Fuente: Aciprensa
10/12/2021
El 9 de diciembre, las autoridades francesas respaldaron las controvertidas propuestas de restauración del interior de la Catedral de Notre-Dame en París (Francia), luego del fatal incendio en 2019, pero que según sus críticos convertiría el antiguo templo en un “Disney católico”.
Los miembros de la Comisión Nacional de Arquitectura y Patrimonio (CNPA) sostuvieron una reunión privada donde aprobaron el plan, pese a las críticas y protestas ciudadanas que señalan que tal restauración convertiría la histórica catedral en “una especie de parque temático” lleno de arte contemporáneo discordante.
Según los medios locales, el Ministerio de Cultura habría afirmado que “los expertos dieron una opinión favorable sobre el programa de remodelación interior”.
La CNPA señaló que tiene dos reservas sobre el plan de restauración de la catedral. La primera se relaciona con la propuesta de eliminar las estatuas de los santos en las capillas; y la segunda, con los planes de instalar bancos de iglesia móviles. Al respecto, la comisión pidió ver un prototipo de los bancos, que reemplazaría a las actuales sillas de paja, indicó AFP.
Cabe destacar que en noviembre la Arquidiócesis de París, encargada de los planes de la restauración, negó que la célebre catedral gótica, construida entre 1163 y 1345, sufriría cambios en su interior; y afirmó que quiere una fiel restitución del templo antes del siniestro, señaló la agencia de noticias AFP.
La votación, donde participaron 24 miembros de la CNPA, se dio poco después de que más de 100 de las principales figuras del arte y del mundo académico de Francia criticaran las propuestas.
El 7 de diciembre, un artículo publicado conjuntamente por la revista La Tribune de l'Art y el periódico Le Figaro, señaló que “la Arquidiócesis de París quiere aprovechar los trabajos de restauración para transformar el interior de Notre-Dame en un proyecto que distorsiona por completo la decoración y el espacio litúrgico”.
El artículo fue firmado por reconocidas figuras, entre los que se encontraban el presentador de televisión Stéphane Bern y el filósofo Alain Finkielkraut.
“Se considera que la destrucción causada por el fuego es una oportunidad para transformar la percepción que tiene el visitante del monumento, a pesar de que el fuego se limitó al techo y la aguja y no destruyó nada del patrimonio en el interior” de la Catedral, señalaron.
Además, señalaron que “el proyecto prevé la instalación de bancos desmontables, iluminación que cambia según las estaciones, proyecciones de vídeo en las paredes, etc.”
“Es decir, los mismos 'dispositivos de mediación' de moda (y por tanto, terriblemente anticuados), que se pueden encontrar en todos los proyectos culturales ‘inmersivos’, en los que la tontería a menudo compite con el kitsch [estilo artístico ‘cursi’ o ‘trillado’]”, agregaron.
El 26 de noviembre, el periódico británico The Daily Telegraph informó que los críticos temían que los cambios convirtieran el edificio en un “Disneyland políticamente correcto”.
Señaló que “los confesionarios, los altares y las esculturas clásicas serán reemplazados por murales de arte moderno y nuevos efectos de luz y sonido para crear ‘espacios emocionales’”.
“Habrá capillas temáticas en una ‘ruta de descubrimiento’, con énfasis en África y Asia, mientras que las citas de la Biblia se proyectarán en las paredes de la capilla en varios idiomas, incluido el mandarín”, agregó.
Maurice Culot, un arquitecto que ha visto los planos, le dijo al periódico que la iglesia será “como si Disney estuviera entrando en Notre-Dame”. “Lo que se proponen hacer en Notre-Dame nunca se haría en la Abadía de Westminster o en San Pedro en Roma. Es una especie de parque temático muy infantil y trivial dada la grandiosidad del lugar”, comentó.
Sin embargo, otros expertos acogieron con satisfacción algunos aspectos del plan. El 8 de diciembre, la historiadora de arte Elizabeth Lev señaló en el Washington Post que el plan proponía la dedicación de cinco capillas a los cinco continentes, con versículos de la Biblia proyectados en los idiomas locales.
“Quizás esto es lo que generó la comparación con Disney, una especie de Epcot Center católico”, dijo. “Pero para un ícono internacional en una ciudad donde el 20% de los residentes son inmigrantes, ¿cuál es el problema de difundir un mensaje de esperanza a todas las personas que cruzan ese umbral venerable?”, dijo.
“Y aunque algunos lo han apodado ‘cristianismo para principiantes’, en un mundo donde muchos católicos [conocen poco] las escrituras y muchos jóvenes se crían sin religión, algunas catequesis de regreso a lo básico podrían ser apropiadas”, agregó.
El P. Gilles Drouin, sacerdote que supervisa la restauración interior, explicó en una entrevista a AFP que la restauración buscaba preservar la catedral como lugar de culto, pero también acoger y educar a los visitantes “que no siempre son de cultura cristiana”.
El P. Drouin, quien tiene el cargo de director del Institut supérieur de liturgie en el Institut catholique de Paris, dijo que las capillas laterales de la Catedral de Notre-Dame incluirían “retratos de los siglos XVI y XVIII, que dialogarán con objetos de arte moderno”.
“La Catedral siempre ha estado abierta al arte de la época contemporánea, hasta la gran cruz de oro del escultor Marc Couturier instalada por [el entonces Arzobispo de París] el Cardenal Lustiger en 1994”, señaló.
Si bien el gobierno francés está supervisando la restauración y conservación estructural de la Catedral de Notre-Dame, las autoridades eclesiales del templo son los responsables de su renovación interior.
En última instancia, los planes deben ser aprobados por el Ministerio de Cultura de Francia. La Ministra de Cultura, Roselyne Bachelot, dijo tiempo atrás que la catedral restaurada debe verse “idéntica” a su forma antes del incendio.
Según los informes, la Catedral de Notre-Dame reabrirá sus puertas para el culto de los fieles con un Te Deum el 16 de abril de 2024, cinco años después del incendio. Posteriormente, París será la sede de los Juegos Olímpicos de Verano 2024.
Después de la votación de las autoridades francesas, el P. Drouin dijo a AFP que “estamos muy satisfechos con esta decisión, que respeta los principios generales que delineamos, incluido el trabajo de iluminación y orientación para los visitantes”.
Traducido y adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente en CNA.
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