CRÓNICA DE LA «MESA REDONDA CREYENTES Y NO CREYENTES. PROYECTOS DE VIDA»

 Fotografías: Enrique Ortega.

 

El encuentro superó nuestras expectativas. El salón de la biblioteca de Camas estaba a tope. Cerca de 70 personas estuvimos escuchando a los cuatro intervinientes, dos por cada una de las opciones, moderados por Rafael Rodríguez Mejías, quien, tras pronunciar una sentidas palabras que enmarcaran el arduo dilema, comenzó presentando a cada uno de ellos.

TERESA GARCÍA AZCÁRATE

Nacida en París, hija de exiliados republicanos, padre malagueño y madre de Madrid. Doctora ingeniera agrónoma por la Universidad Politécnica de Madrid. Ha trabajado en distintos ámbitos relacionados con su profesión y como funcionaria de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Es socia y activista de Sevilla Laica y de la Plataforma contra las inmatriculaciones de la Iglesia Católica. Atea de toda la vida.

MANUEL VICENTE SÁNCHEZ ELÍAS

Nacido en Los Palacios y Villafranca, Sevilla, 1963. Licenciado en Filología por la Universidad de Sevilla. Miembro fundador de Sevilla Acoge. Ha trabajado en Bolivia en diversos proyectos de cooperación al desarrollo, así como en Programas de Mediación Intercultural de la Fundación Cepaim. Actualmente es responsable del Servicio de Mediación de la Fundación Sevilla Acoge y miembro del equipo de formación.

LUIS CRIADO.

Profesor jubilado. Ha dado clase a bachilleres en Campano y Mérida, de Filosofía entre otras materias. Seis cursos en Donosti en enseñanza primaria. Seis años en Villamanrique de la Condesa y 20 años en Umbrete. También daba clases de música en secundaria y clases de lenguaje musical a adultos en la Escuela de Música de Sanlúcar la Mayor, cuatro cursos.

TEÓFILO PORTILLO

Actualmente jubilado, padre de familia con una hija. Licenciado en Filosofía y Teología. 37 años de docencia de filosofía en la educación privada y en la pública, bastantes años de voluntariado en organizaciones de promoción social en barrios vulnerables y en tareas de acogida integral de personas inmigrantes, actualmente gestor de varias páginas web sobre inmigración, filosofía y teología.

Comenzó Teresa García su escueta intervención diciendo que, habiendo nacido en una familia republicana y atea, no ha había tenido ninguna crisis de fe, aunque había vivido en un ambiente de cierto anticlericalismo. Estudió en Francia en la escuela laica, en contraste con España, donde sus hijos tuvieron clases de religión. Se considera una militante del laicismo. El comunismo fue una fe que posicionó a los trabajadores ante la actitud reaccionaria de la iglesia católica y sus riquezas. Vivió los valores de la ética comunista. Vive el sentido de la responsabilidad, la honradez, no mentir, necesidad de hacer algo por los demás. Ser atea —subrayó— te facilita la vida. Considera la especie humana como una especie más que ha alcanzado la supremacía. Ante la muerte, sabiendo que no hay nada después, no tiene incertidumbre, sino certeza y mayor serenidad. Su contacto con la historia de la religiones, los dogmas, le llegan a través del arte y de las visitas a iglesias como monumentos artísticos.

Siguió Manuel Vicente, quien planteó su intervención en 4 principios éticos a la luz del Evangelio: opción por los pobres, libertad, pensamiento crítico y amor. Enlace con la exposición completa: Intervención de Manuel Vicente.

1) El concepto opción por los pobres fue enunciado por el Episcopado Latinoamericano en Medellín, 1968. En 1979, aparece como opción preferencial por los pobres. Finalmente en 1992, opción preferencial y no excluyente por los pobres. En América Latina aprendía a vivir la opción por los pobres como una forma de ser persona y de ser creyente.

2) Libertad ante la ley y ante las normas morales. Para el cristiano, todo está permitido, aunque no todo es conveniente. La moral no hace bueno al hombre, sino que lo vuelve fariseo.

El concepto de libertad lo utiliza el neoconservadurismo para explotar los recursos y a las personas, un sistema económico que instala una triple C que nos envuelve y nos anestesia: crecimiento, corrupción, consumismo.

