martes, 21 de diciembre de 2021

CON ESPÍRITU DE BÚSQUEDA

Eduardo Escobés

 

Hace unos días, el 14 de diciembre, el colectivo cristiano Berpiztu desarrollaba en Bilbao el encuentro titulado “¿Por qué en nuestra diócesis no pueden ser vicarios los laicos y las mujeres?” En él participaron casi medio centenar de personas de diferentes asociaciones, movimientos, comunidades y parroquias de Bizkaia.

Este encuentro se ha realizado tras una reflexión de Berpiztu sobre el proceso de elección de nuevos vicarios, general y territoriales, que se ha realizado en la diócesis de Bilbao y en el que, una vez más, se ha mantenido fuera —de las posibilidades de elección— a personas laicas, mujeres y religiosas, y con el deseo de compartir dicha reflexión en abierto con quienes quieren impulsar dinámicas de renovación en nuestra iglesia diocesana.

En el marco de la pregunta que presidía el encuentro, dialogaron sobre varias experiencias en diócesis de otros países europeos (las de Poitiers y Lausana, Friburgo y Ginebra, entre otras) con iniciativas en las que la organización diocesana ha posibilitado al laicado, mujeres y hombres, asumir responsabilidades asimilables, en la segunda de las iglesias locales, a las de un vicario presbítero. Han sido experiencias que se han realizado sin violentar lo que dictamina el código de derecho canónico, fruto de las posibilidades que da la interpretación abierta y creativa de la norma existente. En el primero de los casos, por situaciones internas o intervenciones desde Roma, se han frustrado o han acabado desapareciendo. En el segundo, se han consolidado y mantenido en el tiempo.

En el encuentro se ha manifestado el deseo de que la Iglesia en Bizkaia recupere dosis de audacia y creatividad en este camino de transformación eclesial, tan necesaria en estos tiempos y latitudes, conozca de primera mano experiencias novedosas que se están dando en otros lugares y se ponga a la escucha de la demanda de una Iglesia más cercana al estilo y opciones de Jesús de Nazaret, incluyente y acogedora. Coherente con el actual tiempo sinodal en el que las palabras comunión, participación y misión, lejos de ser expresiones que justifiquen el mantenimiento de una iglesia estática, sean el marco para la búsqueda y el discernimiento sobre nuevas formas de ser iglesia.

Finalmente, como fruto de este espíritu de búsqueda, las personas asistentes al encuentro aprobaron el siguiente comunicado:

“El pasado 6 de octubre de 2021, en pleno proceso de elección de vicarios (general y territoriales) el colectivo “Berpiztu” manifestamos nuestra voluntad de “abrir un tiempo de información y diálogo sobre la posibilidad de candidaturas a vicarios, con sus necesarias adaptaciones, también por parte de religiosas, laicas y laicos”. Además de pedir una transparencia en la comunicación de los resultados —que, por desgracia, no hemos visto acogida— informábamos sobre la existencia de diócesis en las que, después de haber realizado el discernimiento correspondiente y solicitado los permisos oportunos, se han abierto candidaturas por parte de bautizados y bautizadas con responsabilidades asimilables a las de vicarios.

Hoy, acogidos por la comunidad de Ibarrekolanda y reunidos con cristianos y cristianas venidos de otros lugares de la diócesis, hemos sido informados con detenimiento de las experiencias de este tipo que se dan en iglesias de Europa Occidental y América Latina. Tras dialogar sobre el asunto, hemos acordado manifestar al obispo, a su equipo de gobierno y a todas las comunidades, movimientos y organizaciones de la Iglesia de Bizkaia que creemos llegado el tiempo de revisar, en clave sinodal, el funcionamiento organizativo de nuestra diócesis, abordando, en primer lugar, la posibilidad de candidaturas a vicarios, con sus necesarias adaptaciones, también por parte de religiosas, laicas y laicos. Y que, ultimado este discernimiento y, debidamente implementado, se debería proceder a la elección de nuevos vicarios u otra figura que sea posible.

Igualmente, hemos acordado manifestar la necesidad de abrir, en segundo lugar, otro tiempo en el que se recabe la oportuna información y se discierna, también en clave sinodal, sobre la actual reconfiguración de la diócesis en las llamadas “unidades pastorales”, así como sobre los equipos ministeriales, los nombramientos pastorales, el directorio diocesano sobre el laicado con encomienda pastoral, etc. 

Finalmente, hemos reafirmado nuestra voluntad de participar activamente en este proceso o en otro igual o de parecido alcance”.

 

En Ibarrekolanda, Bilbao, el 14 de diciembre de 2021.

 

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