lunes, 15 de enero de 2024

Comunicado del Foro de Curas al Pueblo de Dios en Bizkaia

El Foro de curas de Bizkaia —una vez sobreseída en la Audiencia Nacional la causa contra D. Mikel Azpeitia— ha buscado, en diálogo con D. Joseba Segura, que tanto él como el Consejo Episcopal, pidieran perdón públicamente a este presbítero diocesano secular y que le repusieran —de manera formal, expresa y pública— en la tarea pastoral por él desempeñada hasta la desgraciada decisión adoptada por ellos. Entendíamos —y seguimos entendiendo— que es la única manera de restituirle la fama y el honor.


 

Hoy, 18 de diciembre de 2023, hemos tenido conocimiento —por carta de D. Joseba dirigida a este Foro— que es su intención trasladar este asunto a “la próxima sesión del Consejo de presbiterio” para que se evalúe allí “la petición concreta” que formula el Foro de Curas de Bizkaia.


Ante esta carta, hemos decidido dar por cerrado el diálogo hasta ahora mantenido sobre este asunto con el obispo de Bilbao. Lo hacemos, una vez comprobada su nula voluntad en reconocer que la decisión tomada en su día contra Mikel Azpeitia fue injusta y no fundada en la verdad, sino, a nuestro juicio, en la presión de un sector del clero, de la sociedad y de algunos medios de comunicación social; y vista, igualmente, su nula voluntad en propiciar una reparación justa y verdadera. No es de recibo pretender implicar o buscar el apoyo de quienes no han sido partícipes en la toma de tal decisión.

E igualmente hemos acordado dar a conocer al Pueblo de Dios en Bizkaia las dos últimas cartas cruzadas entre el Foro de Curas de Bizkaia y D. Joseba Segura que transcribimos a continuación.

Bizkaia 18 de diciembre de 2023

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Carta del Foro de Curas de Bizkaia a Mons. Joseba Segura y a su Consejo Episcopal

Estimados Don Joseba Segura y miembros del Consejo Episcopal:

El pasado 25 de noviembre de 2022 les enviábamos —y dábamos a conocer al pueblo de Dios en Bizkaia— un Comunicado titulado “ante el sobreseimiento de la causa contra Mikel Azpeitia”. En dicho Comunicado, les enumerábamos —entre otros puntos— las precipitadas decisiones tomadas por Mons. Mario Iceta y por Mons. Joseba Segura, como su obispo auxiliar, así como por el Consejo Episcopal, retirando a Mikel Azpeitia “los oficios eclesiásticos” sin haberse informado debidamente sobre las acusaciones vertidas contra él. Y les recordábamos el auto del 17 de noviembre de 2022 por el que la Audiencia Nacional el 8 de noviembre del mismo año sentenciaba que las declaraciones de Mikel Azpeitia no implicaban, “ni directa ni indirectamente, un mensaje inequívoco a la violencia ni una aprobación de su uso”, “ni tan siquiera indiciariamente”, quedando, por ello, sobreseídas las actuaciones contra él.

En un apartado posterior, les indicábamos —también, entre otros puntos— que tanto Mons. Mario Iceta como Mons. Joseba Segura y el Consejo Episcopal de aquel tiempo tenían que “pedir perdón públicamente a Mikel Azpeitia por no haber hablado con él, antes de emitir el primer comunicado; por no haber visionado todo el reportaje; por haberle suspendido de los “oficios eclesiásticos” y por haberse sometido, como sostuvo el Foro de Curas de Bizkaia en su día, “más al dictado de la presión mediática que a una información ajustada de los hechos y a la escucha de la persona”.

Posteriormente, tal Comunicado fue comentado por miembros de la Comisión Permanente del Foro de Curas de Bizkaia con Mons. Joseba Segura, concluyéndose de dicho encuentro que el actual titular de la Diócesis de Bilbao no se consideraba responsable de las decisiones tomadas por Mons. Mario Iceta, no teniendo que pedir perdón —y menos, públicamente— por ello a Mikel Azpeitia.

El Foro de Curas y la Comisión Permanente hemos retomado esta conversación en diferentes ocasiones, recordando cómo Mons. Joseba Segura no ha tenido dificultad alguna en pedir perdón, pública y reiteradamente, por los casos de abusos sexuales en el Seminario Diocesano de Derio y en la Misericordia de Bilbao, una decisión de la que nos alegramos y por la que le felicitamos.

