Comisión Permanente del
Foro de Curas de Bizkaia
Comisión de Paz y
Reconciliación del Foro de Curas de Bizkaia
El
próximo 13 de octubre, en Tarragona, 523 personas recibirán el honor de los
altares como mártires durante la guerra civil española. El año 2007 ya se hizo
con otras 498.
No
tenemos dificultades en reconocer que fueron asesinadas por defender sus
creencias religiosas y que, por eso, sean reconocidas como mártires.
Pero,
sí las tenemos cuando comprobamos que en el listado se ignora a otros mártires
(sacerdotes y religiosos) que fueron igualmente ejecutados por los vencedores
de la contienda civil. Y que lo fueron por fidelidad y servicio a la fe del
pueblo de Dios.
Queremos
recordar en estas fechas lo que los obispos de Bilbao, Vitoria y San Sebastián
escribieron el 30 de junio de 2009 cuando se recordó en la catedral de Vitoria a
los 14 curas ejecutados por los
vencedores de la guerra y nos invitaron a “Purificar la memoria, servir a la
verdad, pedir perdón”:
“con ocasión
de la beatificación en Roma, el día 28 de octubre de 2007, de 498 mártires del
siglo XX en España (bastantes de los cuales eran originarios de nuestras
diócesis) así como en otras ocasiones anteriores y posteriores, se nos ha recordado
que catorce sacerdotes (también de nuestras diócesis) fueron ejecutados en los
años 1936 y 1937 por quienes vencieron en aquella contienda. No se hicieron por
ellos los debidos funerales y en la mayor parte de los casos no se registró su
muerte en el Boletín Oficial diocesano. Los obispos de las diócesis de Bilbao,
San Sebastián y Vitoria hemos escuchado la petición que se nos ha dirigido,
hemos reconocido las razones y hemos considerado oportuno cumplir este deber pendiente
(…).
(En aquella
guerra civil) centenares de personas fueron ejecutadas, víctimas de odios y
venganzas. Recordándolas a todas, la presente declaración pretende traer de
modo especial a la memoria a aquellos presbíteros que, habiendo sido ejecutados
por los vencedores, han sido relegados al silencio. Se trata, en concreto, de
los siguientes: Martín Lecuona Echabeguren, Gervasio Albizu Vidaur, José
Adarraga Larburu, José Ariztimuño Olaso, José Sagarna Uriarte, Alejandro
Mendicute Liceaga, José Otano Míguelez C.M.F., José Joaquín Arín Oyarzabal,
Leonardo Guridi Arrázola, José Marquiegui Olazábal, José Ignacio Peñagaricano
Solozabal, Celestino Onaindía Zuloaga, Jorge Iturricastillo Aranzabal y Román
de San José Urtiaga Elezburu O.C.D.
No contaron
con una celebración pública de exequias. En el Boletín Oficial y en el registro
diocesano de sacerdotes fallecidos solamente constan los nombres de los dos
primeros, ejecutados antes de la salida forzosa de la Diócesis del obispo D.
Mateo Múgica. Tampoco figuran como fallecidos en los libros parroquiales
correspondientes”.
Son
unas palabras que las próximas beatificaciones de Tarragona han vuelto a poner
de actualidad.
Entendemos,
por eso, que es necesario recordar, una vez más, que “servir a la verdad” pasa
por traer a la memoria a todos los mártires y, particularmente, a los
nuevamente olvidados. Es un recordatorio que también nos lleva exigir a
nuestras autoridades eclesiales que lo subsanen cuanto antes.
Si
se quiere que las beatificaciones sean realmente católicas y favorezcan la
reconciliación, no es de recibo tanto silencio y olvido.
Bizkaia, 11 de octubre
de 2013
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