Francia: ¿Quiénes son las personas que se preparan para el bautismo de Pascua?

La Croix realizó un estudio con el 10% de los adultos que se bautizarán en Pascua para comprender mejor su perfil. La mitad menciona una fuerte experiencia espiritual como motivo de conversión y dan testimonio de la influencia de sus amigos, así como del deseo de compartir su fe.

Fuente:   La Croix International

Por   Arnaud Bevilacqua

17/04/2025 (Europa\Roma)

Una mujer recién bautizada recibe la unción durante la Vigilia Pascual en Notre-Dame de la Gare (París) el 30 de marzo de 2024. (Foto: Corinne Simon-Hans Lucas/La Croix)

Desde hace varios años, la ola no deja de sorprender, incluso en un momento de crisis para la Iglesia católica. Este fin de semana, más de 10.000 adultos (un 45 % más que en 2024), un récord, serán bautizados en Pascua. Pero ¿quiénes son estos nuevos católicos? Para comprender mejor sus trayectorias, pero también sus expectativas y cómo se ven a sí mismos en la sociedad, La Croix realizó una encuesta sin precedentes, en colaboración con diez diócesis de Francia, tanto urbanas como rurales, a la que respondieron nada menos que 1.011 personas. Esto representa aproximadamente una de cada diez de los 10.384 catecúmenos adultos.

Surgen tres hallazgos principales. El primero es que la mitad de los catecúmenos (51%) mencionó una fuerte experiencia espiritual para explicar su conversión. Estos nuevos conversos ilustran un cambio de tendencia: es su experiencia espiritual la que los impulsa a la pertenencia institucional, contradiciendo las teorías clásicas de la secularización, que a menudo conducen a la desafiliación religiosa.

 

Conversos cada vez más jóvenes

La elección del bautismo suele ser la culminación de un profundo, y a veces tortuoso, camino espiritual. Muchos mencionan la figura de Cristo o una convulsión interior en una iglesia. A continuación, el 37% experimenta una prueba de vida. «Me conmovió el amor de Dios en un momento de desesperación», confesó un catecúmeno, haciéndose eco de quienes también mencionan, con emoción, duelos dolorosos. El 35% enfatiza el deseo de dar sentido a su existencia. «Tuve la profunda sensación de que el Dios que buscaba se encontraba en el cristianismo; la vida de perdón y fe de mis abuelos católicos me habló de adulto», dijo un encuestado.

Uno de cada cinco encuestados también mencionó el descubrimiento de las raíces cristianas de Francia. Las noticias sobre la Catedral de Notre Dame —el incendio y la reconstrucción— fueron, además, un elemento significativo en la búsqueda espiritual del 16 %. «Lo que emerge es una búsqueda de pertenencia a largo plazo, que no es ajena al vínculo nacional», interpretó el sociólogo católico Yann Raison du Cleuziou, quien participó en la elaboración de la encuesta.

Estos conversos, cada vez más jóvenes (el 64 % de los encuestados tiene menos de 34 años, el 31 % entre 18 y 24, y dos tercios son mujeres), no son de la nada. De hecho, el 47 % afirma provenir de una familia católica (de la cual el 30 % no es practicante). Poco más de un tercio creció en una familia indiferente u hostil a la religión (a veces católica por tradición) y el 11 % en otra religión, principalmente el islam.

“Solicitar el bautismo forma parte de una autoafirmación, pero también de una forma de arraigo, de una reorganización familiar”, explica el sociólogo Loïc Le Pape, especialista en conversiones. “Para quienes provienen de familias católicas no practicantes o indiferentes, es una forma de reincorporarse a una historia. Para estos jóvenes criados en una forma de indiferencia religiosa, la no transmisión era la norma”. “Se percibe el deseo de recuperar la herencia de la que fueron privados”, continúa Yann Raison du Cleuziou.

 

El papel clave de los amigos

El segundo hallazgo importante de nuestra encuesta es el papel de los amigos en la transmisión de la fe. La abuela, mencionada por el 25% de los encuestados, sigue figurando entre quienes moldearon su camino de fe. Sin embargo, el papel de los amigos resulta decisivo, marcando una novedad en comparación con los modelos tradicionales: no es la iglesia ni la familia quienes transmiten primero, sino, de forma horizontal, los amigos quienes evangelizan. Casi uno de cada dos encuestados los cita entre los tres actores principales de su camino, por delante del cónyuge y el sacerdote diocesano. Por lo tanto, no sorprende que muchos eligieran a un amigo como padrino o madrina. «Ella es la razón por la que entré en una iglesia donde conocí a Dios», dijo una joven encuestada del Ródano sobre su futura madrina.

