sábado, 13 de enero de 2024

“Transformar el poder y la Iglesia. Propuestas del Camino Sinodal Alemán”

El profesor Juan Antonio Estrada hablará, en su intervención, de la nueva concepción teológica de la autoridad que se está abriendo camino en la Iglesia, así como de esta última y otras decisiones vinculadas al poder y a su reparto en la Iglesia católica.

Fuente:   Berpiztu Kristau Taldea

09/01/2024

 


Juan Antonio Estrada, profesor emérito de la Universidad de Granada, hablará online el 1 de febrero de 2024, de 19 a 20.30 horas, sobre cómo es posible “Transformar el poder y la Iglesia. Propuestas del Camino Sinodal Alemán”. Quienes lo deseen, pueden seguir la sesión en pantalla grande en la Comunidad de Ibarrekolanda, Calle Benidorm 4 (Bilbao, Metro: salida Sarriko).

El pasado 16 de marzo de 2023, Marciano Vidal presentó “La moral sexual en el Camino Sinodal Alemán”. El colectivo Berpiztu Kristau Taldea, consciente de que “otra Iglesia es posible”, continúa presentando algunas de las propuestas y decisiones que están abriendo las puertas a otro modo de ser Iglesia con futuro, en la esperanza de que, no tardando mucho, podamos ver algunas de ellas también abiertas entre nosotros.

En esta ocasión, nos parece oportuno dar a conocer otro de los temas de fondo tratados en el Camino Sinodal Alemán y que entendemos de una gran importancia y calado: es el dedicado al “poder y separación de poderes en la Iglesia”. La iglesia alemana ha apostado, clara y decididamente, por la participación de todo el pueblo de Dios tanto en el gobierno y organización de la Iglesia como en la fijación de magisterio y determinación de qué puntos de la misión eclesial son los principales en cada momento de la historia.

A la revisión teológica del poder, de su separación y reparto, han sucedido algunas decisiones que no han dejado indiferente a casi nadie, al menos en el seno de la Iglesia católica: la participación del pueblo de Dios en la elección de los obispos; la presencia activa del laicado en las celebraciones sacramentales, particularmente, impartiendo el bautismo y predicando; la fijación de los derechos fundamentales de los fieles en la Iglesia y, sobre todo, la creación del Comité Sinodal permanente que, integrado por representantes de todo el pueblo de Dios, va a ser, como lo ha sido el Camino Sinodal Alemán, codecisivo.

La puesta en marcha de tal Comité Sinodal es un ensayo experimental del organismo definitivo que va a ser el llamado Consejo Sinodal para “deliberar y decidir conjuntamente”. Y dicho Consejo Sinodal empieza a estar acompañado de otros, igualmente codecisivos, en los restantes ámbitos eclesiales, tanto diocesanos como parroquiales.

La respuesta del Vaticano al acuerdo de poner en funcionamiento un Consejo Sinodal ha sido rápida, tajante y negativa: tales organismos cuestionan la autoridad episcopal y, por extensión, el poder del ministerio ordenado.

Las réplicas -laicales y episcopales- tampoco se han hecho esperar y no han sido menos claras o tajantes: no se cuestiona la autoridad ni el poder, sino la forma -absolutista, monárquica y medieval- de entenderlo y ejercerlo, en favor de otra sinodal, corresponsable y codecisiva. Por esa razón, la gran mayoría de los obispos alemanes -incluido el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, el obispo de Limburgo, Georg Bätzing- han declarado no compartir el parecer de la curia vaticana: son -y siguen siendo- partidarios de esta clase de órganos conjuntos entre laicos y obispos en la toma de decisiones.

 

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