CL.H. con Radio Vaticano
La ciudad de Orlando, en
Florida, acoge, desde el martes 13 hasta el viernes, 17 de agosto de 2013,
la asamblea anual de la
Conferencia de las Superioras Religiosas de los Estados
Unidos (LCWR), la organización que representa al 80 % de las 57.000
religiosas americanas. La reunión se celebra con la presencia del delegado de la Santa Sede, monseñor Peter
Sartain. El arzobispo de Seattle fue el encargado de realizar “la evaluación
doctrinal” de la LCWR,
una tarea ejecutada entre 2009 y 2012 por encargo de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
La Congregación romana reprocha a las
religiosas americanas haberse alejado del núcleo de la vida consagrada,
de la persona del Cristo y de haber publicitado posicionamientos
doctrinales alejados del magisterio eclesial.
La “evaluación apostólica”
finalizó con la redacción de un informe crítico en el que se proponía una
reforma de la LCWR,
a la vez que se invitaba a las religiosas a cooperar plenamente con los obispos
y obedecer el magisterio eclesial. Los autores de la investigación alababan el
trabajo de las religiosas en los hospitales, en las escuelas e instituciones
benéficas, pero urgían a que la LCWR
quedara bajo la dirección de la
Santa Sede y a que no asumieran posicionamientos doctrinales en
desacuerdo con el magisterio de la iglesia.
“Serias incomprensiones” entre el Vaticano y la LCWR
Recientemente, el papa
Francisco ha apoyado las conclusiones de esta investigación. En mayo de 2013,
en Roma, con ocasión de la asamblea plenaria de la Unión Internacional
de las Superioras Mayores, la presidenta de la Conferencia, sor Florence
Deacon, constató la existencia “serias incomprensiones” que interfieren la relación
actual entre el Vaticano y la
LCWR: “Hemos sido consideradas como responsables de haber
abordado asuntos que no entran en el ámbito de nuestra competencia”.
“Nos preguntamos sobre
lo que realmente ha sido notificado al Papa”, se ha preguntado sor Florence
Deacon, entendiendo que las reservas contra la LCWR procedían
más de los obispos americanos que de Roma.
Por su parte, el Prefecto
de la Congregación
para los Institutos de Vida Consagrada, el cardenal brasileño Joao Braz de
Aviz, antiguo arzobispo de Brasilia, manifiesto a las religiosas reunidas en
Roma, el domingo 5 mayo, que este expediente “le había provocado un gran dolor”.
Reveló que “este expediente, que tendría que haber sido discutido conjuntamente
con la Congregación
para la Doctrina
de Fe, no lo fue”. Y manifestó seguidamente: “He obedecido al Santo Padre, pero
esto ha sido muy doloroso para mí, y no he tenido el coraje de decirlo”.
“Tenemos que cambiar este modo de proceder, ha continuado. Los cardenales no
deben erosionar la confianza que se deben los unos a los otros”.
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