martes, 22 de enero de 2013

Yo estuve en Bilbao

Joxe Arregi
 
Estuve en la manifestación del sábado día 12, bajo el lema Derechos humanos. Solución. Paz. Presos y presas vascos a Euskal Herria. Con todo mi respeto a quienes comparten el lema pero no la manifestación y a todos los que no comparten ni el lema ni la manifestación, quiero exponer con franqueza y sencillez por qué estuve en Bilbao.
 
1. Al igual que una inmensa mayoría de la ciudadanía vasca, reclamo cambios sustanciales en la política penitenciaria, empezando por el fin de la dispersión, la derogación de la doctrina Parot y la liberación de los presos gravemente enfermos. La dispersión castiga injustamente a las familias. La doctrina Parot ha sido unánimemente declarada ilegal por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. El mantenimiento en prisión de un preso gravemente enfermo contradice el sentido de la prisión según la Constitución: prevención y reeducación/reinserción. Las tres medidas fuerzan el derecho vigente. Y, sobre todo, vulneran los derechos humanos de los presos.

2. Pues sí, todos los presos -aun cuando hubieren cometido los peores delitos-son sujetos de derechos humanos. Dios puso una señal en la frente a Caín el asesino, para que nadie le hiciera daño. Es preciso defender todos los derechos humanos de todas las personas, cuando es políticamente oportuno y cuando no lo es. Con un único límite: los derechos superiores de otras personas (o de otros seres). Pienso que las medidas señaladas no vulnerarían ningún derecho ajeno superior, luego son de justicia.
Al igual que una inmensa mayoría de la ciudadanía vasca, reclamo cambios en la política penitenciaria
3. ¿Y las víctimas? Se ha dicho que quienes asistimos a la manifestación de Bilbao hemos despreciado y afrentado a las víctimas de ETA. Me duele escucharlo. Me conmuevo y me inclino ante todas las víctimas de ETA (y ante las otras víctimas, las de la violencia del aparato estatal o paraestatal), y les pido perdón. Y de todo corazón les digo: "Queremos estar junto a vosotros, vosotras, hasta que vuestra herida deje de sangrar. No permitáis que intereses ajenos a vosotros mantengan abierta vuestra herida. El odio y la venganza y el aumento del castigo que predican algunos no curarán vuestra memoria. Solo os aliviará el bálsamo de la compasión que a vosotros se os negó".

4. Se ha dicho que quienes asistimos a la manifestación justificábamos a ETA. Tal vez algunos querrían que fuera verdad, pero es mentira. Muchísimos de los que estuvimos allí, desde hace muchos años, hemos denunciado en privado y en público, de palabra y por escrito, el terrorismo de ETA. Y quien haya condenado SIEMPRE TODOS los terrorismos, que tire la primera piedra. Recordemos, sí, el pasado, para no repetirlo. Demos tiempo a cada uno para contar y desahogar las angustias padecidas. No olvidemos el pasado, pero sanemos la memoria. Y construyamos el futuro con sabiduría, con paciencia, con grandeza de ánimo.

5. Se ha dicho también que la manifestación estaba manipulada por la izquierda abertzale. Es posible. Pido que nadie margine a los presos que se acogen a la "vía Nanclares", por la que el Gobierno español ofrece la excarcelación a cambio de una desvinculación pública de ETA, petición de perdón, pago de la responsabilidad civil a las víctimas colaboración con la justicia. Pero si solo asistiera a manifestaciones impolutas, siempre me quedaría en casa. ¿Y acaso la "vía Nanclares", siendo justa, no está manipulada?

6. He oído decir y he leído que la manifestación del sábado no servirá de nada. Es muy posible, pero sería injusto y lamentable. Como sería injusto y lamentable que solo apoyáramos los derechos humanos cuando fuéramos a tener éxito. Por supuesto que harán falta muchas cosas además de las pancartas. Muchas voluntades e instrumentos de paz serán necesarios para construir un futuro común. Y creo que todos podemos quererlo y hacerlo, y que sumando esfuerzos lo podremos conseguir.

"Bienaventurados los que buscan la paz -dijo Jesús-, pues ellos serán hijos de Dios", hijos e hijas de la Paz. Solo quien busca la paz vivirá en paz.

1 comentario:

  1. José Ignacio Calleja23 de enero de 2013, 12:13

    Querido Joxe, comparto tus argumentos,y la conclusión sobre la paz justa y curativa para todos; discrepo en dos aspectos y te los ofrezco. Uno, que pedir perdón a las víctimas tiene que traducirse en hechos sacramentales; no son ellas las que deben determinar cómo politicamente les pedimos perdón, pero sí nosotros exigirnos en qué acciones de hecho pedimos perdón; la manifestación, a mi juicio, no lo es para la mayoría de ellas. Las hay al contrario y con el mismo defecto, desde luego.

    Y la segunda reserva es que a ETA la manifestación no le exige nada; entiendo que se da por hecho que ETA, con su alto el fuego permanente, ya ha hecho lo que le corresponde; yo creo que nos debe más que "no matar" y plantearnos su salida; no espero una arrepentimiento político y ético, masivo y solemne - no soy tan ingenuo en política -, pero sí comenzar a reconocer que se han cometido barbarides; con las explicaciones que se quiera, pero barbaridades éticas y políticas contra gente inocente; mi opinión es que esta manifestación, - justa en su causa -, encaja en una estrategia que terminará en exaltación local, - cada uno en su lugar de origen y sucesivamente -, de la mayoría de los miembros de ETA. A ver si me equivoco o acierto en diez años. Lo converso con gente que los ama, y "con menos, no". Por eso creo que el amor cristiano exige ética y políticamnte un poco más de universalidad crítica en los medios pacificadores que la manifestación.
    Por eso no fui a Bilbao. Un abrazo.

    ResponderEliminar

Identifícate con tu e-mail para poder moderar los comentarios.
Eskerrik asko.