“El rol de los amigos, especialmente para los más jóvenes, muestra una relación relajada con la religión”, dijo Cécile Eon, delegada nacional para el catecumenado de adultos en la Conferencia Episcopal Francesa. “No les da vergüenza invitar a un amigo a misa o hablar de su fe. Aquí también se puede ver la influencia de las redes sociales”. Además, uno de cada cinco encuestados destacó el papel de las personas influyentes católicas, como el hermano dominico Paul-Adrien d'Hardemare o la hermana Albertine. “Lo que impulsa las cosas es que los propios jóvenes se convierten en testigos para los demás. Hablan entre ellos, se invitan, difunden el mensaje”, enfatizó esta última en una columna publicada en La Croix .

En este camino, la parroquia sigue siendo, sin embargo, el punto de anclaje predilecto, aunque estos catecúmenos no sean fruto de esfuerzos pastorales particulares. «Les abrimos las puertas, entran por la ventana», resumió el obispo Benoît Bertrand de Pontoise. Dos tercios de los encuestados afirmaron acudir a su parroquia para solicitar el bautismo y asistir a él con frecuencia.

Una tercera lección de esta encuesta es que los futuros bautizados muestran un fuerte compromiso religioso. Esto se refleja particularmente en la asistencia regular a misa (el 57 % asiste al menos una vez a la semana) y en la oración (el 56 % afirma rezar "muy a menudo"). Muchos testimonios, que añadieron libremente a sus respuestas, expresan su deseo de compartir su experiencia espiritual con quienes les rodean: ya se consideran misioneros. En su opinión, la mejor manera de transmitir la fe es ser testigo de su propia experiencia (el 42 % la menciona en primer lugar), claramente por delante de enseñar los fundamentos de la fe en la familia (el 28 %).

 

«Hacerse católico hoy es casi una transgresión»

“Estos marcadores dan testimonio del celo del converso, tanto más cuanto que hoy en día la elección de hacerse católico es casi transgresora, como lo es profesar una creencia en una sociedad mayoritariamente no creyente”, explicó Loïc Le Pape, profesor de la Universidad Panthéon-Sorbonne de París.

¿Cómo visualizan su compromiso cristiano en la sociedad y el lugar de la Iglesia Católica? Ven a la Iglesia (63%) como un faro que muestra el camino en la oscuridad, un punto de referencia en tiempos de crisis. Parecen asumir su fe sin inquietud, ya que casi tres cuartas partes creen que es alentador ser identificados como católicos en la sociedad. En este sentido, el escándalo de abusos sexuales en la Iglesia no ha tenido un impacto decisivo en su camino para el 80% de ellos, aunque esto no significa que el tema no les importe.

Al entrar a la iglesia, expresaron una visión bastante activista. Así, tres cuartas partes de los encuestados creen que «la Iglesia es despreciada y debería defenderse mejor». Además, el 59 % piensa que no se afirma lo suficiente en comparación con otras religiones. «En una sociedad cada vez más secularizada y donde la religión de referencia entre las generaciones más jóvenes tiende a ser el islam, el catolicismo se está reconfigurando en torno a una necesidad de intensidad religiosa que lo distingue del resto de la sociedad», afirmó Yann Raison du Cleuziou. «La minoría se vuelve contracultural, lo quiera o no, y el catolicismo se convierte en un recurso que responde a la búsqueda de una vida diferente, con más sentido».

Pero esta generación, que rompe con los viejos códigos, también mira al futuro de su vida cristiana con gran generosidad. Muchos expresan el deseo de "hacer el bien" a su alrededor, de ser "apóstoles de la caridad". Las cuestiones de solidaridad, tanto a nivel local como internacional, prevalecen ligeramente sobre la evangelización y la catequesis, pero también sobre las cuestiones de la vida matrimonial y la moral sexual. Corresponde a los feligreses habituales darles una plena bienvenida en la iglesia.

 

Una encuesta exclusiva sobre los catecúmenos

La encuesta publicada por La Croix se basa en un cuestionario enviado, entre el 22 de marzo y el 6 de abril, a los futuros bautizados de diez diócesis durante la Pascua de 2025: Châlons-en-Champagne, Chambéry, Lille, Lyon, Meaux, Nantes, Niza, París, Pontoise y Toulouse.

Respondieron 1011 personas. Su elaboración y análisis fueron realizados por Bayard Études, el departamento de investigación del grupo Bayard (editor de La Croix ), con la colaboración del sociólogo Yann Raison du Cleuziou, investigador del Instituto de Investigación Montesquieu de la Universidad de Burdeos.

Esta encuesta se realizó con el acuerdo del departamento de Iniciación y Vida Cristiana de la Conferencia Episcopal Francesa y con la ayuda de los catecumenados de las diócesis asociadas. Se procesó de forma anónima.