Incómodo encuentro en el Vaticano: el Papa recibe al obispo de Astana, quien le acusó de provocar la pandemia por “ofender a Dios”

Francisco ha recibido al alemán Athanasius Schneider, auxiliar de la diócesis kazaja, uno de sus principales detractores

Fuente:   Vida Nueva Digital

Por    Elena Magariños

21/01/2025

 

Este lunes, el papa Francisco recibía en el Vaticano al obispo auxiliar de Astana, el alemán Athanasius Schneider, uno de sus principales detractores dentro del Episcopado… y conocido en todo el mundo por obligar a los católicos de Kazajistán a tomar la comunión de rodillas y directamente en la boca.

Si bien el contenido de la reunión no ha trascendido, es innegable que ha debido ser un encuentro incómodo para el Papa, pues Schneider no ha cesado, en los últimos años, de elevar su voz contra su pontificado.

Tanto es así que, durante la pandemia del Covid-19, el prelado señaló que esta “sin duda” era una “intervención divina para castigar y purificar al mundo pecador y también a la Iglesia”. De esta manera, Schneider aseguraba en 2020 que la presencia de la Pachamama en el Vaticano durante el Sínodo de la Amazonía fue una “abominación” que se llevó a cabo “con la aprobación del Papa”, con el consiguiente “gran pecado de infidelidad al Primero de los Diez Mandamientos”.

De hecho, Schneider consideraba que “estos actos de idolatría fueron la culminación de una serie de actos de infidelidad a la salvaguarda del depósito divino de la fe por parte de muchos miembros de alto rango de la jerarquía de la Iglesia en las últimas décadas”.

 

Otras críticas al Papa

Tampoco le gustó al obispo alemán la firma del Documento por la Fraternidad Humana. “La verdadera fraternidad universal solo se puede producir en Cristo, es decir, entre las personas bautizadas”, dijo, ya que, a su parecer, “fuera de la fe cristiana, ninguna otra religión puede transmitir la verdadera vida eterna”.

Más recientemente, además de defender el rito tridentino, Schneider lamentaba la publicación del documento Fiducia Supplicans, llegando, incluso, a pedir a los católicos que rezasen por el papa Francisco para que este “se arrepienta” de haberlo aprobado.

“Esta posición lleva el mensaje al mundo de que la Iglesia católica acepta a las parejas del mismo sexo en algún sentido. Este documento y la práctica de las llamadas bendiciones espontáneas o episcopales, que ya se practican en muchos lugares del mundo, hacen que la Iglesia católica se convierta en la práctica en una especie de propagandista de la ideología universal de género, anticristiana y antihumana”, lamentaba Schneider.

Por todo ello, llamaba a la desobediencia: “Debemos ser fieles a nuestra fe católica y, por supuesto, orar por el Papa para que Dios lo ilumine y revoque y retire rápidamente este documento; es nuestro deber como buenos católicos. Será un signo de verdadero amor hacia el Papa y la Santa Sede”.

“Ha sucedido muchas veces en la historia de la Iglesia, tal vez no frecuentemente, pero Dios intervino y nos dio nuevamente un Papa fuerte, bueno y santo, así que definitivamente volverá a suceder”, dijo en una carta. “No se desanimen”.