domingo, 10 de noviembre de 2024

Un hombre irrumpe en un convento de Valencia, apalea a varios frailes y deja a uno en estado crítico

El agresor, aparentemente perturbado, ha accedido al monasterio gritando que actuaba “en nombre de Dios”; el fallecido tenía 76 años, y hay otros tres heridos (57, 66 y 95 años) por contusiones y traumatismos

Fuente:   La Vanguardia

09/11/2024


El Monasterio del Santo Espíritu, en Gilet (Valencia)
Terceros

Un fraile ha quedado estado crítico tras el ataque de un hombre esta mañana en el monasterio franciscano del Santo Espíritu en Gilet, en la provincia de Valencia. El agresor, de mediana edad y aparentemente perturbado, ha saltado la valla del monasterio y ha accedido al recinto gritando que era “Jesucristo” y “actuaba en nombre de Dios”. Una vez en el interior, ha ido apaleando a cuantos religiosos encontraba en su camino, hiriendo de diversa gravedad a varios de los religiosos.

El hombre en estado crítico, de 76 años, ha sido trasladado al Clínico con un traumatismo craneoencefálico. Tres heridos, de 57, 66 y 95 años, presentaban contusiones y traumatismos y se recuperan en el hospital de Sagunto. La Guardia Civil busca al autor de los hechos, que ha huido por los montes cercanos cuando se ha topado con otro hermano de mayor envergadura, que ha logrado ahuyentarle y avisar al 112.

El suceso ha ocurrido sobre las 9.30 de la mañana, según informan varios medios locales. En el monasterio había siete franciscanos, muchos de ellos de avanzada edad. La mayoría se encontraban en sus respectivas habitaciones tras haber desayunado. Sólo dos de ellos han evitado la agresión, al hallarse en la huerta y celebrando misa, respectivamente.

El resto de miembros de la congregación ha sido víctima del agresor, que armado con un palo ha logrado acceder a los distintos aposentos para arremeter contra ellos. Su intención era matarlos, según un comunicado emitido esta misma mañana por el provincial de los franciscanos de la Inmaculada Concepción, fray Joaquín Zurera Ribó, que atribuye “ensañamiento y alevosía” al atacante. La institución religiosa condena esta agresión y se une al sufrimiento de los hermanos, “con las lesiones en el cuerpo y el dolor en el alma por lo vivido, que, sin duda, deja profunda huella en las personas”.

“Pedimos también por el agresor para que sea consciente del daño y sea capaz de rectificar un comportamiento para nada propio de la condición humana. Este acontecimiento también nos está pidiendo a todos los hermanos estar más atentos para evitar que puedan entrar en nuestras fraternidades personas que puedan ocasionar daños de cualquier tipo, y así saber cuidarnos mutuamente”, concluye el comunicado.

 

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