lunes, 20 de junio de 2022

El ataque del Papa contra los "encajes" en la Misa

Durante un encuentro con sacerdotes y obispos de Sicilia, el Papa Francisco expresó su preocupación por la implementación de las reformas litúrgicas del Vaticano II

Fuente:   La Croix International

Por Loup Besmond de Senneville

Ciudad del Vaticano

10/06/2022

"Sí, a veces podemos usar un poco del encaje de la abuela, pero solo a veces. Y es para rendir homenaje a la abuela, ¿verdad? Lo has entendido todo, ¿verdad?" dijo el Papa. (Foto ilustrativa: T0M15/ STOCK.ADOBE.COM)

El Papa Francisco ha reprendido gentilmente a los sacerdotes y obispos de Sicilia por usar atuendos litúrgicos y varios otros atavíos retrógrados que anteceden a las reformas del Concilio Vaticano II.

"Déjenme ser claro", dijo al grupo durante una audiencia el jueves en el palacio papal. "Todavía hay encajes y birretes...""¿Pero dónde estamos? ¡Sesenta años después del Concilio!", exclamó.

Durante esta audiencia, Francisco confirmó que está "preocupado" por la implementación de las reformas conciliares en la isla italiana.

"No voy a misa allí, pero he visto fotos", explicó, al comentar sobre las vestimentas litúrgicas anteriores al Vaticano II que usaban algunos sacerdotes.

"Sí, a veces podemos usar un poco de encaje de la abuela, pero solo a veces. Y es para rendir homenaje a la abuela, ¿verdad? Lo has entendido todo, ¿verdad?" dijo el Papa.

“Es bueno rendir homenaje a la abuela, pero es mejor celebrar a la Madre, a la santa Madre Iglesia, y como nuestra Madre Iglesia quiere ser celebrada”, agregó.

 

Liberar la "piedad popular" de las supersticiones

El Papa expresó su preocupación de que la "insularidad" impida una "verdadera reforma litúrgica". Pero también animó a los sacerdotes a liberar la "piedad popular" de "todos los gestos supersticiosos".

“La piedad popular es una gran riqueza y debemos custodiarla, acompañarla para que no se pierda. También debemos enseñarla”, dijo Francisco.

Como suele hacer, el Papa también alentó a los sacerdotes a evitar los "sermones que hablan de todo y de nada" y que duran más de ocho minutos.

"Tenga en cuenta que después de ocho minutos, la atención disminuye y la gente quiere sustancia", insistió.

"No sé cómo predican los sacerdotes sicilianos, si predican como se sugiere en Evangelii gaudium , o si predican de tal manera que la gente sale a fumar un cigarrillo y luego regresa", dijo Francisco, refiriéndose a su exhortación apostólica de 2013.

Sus comentarios se hicieron eco del malestar que ha expresado en otras ocasiones por ciertas formas de liturgia, en particular vinculando la forma preconciliar de la misa con una época pasada, o que se está desvaneciendo.

 

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