Fuente: Religión Digital
23/04/2021
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En cuanto al testamento vital, se da una “situación extraordinariamente novedosa”, pues la ley de eutanasia establece la “posiblidad de una declaración de últimas voluntades”. En cada Comunidad Autónoma, además, ha surgido una regulación específica.
"Sí a morir con dignidad, con los mejores cuidados y sin dolor"
En el texto, se apunta el deseo del firmante de que “si llegara a padecer una enfermedad grave e incurable o a sufrir un padecimiento grave, crónico e imposibilitante o cualquier otra situación crítica; que se me administren los cuidados básicos y los tratamientos adecuados para paliar el dolor y el sufrimiento; que no se me aplique la prestación de ayuda a morir en ninguna de sus formas, sea la eutanasia o el “suicidio médicamente asistido”, ni que se me prolongue abusiva e irracionalmente mi proceso de muerte”.
También pide “ayuda para asumir cristiana y humanamente mi propia muerte y para ello solicito la presencia de un sacerdote católico y que se me administren los sacramentos pertinentes”. “En caso de estar embarazada, pido que se respete la vida de mi hijo”, se incluye en el texto, que ofrecemos a continuación. Una decisión que, recordó Argüello, se debe plantear formalmente. "No basta con tenerla en la cartera".
Modelo de documento a firmar
A mi familia, al personal sanitario, a mi párroco o al capellán católico:
Si me llega el momento en que no pueda expresar mi voluntad acerca de los tratamientos médicos que se me vayan a aplicar, deseo y pido que esta Declaración sea considerada como expresión formal de mi voluntad, asumida de forma consciente, responsable y libre, y que sea respetada como documento de instrucciones previas, testamento vital, voluntades anticipadas o documento equivalente legalmente reconocido.
Considero que la vida en este mundo es un don y una bendición de Dios, pero no es el valor supremo absoluto. Sé que la muerte es inevitable y pone fin a mi existencia terrena, pero desde la fe creo que me abre el camino a la vida que no se acaba, junto a Dios.
Por ello, yo, el que suscribe
…………………………………………………………………………………. (nombre y apellidos),
de sexo……………………………..,
nacido en…………………………
con fecha ………………….,
con DNI o pasaporte nº…………………………….
y tarjeta sanitaria o código de identificación personal nº……………………………………., ,
de nacionalidad……………………..,
con domicilio en……………………………………………… (ciudad, calle, número)
y con número de teléfono ……………………………,
MANIFIESTO
Que tengo la capacidad legal necesaria y suficiente para tomar decisiones libremente, actúo de manera libre en este acto concreto y no he sido incapacitado/a legalmente para otorgar el mismo:
Pido que, si llegara a padecer una enfermedad grave e incurable o a sufrir un padecimiento grave, crónico e imposibilitante o cualquier otra situación crítica; que se me administren los cuidados básicos y los tratamientos adecuados para paliar el dolor y el sufrimiento; que no se me aplique la prestación de ayuda a morir en ninguna de sus formas, sea la eutanasia o el “suicidio médicamente asistido”, ni que se me prolongue abusiva e irracionalmente mi proceso de muerte.
Pido igualmente ayuda para asumir cristiana y humanamente mi propia muerte y para ello solicito la presencia de un sacerdote católico y que se me administren los sacramentos pertinentes.
Deseo poder prepararme para este acontecimiento final de mi existencia, en paz, con la compañía de mis seres queridos y el consuelo de mi fe cristiana.
Suscribo esta Declaración después de una madura reflexión. Y pido que los que tengáis que cuidarme respetéis mi voluntad.
Designo para velar por el cumplimiento de esta voluntad, cuando yo mismo no pueda hacerlo, a………………………………,
DNI ……… ,
domicilio en …………………….
y teléfono…………..
y designo como sustituto de este representante legal para el caso de que éste no pueda o quiera ejercer esta representación a………………………………..,
DNI ……… ,
domicilio en …………………….
y teléfono…………..
Faculto a estas mismas personas para que, en este supuesto, puedan tomar en mi nombre, las decisiones pertinentes.
En caso de estar embarazada, pido que se respete la vida de mi hijo.
Soy consciente de que os pido una grave y difícil responsabilidad. Precisamente para compartirla con vosotros y para atenuaros cualquier posible sentimiento de culpa o de duda, he redactado y firmo esta declaración.
Firma: Fecha: DNI:
“No existe la libertad para acabar con la propia vida, pero la propia ley puede expresar el deseo de que no se realice en su persona la práctica de la muerte provocada ni el suicido asistido”, subrayó Argüello, que anunció una campaña de difusión al respecto.
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