Fuente: La Vanguardia
Por David Asta Alares
25/08/2023
Nueva Delhi, 25 ago (EFE).- ¿Hacia dónde debe mirar el sacerdote cuando oficia misa, hacia el altar y de espaldas a los asistentes o de cara al pueblo? La cuestión tiene a medio millón de católicos pertenecientes a la iglesia católica siro-malabar en la India al borde del cisma.
Entre amenazas de excomunión y protestas, incluyendo el lanzamiento de objetos contra un arzobispo eslovaco enviado a la India como delegado del papa Francisco, la disputa se ha convertido en un tira y afloja entre los que reclaman uniformidad en la Iglesia y los que piden respetar la libertad de culto.
DÉCADAS DE CONTROVERSIA
La controversia, en una de las 23 iglesias orientales "sui juris" o con cierta autonomía para gestionar sus asuntos que integran la Iglesia católica, se remonta a hace décadas.
En particular, al Concilio Vaticano II de 1962 a 1965 donde se decidió que el sacerdote pasara de "dar la espalda" a los fieles a mirarles de frente, explicó a EFE el portavoz de la iglesia siro-malabar, Antony Vadakkekara. Pero el conflicto estalló durante la pandemia del coronavirus.
Haciendo uso de su autonomía para regular sus ritos, el sínodo de obispos de la iglesia siro-malabar decidió en 1999 "encontrar una solución para ambas tradiciones (...) la fórmula del 50-50", según Vadakkekara.
Una forma de celebrar la misa diferente de la celebrada actualmente en la Iglesia latina presidida por el papa, donde el sacerdote mira todo el tiempo hacia el público, y que fue reforzada por Francisco en 2021 en un golpe a los tradicionalistas acérrimos de la vieja misa latina.
Así, en teoría, en la iglesia siro-malabar el cura mira a los fieles durante la lectura, hacia el altar durante la consagración, y de nuevo hacia el público después.
¿Todos contentos? Pues no realmente.
La archidiócesis de Ernakulam-Angamaly ignoró la liturgia aprobada por el sínodo y decidió continuar con su tradición de dar toda la misa de cara a los congregados. Ernakulam-Angamaly, situada en el estado sureño de Kerala, que agrupa a medio millón de los cinco millones de seguidores de la iglesia siro-malabar y es por tanto la mayor de las 35 diócesis.
El verdadero problema llega ahora, dos décadas más tarde, después de que la pandemia del coronavirus forzase a cerrar las iglesias por miedo al contagio y las misas fueron retransmitidas por internet.
"La gente se dio cuenta de que hay dos formas de dar la misa, así que algunos escribieron al Vaticano para pedir un modo uniforme", dijo Vadakkekara.
El papa Francisco apoyó la misa uniforme, según el portavoz de la iglesia siro-malabar, pero los intentos de imponer esta medida se vieron frustrados por la resistencia de la gran mayoría de los sacerdotes y el apoyo de los cristianos de la archidiócesis.
La cuestión ya había provocado protestas varias a lo largo de los años, pero nada en comparación con las desatadas por la llegada el pasado 4 de agosto del arzobispo eslovaco Cyril Vasil, enviado directamente por el Vaticano.
Vasil, recibido con "insultos muy desagradables" y que incluso fue objeto del "lanzamiento de botellas" al intentar entrar escoltado por la Policía en la Catedral basílica de Santa María en Ernakulam, dio un ultimátum a los sacerdotes.
"Para el 20 de agosto, se esperaba que celebraran la misa de forma uniforme en todas las iglesias", dijo Vadakkekara, que espera que las diferencias no conduzcan a un cisma.
El diario indio Hindustan Times informó el pasado miércoles que la iglesia transfirió a cuatro curas como castigo por no respetar el ultimátum.
AMENAZA "MEDIEVAL" DE EXCOMUNIÓN
Para el teólogo y sacerdote indio Felix Wilfred, la pena última implícita "no es nada menos que la excomunión, lo que es absolutamente extraño en estos tiempos", dijo a EFE.
"Se trata de una forma de actuar medieval para forzar la obediencia", lamentó, "completamente contraria" al espíritu del papa Francisco.
Entre la controversia de si el enviado del pontífice ha llegado a la India a imponer la autoridad de la Iglesia o a dialogar, Wilfred lamentó su contundente forma de actuar, que crea divisiones en la comunidad cristiana en un contexto de amenazas contra las minorías en la India por el surgimiento del nacionalismo hindú.
Curiosamente, la uniformidad impuesta por la iglesia recuerda al teólogo al sistema de castas.
"Es así en la forma en que imponen una regla estricta de la que no puede salir. Obediencia y uniformidad, o de lo contrario está la excomunión, y esto se parece mucho al sistema de castas en la India", dijo.
Una postura opuesta a la defendida por Vadakkekara, para el que "la disciplina es muy importante en cualquier comunidad o sociedad y especialmente en la Iglesia". EFE
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