Y también hemos recordado y reconocido que lo ha hecho en sintonía con el magisterio de la Comisión Teológica Internacional (“Memoria y reconciliación. La Iglesia y las culpas del pasado”, 2000) cuando sostiene —citando a Juan Pablo II— que los cristianos “llevamos el peso de los errores y de las culpas de quienes nos han precedido, aun no teniendo responsabilidad personal y sin pretender sustituir aquí al juicio de Dios”. Y cuando recuerda que “los posibles gestos de reparación están ligados al reconocimiento de una responsabilidad que se prolonga en el tiempo y que podrán tener tanto un carácter simbólico-profético como un valor de reconciliación efectiva”. Y cuando, también, sostiene, citando de nuevo a Juan Pablo II, que “reconocer los fracasos de ayer es un acto de lealtad y de valentía” que abre a todos un mañana nuevo.

A la luz de los datos aportados y del magisterio reseñado, en el encuentro ordinario de hoy hemos tomado la decisión —como signo de buena voluntad— de volverles a escribir una carta —en este caso privada— solicitándoles que reconozcan que se equivocaron y pidan públicamente perdón a Mikel Azpeitia. Y que lo hagan como los actuales responsables eclesiales que son y, por ello, como corresponsables eclesiales de los errores cometidos por el obispo titular anterior y su obispo auxiliar, así como por el Consejo Episcopal de aquellos años.

Entendemos que no es de recibo seguir sumiendo en el silencio las culpas eclesiales del pasado o dar por bueno dicho silencio, sino acompañar el reconocimiento de la culpa con la imprescindible petición de perdón, restituyendo de esta manera la fama y el honor de Mikel Azpeitia. Igualmente, entendemos que urge reponerle —de manera formal, expresa y pública— en la tarea pastoral por él desempeñada hasta la desgraciada decisión tomada por los responsables de esta diócesis; una decisión que, a fecha de hoy, todavía no ha sido debidamente rectificada.

Y, finalmente, consideramos que estas demandas han de realizarse de manera inmediata y sin dilación de ninguna clase.

Bizkaia, 23 de octubre de 2022

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Carta de D. Joseba Segura al Foro de Curas de Bizkaia

Estimados sacerdotes del foro:

Agradezco vuestra atenta carta y la preocupación que reflejáis por Mikel Azpeitia, tanto en este escrito, como en ocasiones anteriores. Me sorprende que llegue al obispo en diciembre una carta fechada en octubre, pero aquí va mi respuesta "inmediata y sin dilación".

Ante todo, y para que conste lo que ya escucharon los representantes del foro en nuestra última conversación y que, sin embargo, no queda bien recogido en vuestra carta, yo me considero corresponsable, junto con el Consejo Episcopal de aquel momento, de las decisiones que se adoptaron. El obispo toma la decisión y es el responsable último de la misma, pero aquella decisión episcopal contó con el respaldo unánime de los miembros del Consejo, así como de Ángel Mari Unzueta, quien intervino directamente en la gestión de todo el asunto.

En el párrafo 3 de vuestra carta recogéis vuestra interpretación de lo sucedido, haciendo una evaluación legítima pero parcial de la actuación y motivos de los responsables diocesanos. Como seguramente conoceréis, esa valoración no es compartida en muchos sectores de la diócesis. El problema no es "la presión mediática", sino el impacto y la valoración que algunas declaraciones de Mikel, incluso considerando el contexto, tienen en amplios sectores de nuestra comunidad creyente.

La razón por la que no parece procedente acceder a vuestra solicitud no tiene nada que ver ni con orgullo, ni con inconsistencia, ni con echar balones fuera responsabilizando a otros, ni con mantener "en el silencio culpas eclesiales". Surge de la convicción de que, aunque las decisiones adoptadas no tengan el respaldo de toda la comunidad cristiana, lo que se decidió en aquel momento era razonable y proporcionado a la situación que se creó. Siendo así y considerando todavía hoy que aquellas decisiones estaban justificadas, no parece razonable comparar este caso con otros en los que existen motivos claros para reconocer culpa, y pedir perdón por acciones recientes o pasadas.

En todo caso, de cara a conocer la valoración del clero diocesano sobre esta cuestión, mi intención es plantear el asunto en la próxima sesión del Consejo de presbiterio, para que, en espíritu de libertad y fraternidad, sus miembros puedan evaluar la petición concreta que hacéis y recomendar, en su caso, cualquier iniciativa que, con el respaldo suficiente, se considere necesario adoptar.

Agradeciendo de nuevo vuestra carta, quedo a vuestra disposición para mantener abierto cualquier diálogo que consideréis conveniente desarrollar

Bilbao 4 de diciembre de 2023

 

 

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