domingo, 5 de diciembre de 2021

Pakistán: Priyantha Kumara es linchado y quemado por blasfemia

La blasfemia es un problema muy sensible en Pakistán, donde inclusive acusaciones no probadas de ofensa al islam pueden desencadenar linchamientos.

 

Fuente:   DW

04/12/2021

 


Un capataz de una fábrica del este de Pakistán originario de Sri Lanka fue linchado y quemado en Sialkot, 200 km al sureste de la capital Islamabad, por un grupo enfurecido que lo acusaba de blasfemia, confirmaron las autoridades este viernes (03.12.2021).

El hombre, identificado como Priyantha Kumara, trabajaba como gerente de exportaciones en una fábrica de equipos deportivos. En los videos difundidos por redes sociales se puede escuchar a la multitud coreando consignas como "Oh profeta, estamos presentes", un eslogan del partido de extrema derecha Tehreek-e-Labbaik de Pakistán que -entre sus principios- tiene la protección de la santidad del profeta Mahoma. Otras imágenes dejan ver su cuerpo totalmente calcinado ante varias decenas de hombres, que incluso se hacen selfies con los restos en llamas.

El portavoz de la Policía de Sialkot, Khurrum Shehzad, confirmó el incidente e indicó que versiones de lo ocurrido apuntan a que "lo mataron por blasfemia”. De acuerdo con el vocero, se están realizando más interrogatorios para determinar la razón y cómo se llevó a cabo el linchamiento del ciudadano de Sri Lanka, que ha estado trabajando para la fábrica durante más de siete años.

Más de 50 personas han sido detenidas con la ayuda de cámaras de circuito cerrado de televisión y las grabaciones de teléfonos móviles, informó el oficial y agregó que el incidente ocurrió cerca del mediodía y -cuando la Policía llegó al lugar, después de media hora- la víctima ya había sido torturada hasta la muerte y su cuerpo estaba siendo incendiado.

El jefe de Gobierno de la provincia de Punjab, Usman Buzdar, se refirió al incidente y advirtió de que "nadie puede tomar la ley en sus manos". El funcionario aseguró en Twitter estar "extremadamente conmocionado por el horrible incidente de Sialkot (...). Tengan la seguridad de que las personas involucradas en este acto inhumano no se salvarán”.

Por su parte, el Primer ministro Imran Khan dijo que vigilará la investigación sobre este "horrible" ataque que es "una vergüenza para Pakistán". El funcionario escribió en su cuenta de Twitter que "todos los culpables serán castigados con la mayor severidad prevista por la ley".

La blasfemia es un problema muy sensible en Pakistán, donde inclusive acusaciones no probadas de ofensa al islam pueden desencadenar linchamientos. Una ley paquistaní, defendida por los partidos islamistas, prevé la pena capital para quien sea culpable de insultar al islam o al profeta Mahoma. Pero ningún condenado por blasfemia ha sido ejecutado hasta ahora.

 

ama (afp, efe, ap, reuters, dpa)

 

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