Curas y colectivos cristianos de Bizkaia participan en una campaña para que el Papa permita que las diócesis locales intervengan en la elección de sus prelados.
Participan en una campaña para que el Papa permita que las diócesis locales intervengan en la elección
Los nuevos aires progresistas que parece insuflar Francisco en
su pontificado han movilizado a amplios sectores de la Iglesia que
demandan al Sumo Pontífice que escuche la opinión de las diócesis
locales a la hora de nombrar obispos. Una corriente a la que se han sumado el Foro de Curas de Bizkaia y el colectivo Redes Cristianas. Esta campaña expresa el malestar por el procedimiento de Roma para nombrar obispos que obvia la participación de los órganos de corresponsabilidad de la Iglesia.
Un resquemor que, en Bizkaia, ya quedó patente hace tres años a raíz del nombramiento de Mario Iceta como obispo titular de Bilbao, que se sustanció con la carta que firmaron 677 sacerdotes quejándose del déficit democrático en la elección del prelado.
La Permanente del Foro de Curas de Bizkaia expresa así su apoyo a los grupos católicos de Estados Unidos en su petición al Papa Francisco para que todos los católicos en el mundo elijan, en unión con el clero local, a sus propios obispos, recuperando una tradición casi bimilenaria. Sin embargo, desde hace años la principal estrategia del Vaticano en todo el mundo ha sido el asegurarse un episcopado obediente a Roma y numerosas iglesias locales se han rebelado por no haber sido oídas, "ni tan siquiera informadas", por la curia vaticana.
Los mensajes lanzados por el Papa en la Jornada Mundial de la Juventud de Brasil inquietan al ala más conservadora y ponen en aprietos a los inmovilistas de la Conferencia Episcopal Española, pero el cambio parece imparable. Los expertos esperan que la batalla de la renovación en la Iglesia católica empiece en España con el relevo del cardenal Rouco Varela, próximo a cumplir los 77 años, dos años más de la edad de jubilación, y confían que con el nuevo nombramiento, El Vaticano confirme el cambio de estrategia.
Lo expresa con claridad Juan María Lechosa, párroco de la Sagrada Familia de Bilbao y administrador en otras tres parroquias. "A poco que el Papa Francisco ha dejado entreabierta la puerta del Vaticano para introducir una reforma de la Curia, se ha formado una larga cola de demandas que pugnan por entrar en la agenda de Papa". Nombramiento de Iceta Revivir la polémica Para Lechosa, una de esas reclamaciones "es la que desde nuestra Diócesis se ha ido planteando sin ningún éxito, por cierto, desde los tiempos de Antonio Añoveros en 1971 y que se ha ido repitiendo en los sucesivos nombramientos que se nos han impuesto, no solo sin contar con la participación del pueblo de Dios, sino, en la mayoría de los casos, en contra del perfil de obispo que se demandaba en nuestra Diócesis". Estas palabras de Lechosa reviven la polémica suscitada tras la designación de Mario Iceta como obispo, primero auxiliar y luego titular de Bilbao, en el seno de la Iglesia vizcaina.
El debate vino propiciado por la percepción de que Roma estaba imponiendo un representante del catolicismo conservador español, alejado de las coordenadas ideológicas y culturales dominantes en el clero vasco. En opinión de Lechosa, "nosotros siempre hemos dicho que lo que nos mueve a hacer una y otra vez esta denuncia no es por ir en contra de las personas, sino por ir en contra del sistema de nombramientos que margina al pueblo de Dios y favorece el nepotismo en la promoción de presbíteros al episcopado".
Y es que, a su juicio, "no ha sido la experiencia pastoral la que ha motivado la elección, en muchos de los casos, sino los servicios prestados y la garantía de sumisión lo que ha hecho valer sus candidaturas". Las afirmaciones de Lechosa abundan en el planteamiento de algunos colectivos cristianos que reivindican una participación mayor de la Diócesis "en el discernimiento del perfil y de los nombres de las personas adecuadas para ejercer la responsabilidad de este servicio". El colectivo Redes Cristianas es muy beligerante en la defensa de esta tesis. "Pensamos que teológicamente más importante que la intervención del Papa en la elección de un obispo diocesano es la participación de la Iglesia local.
Es, pues, necesario articular ya un mecanismo de participación democrática. Si no se puede llegar de momento a la utopía que refleja la Tradición Apostólica, deberíamos empezar a dar ya los primeros pasos. Y es importante no imponer desde fuera un obispo que la Iglesia local no quiere", afirman. A la espera de un nuevo rumbo Pendientes de Madrid Todas las miradas están puestas ahora en el relevo del arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Rouco Varela, que presumiblemente marcará el camino de la nueva era Bergoglio. Rouco lleva tres mandatos liderando el episcopado, solo igualado por el cardenal Tarancón, e impregnando un sello reaccionario desde el ala más conservadora de la Iglesia española.
Ante la rumorología de que podría ser Antonio Cañizares su sucesor, la Diócesis de Madrid ha organizado una recogida de firmas para evitarlo. "La Iglesia de Madrid y toda la Iglesia española está profundamente necesitada de otros aires que estén en sintonía con el que empieza a soplar desde Roma", manifiestan. Para Redes Cristianas, "con el nuevo aire que está impulsando desde Roma el Papa Francisco, creemos que ha llegado el momento oportuno para que la Diócesis de Madrid asuma su responsabilidad en la elección de su obispo. No es nuestro cometido trazarle a una Iglesia madura como la de Madrid ningún procedimiento concreto. Simplemente queremos recordarle que esta tarea es algo que le corresponde y que, a estas alturas de la Historia, no debería distanciarse de los procedimientos al uso que se siguen en cualquier sociedad democrática", se recuerda.
Original:
http://www.deia.com/2013/08/10/sociedad/euskadi/francisco-queremos-otro-obispo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Identifícate con tu e-mail para poder moderar los comentarios.
Eskerrik asko.