sábado, 15 de octubre de 2022

Desde la Comunidad de Base de San Pablo en solidaridad con el P. Giulio Mignani

Siguen llegando las manifestaciones de solidaridad con el P. Giulio Mignani, suspendido a divinis (véase también Adista Notizie n. 35/22). A continuación, la de la comunidad cristiana de base de San Pablo (Roma).

 

Fuente:   Redacción Adista

10/10/2022


Solidaridad con el P. Giulio Mignani

Una causa de profunda perturbación ha sido, para nuestra comunidad cristiana de base de San Pablo en Roma, enterarse de que Don Giulio Mignani, párroco de Bonassola y otros pueblos de la provincia de La Spezia, fue suspendido a divinis, a principios de octubre. ¿Su culpa? Defender el derecho de las parejas homosexuales a amarse, de las mujeres a tener una ley que regule la interrupción del embarazo, o el derecho a una ley de eutanasia para quienes decidan, finalmente, elegir este camino.

Si la Conferencia Episcopal Italiana, siguiendo la invitación del Papa Francisco, proclama, ante el Sínodo italiano de 2025 – que no quiere excluir de la Iglesia a ninguna persona que busque vivir el Evangelio, para que todos y cada uno puedan sentir la Iglesia como su casa, la disposición tomada por el obispo de la diócesis en cuestión, Monseñor Luigi Ernesto Palletti, nos parece ir en una dirección completamente diferente. Los problemas de Don Giulio comenzaron el año pasado con su postura pública contra el responsum de la Congregación para la Doctrina de la Fe que niega la bendición a las parejas homosexuales. La suspensión a divinis es la respuesta al hecho de que, según el prelado, Don Giulio, aceptando el amor de las parejas homosexuales, se opone frontalmente al magisterio de la Iglesia que considera "inmorales" las relaciones homosexuales.

Nos parece que aquí surge una profunda contradicción precisamente en el magisterio episcopal y papal: de hecho, ¿cómo podemos hablar de acoger a las personas homosexuales en la Iglesia, si luego les negamos la posibilidad de vivir un amor? Y humillas sus relaciones, hablando de "actos intrínsecamente desordenados" en contra de la voluntad de Dios, ¿por qué la palabra amor no se adapta a esas relaciones? Como muchos otros cristianos, creemos que todo amor, si se vive en libertad, respeto mutuo y sin violencia, es digno. Por lo tanto, no son las personas homosexuales las que tienen que cambiar, sino el magisterio su valoración, porque las doctrinas eclesiásticas vigentes hoy en día son teológica y científicamente inadmisibles.

Por estas razones, aunque consideramos inadmisible la medida represiva decidida por el obispo de La Spezia-Sarzana-Brugnato, expresamos nuestra plena solidaridad con Don Giulio y le enviamos un sincero deseo de un buen viaje.

Roma, 9 de octubre de 2022 - La Comunidad Cristiana Básica de San Pablo

 

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