Fuente: ABC
Por: Laura Daniele
19/11/2021
Afirman que el camino por el que han apostado es el de la atención a las víctimas
El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), monseñor Luis Argüello, aseguró este viernes que los obispos «no están por la labor de hacer investigaciones de carácter sociológico o estadístico» sobre los casos de abusos sexuales a menores producidos en el seno de la Iglesia en España. Durante la rueda de prensa posterior a la reunión de la Asamblea Plenaria, el también obispo auxiliar de Valladolid explicó que «el camino por el que se ha apostado es el de atender a las víctimas concretas».
«Es la vía por la que hemos apostado: el conocimiento personalizado, rostro a rostro y cara a cara», insistió monseñor Argüello, al referirse a las oficinas creadas por las diócesis para recibir las denuncias y acoger a las víctimas, tal como indica el Papa Francisco en su documento 'Vos estis lux mundi'.
A diferencia de la española, las conferencias episcopales de Alemania, Francia y Holanda ya han presentado informes retrospectivos sobre los abusos cometidos en el seno de esas iglesias. Estados Unidos fue la primera en hacerlo en el año 2002 y la Conferencia Episcopal portuguesa anunció la semana pasada la creación de una comisión independiente de investigación que abordará los abusos entre el clero luso en el último medio siglo.
Pese a todas las limitaciones que ofrecen los estudios estadísticos, las víctimas de abusos llevan tiempo reivindicando a la Iglesia una revisión histórica de lo sucedido en España desde la década de los 60. Así se lo trasladó personalmente el presidente de Infancia Robada, Juan Cuatrecasas, al cardenal Ricardo Blázquez, en marzo de 2019 cuando el arzobispo de Valladolid estaba al frente de la CEE.
Sin embargo, este ejercicio de revisión ha tenido en España, en general, poco eco. Una de las pocas en dar el paso ha sido la Compañía de Jesús. Monseñor Argüello explicó este viernes que «España no es un país centralizado, y la Iglesia tampoco lo es», por lo que las investigaciones de los casos lo están haciendo de «forma activa en cada una de las diócesis».
Monseñor Argüello también explico que, según «los propios informes de la Fiscalía General, la Fundación Anar e investigaciones que realizan otras organizaciones, los denuncias por abusos perpetrados por personas vinculadas a la Iglesia representan el 0,8 por ciento». El portavoz se preguntó por qué «el foco solo está en la Iglesia católica», cuando el problema afecta a toda la sociedad y, en el caso de la Iglesia esta «ha dado muestras de acogida a las víctimas y ha puesto en marcha protocolos de prevención».
«¿Se ha pedido investigación a la FIFA?»
«Hay casos en federaciones deportivas, ¿se ha pedido una investigación general al Comité Olímpico o la FIFA o a la federación deportiva de turno?», se preguntó el portavoz de los obispos, quien admitió que pese a que el tema de los abusos se ha abordado «de Plenaria en Plenaria», no se ha escuchado a las víctimas. «Las hemos escuchado pero de forma personal», apostilló.
Según los datos facilitados a inicios de este año por la propia CEE, 220 denuncias a sacerdotes españoles por abusos sexuales se han presentado en la Congregación para la Doctrina de la Fe desde 2001 hasta el 20 de abril de 2021. De los 220 procedimientos canónicos, 144 corresponden al clero secular y los otros 76 al clero regular, es decir, a sacerdotes religiosos. En total, 151 han sido resueltos, mientras que otros 69 expedientes permanecían abiertos hasta esa fecha.
Consciente del problema, el presidente de la CEE, el cardenal Juan José Omella, entonó el lunes el 'mea culpa' y atribuyó el retroceso de la Iglesia en la vida pública a «las inconsistencias internas» de la propia institución, de sus pastores y también de los cristianos.
En su mensaje de bienvenida de los obispos a la Asamblea Plenaria, el prelado pidió «perdón» por «las incoherencias, las divisiones y la falta de testimonio, que contribuyen, no sin escándalo, a la desafección y a la falta de confianza» de la sociedad en «la jerarquía y en la propia Iglesia».
«A pesar de nuestras infidelidades -añadió-, el Espíritu Santo continúa actuando. Con Él no tememos afrontar temas como la falta de fe y la corrupción dentro de la Iglesia que nos duelen muy de veras y pedimos perdón a Dios, a las víctimas y a la sociedad, a la par que trabajamos por su erradicación y prevención».
Sin mencionar explícitamente ningún caso de corrupción concreto, el mensaje del cardenal Omella llegaba a una reunión episcopal en la que precisamente se volvió a abordar el tema de los abusos sexuales a menores por parte del clero.
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