las parroquias y ser designados por sorteo; tres, serán nombrados por el Consejo Pastoral Diocesano y uno, por la Conferencia Diocesana de Escuelas Católicas y otro, por la Asociación Caritas.
Canonistas como Norbert Lüdecke consideran que la iniciativa se queda a medio camino. La participación de los laicos es "una concesión revocable" y tiene poco que ver con lo que es una cogestión real. De acuerdo con las reglas, en este modelo, los laicos no pueden proponer un candidato diferente al del cabildo catedralicio. Porque tanto la mayoría de las 28 personas intervinientes, como la mayoría del cabildo catedralicio, deben estar de acuerdo con esta lista. Aparte de eso, el Papa no está obligado, de ninguna manera, por esta lista. Solo tiene que "tenerla en cuenta", enfatiza Lüdecke. “La cantera de la que el Papa elige es mucho más grande que la lista facilitada por el cabildo catedralicio”.
El "secreto pontificio" debería ampliarse
La conclusión provisional del abogado canónico es clara: "Aquí podemos encontrarnos con señales de un síndrome de ser engañados por el camino sinodal. Los clérigos conceden, sin estar autorizados para ello, la capacidad a los laicos para que se involucren en la provisión de nombres en unas listas que nadie está obligado a atender. Se transmite un sentimiento de importancia allí donde la trivialidad o la nadería es más que evidente. Convendría que los laicos consideraran que está por debajo de su dignidad bautismal participar en tal cosa".
¿Cómo tienen
que ser las elecciones de obispos? De acuerdo con la decisión del camino
sinodal, el comité de laicos debe facilitar a los cabildos catedralicios, a los
que se aplica el Concordato de Baden o Prusia, una recomendación de elección ante
la lista de tres elaborada y presentada por el Papa. Esto presupone que
los laicos han de conocer dicha lista. Sin embargo, esto es algo que se
opone al "secreto pontificio", al que está sometido el cabildo y al que
estaría igualmente obligado el grupo de laicos. Para sustituir al cabildo
catedralicio como órgano electoral, habría que cambiar los concordatos, es
decir, serían necesarias negociaciones diplomáticas entre la Santa Sede y los
estados federales, en cuanto estados sucesores de Prusia y Baden. Y
requeriría un cambio de criterio por parte del Vaticano.
El canonista Lüdecke considera que ambos movimientos son muy poco probables. Y lo dice teniendo en cuenta las gestiones que, muy similares para reformar la elección de obispos, se hicieron en la década de 1990 en Austria. En ese momento, Roma declaró que esto era ilegal. No hay evidencia alguna de un cambio en esta actitud. "La Santa Sede no quiere saber nada de votos grupales, y ciertamente, nada, de votos emitidos por comités de laicos". Queda enteramente a discreción del Nuncio Apostólico interrogar a los laicos, en estricto secreto, sobre candidatos individuales.
La Diócesis de Eichstätt formula el meollo del problema. El cabildo de la catedral sigue sintiéndose obligado "por las exigencias del derecho general y del Concordato de Baviera". "Estas normas no prevén que sacerdotes que no pertenezcan al cabildo catedralicio o laicos tengan voz en la elaboración de las listas". Un cambio sólo puede hacerse por iniciativa de la nunciatura.
Sin embargo, es muy posible que la situación se caliente después de las vacaciones de verano a más tardar. El Camino sinodal celebrará su nuevo Pleno en el próximo septiembre. La presión es grande ante las expectativas. El profesor de Paderborn, Rüdiger Althaus, sigue trabajando entre bastidores. Su especialidad: "el asesoramiento integral canónico en lo referente a personas jurídicas eclesiásticas".
En la archidiócesis de Paderborn, es probable que pronto se tomen los respectivos juramentos, porque el arzobispo Hans-Josef Becker le ha presentado al papa Francisco su renuncia por motivos de edad. Presumiblemente, va a ser la primera elección que se produzca después de la decisión de reforma tomada por el Camino sinodal.
Joachim Heinz (KNA)
Super interesante. Éste es el tema esencial, la elección de obispos.
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