Fuente: Huffingtonpost
22/06/2021
No hay despecho alguno de la curia a Francisco. Pero el Vaticano sólo pide cambios
El propio Papa aprobó la Nota verbal entregada el 17 de junio por monseñor Paul Richard Gallagher, "Ministro de Relaciones Exteriores del Vaticano", a la Embajada de Italia ante la Santa Sede.
La Oficina de Prensa de la Santa Sede confirmó por la mañana que el documento sobre el proyecto de ley Zan, anticipado por Corriere della Sera hoy en los quioscos, en realidad había sido entregado el 17 de junio. Agregando que la Nota había sido enviada "informalmente". Enfatizó que se trata de un gesto no disruptivo. Aunque en la práctica diplomática es bien sabido que el instrumento de nota verbal es una comunicación informal, que ni siquiera está firmada en su totalidad, sino simplemente firmada por un diplomático, en este caso Gallagher.
Un punto enfatizado por el profesor Mirabelli en la entrevista con Huffpost, a la que añadió una anotación: "No es posible imaginar que tal paso se haya producido sin el consentimiento explícito del Papa Francisco. Es como si se imaginara a un embajador actuando en contra de las directrices de su Gobierno. Impensable".
Una aclaración (confirmada por fuentes internas del Vaticano a Huffpost) que desmiente otra divulgada en el sentido de que la intervención pudiera haber sido un "despecho" de la Curia contra Francisco.
"Ciertamente hay preocupación, de la Santa Sede y de cada uno de nosotros" sobre el ddl Zan, subrayó el cardenal Kevin Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, durante la rueda de prensa en la que presentó el mensaje del Papa para la primera Jornada Mundial de abuelos y ancianos. "No he leído los detalles de la ley -agregó- y por lo tanto no tengo conocimiento para responder. Pregúntenle a la Secretaría de Estado".
El Osservatore Romano, el organismo oficial del Vaticano publicado en línea a las 3 de la tarde, comentó que el Vaticano con la Nota Verbal al Gobierno italiano pide una "modulación diferente del proyecto de ley sobre la homofobia", ddl Zan".
Algunos contenidos actuales de la propuesta legislativa del proyecto de ley contra la homotransfobia, ante el Senado –informa el periódico d'Oltretevere— 'reducen la libertad garantizada a la Iglesia Católica' en términos de organización, ejercicio público del culto, ejercicio del magisterio y ministerio episcopal, o los referidos a la libertad sancionados por el artículo 2, en los párrafos 1 y 3 del acuerdo revisado del Concordato de 1984". En el documento —señala el periódico— se señala que el DDL Zan corre el riesgo de interferir, entre otras cosas, en el derecho de los católicos y sus asociaciones y organizaciones a la "plena libertad de reunión y manifestación del pensamiento con la palabra, la letra y cualquier otro medio de difusión", como se establece en el párrafo 2".
El Papa es Papa precisamente porque es el obispo de Roma y, por lo tanto, es el primado de Italia, por ello, más allá del Concordato, no se puede considerar legalmente su intervención como una interferencia en lo que sucede en nuestro país.
También porque todos los intentos realizados en los últimos meses por la Conferencia Episcopal Italiana no han tenido éxito. Pero no se busca que el Vaticano hunda el DDL Zan, sino pedir cambios en aspectos polémicos, sobre todo de carácter penal. Entre las valoraciones realizadas por las jerarquías eclesiásticas, también puede haber una reflexión sobre lo que está sucediendo en otros países occidentales, donde ya hay leyes similares a las previstas por el DDL Zan. Un vídeo de un pastor callejero evangélico, John Sherwood, detenido por la policía durante unas horas en Londres el pasado mes de abril después de que algunos transeúntes lo denunciaran como "homofobo", acusándolo por sus palabras en defensa de la familia "tradicional" entre un hombre y una mujer, son imágenes que habrían inquietado grandemente al cardenal Gualtiero Bassetti, presidente de la CEI.
Ciertamente, en algunos círculos, la Nota se ha interpretado como una revancha anti-italiana por parte del Estado soberano del Vaticano, especialmente ahora que se han cursado las acusaciones contra malversación de fondos por parte del Vaticano, a las que las comisiones rogatorias llevadas a cabo en Italia también han prestado una ayuda importante y después de que muchos italianos hayan sido incorporados en las estructuras judiciales y financieras de la Santa Sede.
Pero básicamente con la entrega de la Nota, Francisco y el Vaticano querían demostrar que la diplomacia no es algo aristocrático del pasado, o una oportunidad para reuniones sociales y de convivencia, sino una herramienta viva, para el Papa (que ha criticado repetidamente la teoría del género, muy diferente de la educación en el respeto hacia todas las personas, independientemente de su orientación sexual) y la Santa Sede, con el fin de realizar su misión religiosa, cultural y más generalmente antropológica. Un movimiento que, además de amortiguar el intervencionismo pasado del cardenal Camillo Ruini, deja sin coartadas a la "derecha" tanto política como eclesiástica; a menudo en oposición al papa Bergoglio.
Esto es algo que pronto también se verá en relación con otros países y con otros problemas.
Por pura coincidencia, la publicación de la Nota tuvo lugar el día en que la Iglesia celebra la fiesta litúrgica de Santo Tomás Moro, el político y legislador inglés que fue ejecutado porque prefería la obediencia a Dios antes que a Enrique VIII (de quien también había sido un leal servidor).
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