domingo, 13 de marzo de 2022

EN BASAURI BUSCANDO UNA NUEVA REALIDAD ECLESIAL

Eduardo Escobés

Berpiztu – Kristau Taldea


El 8-M, día internacional de las mujeres en las que millones de personas en todo el mundo se manifiestan para conmemorar la lucha que libran las mujeres desde hace años por la igualdad de derechos, es una oportunidad para dialogar sobre cómo esa igualdad también se hace presente en nuestra Iglesia.

Por eso, buscando una nueva realidad eclesial en la que mujeres y laicado puedan tener una participación en espacios de gobierno y decisión, el pasado día 10 se desarrolló un encuentro de reflexión de la feligresía de Basauri en el centro Iturbegi de Cáritas.

Para ello se invitó a Berpiztu kristau taldea, que en los últimos meses ha estado reflexionando y difundiendo experiencias eclesiales creativas que demuestran que es posible renovar el funcionamiento eclesial. Berpiztu, además, viene haciendo un llamado para que nuestra Iglesia diocesana de pasos de cambio e innovación y no se quede anclada en funcionamientos rígidos, desfasados, más basados en la aplicación literal de un obsoleto código de derecho canónico que en la búsqueda y discernimiento al que el Papa nos llama y que es fiel al espíritu y la letra del Vaticano II.

En ese encuentro, Aratxu, Eduardo y Javi, miembros de Berpiztu, compartieron sus análisis y experiencias en la búsqueda del cambio eclesial.

Mientras Javi compartió de dónde viene la iniciativa de Berpiztu, Eduardo puso en común las experiencias que hay en otras zonas de Europa (Francia y Suiza) en la que han usado la creatividad y la búsqueda abierta a la hora de hacer una Iglesia participativa, en la que mujeres y laicado asumen responsabilidades de gobierno eclesiales reales. Lo hizo desde el llamado a impulsar el protagonismo de todas las personas bautizadas en el diseño del futuro de nuestra Iglesia diocesana y promoviendo la sinodalidad real y práctica, no retórica, como forma de abordar la situación actual y de hacer creíble la renovación eclesial.

Finalmente Aratxu puso voz al testimonio de vida de una mujer que, como tantas otras en nuestra Iglesia, tiene deseo y capacidad para ser parte de los espacios de decisión y gobierno de nuestra diócesis desde su condición de bautizada, fiel a la llamada de Jesús de Nazaret y a sus opciones, aunque el derecho canónico, ya obsoleto, se lo impide.

El encuentro finalizó con un espacio de diálogo entre las personas asistentes sobre la necesidad de reconocer en términos de igualdad práctica a mujeres y hombres. Como dice el movimiento de Revuelta de mujeres en la Iglesia, hay que seguir caminando “hasta que la igualdad se haga costumbre”, ya que es necesaria en esta Iglesia la voz y el voto de las mujeres.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Identifícate con tu e-mail para poder moderar los comentarios.
Eskerrik asko.