3) Pensamiento crítico. Jesús escandalizó a la gente de bien, a los bienpensantes, más que a los pecadores, y fue crucificado. El pensamiento crítico es la capacidad y el proceso de dudar de aquello que en lo cotidiano se acepta como verdadero. Para mí consiste en dudar del razonamiento supuestamente científico que niega la existencia de Dios y que coloca las creencias solo en el ámbito de las emociones.

4) Amor. Jesús se dirigía a Dios como Abba, que podemos traducir como papaíto. Si me siento amado por Dios, si tengo la posibilidad de llamarlo Abba, si considero que esto es en mí una buena noticia, esto sacará de mí lo mejor. Solo el amor, la bondad, no la ley o la moral, podrá construir una sociedad vivible y convivible, desde la diversidad.

Luis Criado presentó su exposición de forma esquemática. Enlace con la exposición completa: intervención de Luis criado

1-Punto de partida: Desde hace mucho tiempo me intriga el poder de las creencias, el poder de las ideas. Philip K. Dick, filósofo estadounidense, decía que: “la realidad es aquello que aunque dejes de creer en ello, no desaparece”.

2-Planteamiento de cuestiones: ¿Es la fe algo biológico o cultural? ¿Qué función cumplen la fe y la razón en el ser humano? ¿Por qué tantos creen en lo invisible y lo improbable?¿Qué garantías de veracidad ofrecen las religiones y cómo pueden justificarse? ¿Por qué las creencias son refractarias a la lógica? ¿Es un universal la creencia del ser humano en lo sobrenatural, entonces, ¿por qué hay ateos?

Una última: estamos en el centro del escenario y llegamos a la obra cósmica después de 13.800 millones de años, así que ¿cómo podemos imaginar que la obra trata de nosotros?

En síntesis, mi posición se apoya en tres elementos fundamentales: la ciencia, la racionalidad y los estudios sobre la religión. Los conceptos religiosos y muy especialmente los de la Teología no encajan con la razón. Si lo más valioso que tenemos es la capacidad de raciocinio, este nos impulsa a cuestionar cualquier fe.

Los estudios sobre la religión nos descubren los paralelismos y estructuras comunes de las religiones. Todo esto nos lleva a que las religiones son fruto del ser humano. Son los humanos los creadores de los dioses, no al revés.

Cuestiones finales:

El universo no tiene objetivos relacionados con las preocupaciones humanas. El ser humano es capaz de lo mejor y de lo peor. La vida es un retazo de tiempo entre dos nadas. La muerte no es una tragedia, es la consecuencia de la vida. La actual revolución tecnológica—concluyó— traerá unas consecuencias fascinantes y aterradoras al mismo tiempo.

Teófilo Portillo hizo una larga aportación, que resumo brevemente. Enlace con la exposición completa: https://proyectojesus.es/documento1.pdf)

Tanto la razón como la fe —comenzó diciendo— tienen sus logros y sus limitaciones. Hay pocas certezas, la inmensa mayoría de las cosas que pensamos son dudosas y discutibles. Asuntos claves como el amor, la esperanza, la muerte, el sentido de la vida, el deber…se nos presentan como un misterio. La hermandad universal y la solidaridad humana son la base de nuestra interpretación del mundo. La fidelidad creadora como actitud en la vida e incluso, fidelidad rebelde. La peor esclavitud es que nos quiten la esperanza. La felicidad implica una vivencia de relaciones humanas positivas con los demás (amar y ser amado). Merece la pena una vida tras las pistas de Jesús de Nazaret, incluso para el no creyente. La fe cristiana acepta a Jesús de Nazaret como una presencia especial de la divinidad entre los humanos. Dios no está callado, nos habla continuamente. Lo importante es tener los oídos abiertos. Hay que reconocer los límites de nuestro conocimiento y de nuestro lenguaje al hablar de Dios. Procuro ir al núcleo del evangelio sin abandonar el espíritu crítico. En todos los campos de la vida hay muchas cosas que no se entienden y eso no nos impide vivir con alegría y paz.

Siguió un coloquio en el que, más que preguntas, se hicieron aportaciones muy variadas e interesantes. Seguidamente fuimos a tomar una tapa y siguió el diálogo y la convivencia.

Miguel F. V.