lunes, 28 de abril de 2025

Occidente cristiano: un tímido despertar

Fuente:   SettimanaNews

Por:   Lorenzo Prezzi

28/04/2025



A pesar del crecimiento de la secularización y el descenso de las cifras absolutas, el cristianismo y el catolicismo parecen estar experimentando una modesta reversión de la tendencia, al menos en lo que se refiere al bautismo de adultos.

Es un fenómeno que ha llamado la atención de los pastores. Monseñor Luc Terlinden, arzobispo de Malinas-Bruselas, por ejemplo, señaló que «los catecúmenos nos obligan a revisar nuestras prioridades pastorales».

 

Francia y Reino Unido

El caso más evidente es el de Francia. Este año son 18.000 los catecúmenos, de los cuales 10.384 fueron bautizados durante la Vigilia Pascual.

El renovado interés por el catolicismo se está extendiendo, en particular, entre los jóvenes adultos. El 64% tiene menos de 34 años.

El diario católico La Croix promovió una investigación sobre más de mil de ellos (publicada el 16 de abril). Tres son las razones más compartidas para elegir solicitar el bautismo.

La primera (51%) es una “fuerte experiencia espiritual”. No se trata pues de herramientas institucionales eficaces, sino más bien de un recorrido personal a menudo tortuoso.

En segundo lugar, se sitúa la afirmación de haber pasado por “una prueba de vida” (37%). Luego, la necesidad de “dar sentido a la existencia” (35%).

No faltan las referencias a la lectura de las Escrituras (29%), la necesidad de una comunidad (18%), el encuentro con una figura religiosa (18%), el recuerdo de un familiar creyente (13%).

Además, hay un renovado sentimiento de las "raíces cristianas" del país (21%), que no es ajeno al acontecimiento del incendio y la reconstrucción de Notre Dame.

Un tercio de los catecúmenos proviene de una familia católica no practicante (30%) o de una familia agnóstica (28%). No faltan los contextos familiares hostiles (8%).

¿Quiénes son las figuras decisivas para inducir la investigación espiritual?

En primer lugar, los amigos (49%), luego los familiares y los sacerdotes (31%). A continuación, en orden de importancia: la madre, el padre, los hijos, las personas religiosas, etc. El dato más interesante es el papel de los amigos y el más curioso lo representan las redes sociales . Para el 20%, Internet es lo que induce las primeras reflexiones religiosas.

Los catecúmenos muestran un fuerte compromiso religioso. El 57% asiste a misa semanalmente y el 56% reza muy a menudo. El 42% se siente comprometido a compartir su experiencia. Un celo que muestra cómo hacerse católico en un contexto secularizado es percibido como una elección transgresora. Como resultado, la Iglesia es percibida como un faro que ilumina el camino en la oscuridad y que debería defenderse más vigorosamente como una minoría contracultural.

Entre los compromisos más compartidos: educación de los jóvenes (50%), defensa del patrimonio religioso (50%), solidaridad internacional (40%), emergencias sociales (39%), evangelización, cuestiones éticas y bioéticas, ecología (16%).

Ya hemos informado sobre el informe de la Sociedad Bíblica sobre el resurgimiento del interés por la fe en el Reino Unido (https://www.settimananews.it/chiesa/fede-risveglio-silenzioso-regno-unito/).

En una encuesta a 13.000 personas, repetida después de siete años, se observó un aumento del 56% en la frecuencia, particularmente entre los jóvenes de 18 a 24 años. Los jóvenes que asisten mensualmente pasan del 4% al 16%. Gran parte del crecimiento se debe a la migración, pero no solo. El fenómeno está más extendido, tanto en la Iglesia evangélica como en la católica.

 

Bélgica, Países Bajos, Austria, Suiza, EE.UU., Canadá e Italia

En Bélgica hay este año 536 catecúmenos. El año pasado fueron 362. En comparación con hace diez años, se han triplicado. Sólo en la diócesis de Bruselas hay 173, tres veces más que hace diez años. El proceso del bautismo dura uno o dos años y está marcado por momentos litúrgicos que introducen el bautismo.

Al margen, se puede constatar una viva polémica entre el obispo de Tournai, Guy Harpigny, y el nuncio, Mons. Franco Coppola. Este último lleva años denunciando el “desastre” de una Iglesia donde las escuelas católicas ya no son católicas, como los ambulatorios, y el curso de catecismo, las celebraciones de matrimonios han casi desaparecido, etc. El obispo respondió animadamente recordando el número de catecúmenos (en su diócesis hay 136), el crecimiento de los peregrinos y la celebración del sínodo diocesano.

El fenómeno de los catecúmenos también está creciendo en Holanda, donde las cifras han superado las de antes del covid.

En Austria, su número aumentó de 130 a 240 en un año. Sólo en Viena se celebraron 50 bautismos de adultos más que el año anterior.

También en Suiza el número de catecúmenos adultos ha superado los 100 y en los últimos años está creciendo de forma constante. También aquí los “nuevos católicos” dan testimonio de la anomalía de su elección en un contexto que privilegia el agnosticismo.

No faltan noticias similares para Estados Unidos, donde los catecúmenos en Boston han pasado de 360 ​​a 458, en San Francisco de 220 a 384 y, en Baltimore, de 244 a 320.

Notas similares también en Canadá. En Quebec, los catecúmenos pasaron de 40 a 80 en un año, como en Vancouver donde este año hubo 720.

En Italia el fenómeno está presente, pero es menos visible. Avvenire publicó el 20 de abril algunos testimonios de las diócesis de Vicenza y Udine.

 

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