El director de la organización eclesiástica advierte de las consecuencias por el freno de proyectos de ley del sector social que debían financiarse con las cuentas de la Generalitat
Fuente: El Periódico
Por EFE
14/04/2024
El nuevo director de Cáritas Diocesana de Barcelona, Eduard Sala, ha reprochado a los políticos catalanes su "irresponsabilidad" al no lograr aprobar los presupuestos de la Generalitat para este año, lo que ha provocado que varios proyectos de ley relacionados con el tercer sector social hayan quedado sin aprobar en el Parlament. En una entrevista concedida a EFE, Sala se ha mostrado indignado con la falta de acuerdo de los políticos catalanes y ha considerado que lo que ha sucedido es "inconcebible".
"No nos merecemos a estos políticos, funcionan como si les fuese posible perder el tiempo de todos", ha indicado, para añadir que los presupuestos propuestos, especialmente los de Derechos Sociales, eran "los más expansivos de la historia y ahora ya veremos cuándo volvemos a tener algo así". Además, la convocatoria de elecciones para el 12 de mayo ha supuesto dejar en la 'cuneta' varios proyectos de ley relacionados con el tercer sector social, que se debatían hacía meses en el Parlament, como la ley para erradicar el sinhogarismo o la reforma de la Renta Garantizada de Ciudadanía, además del traspaso del Ingreso Mínimo Vital.
En su opinión, los políticos deben tener la capacidad "de ponerse de acuerdo con personas que no piensan como ellos", especialmente para "hacer políticas sociales que valgan la pena" y ayuden a las personas que más lo necesitan. "La alternativa al acuerdo es la nada. Yo los enviaría al rincón de pensar [a los políticos]", para que reflexionaran que quien paga la situación es la ciudadanía, zanja Sala.
Un millón de personas excluidas
Según datos de Cáritas, actualmente en la diócesis de Barcelona casi un millón de personas se encuentran en exclusión social. Son tres puntos más que la media de Cataluña (29,10 %) y casi nueve puntos más que la del conjunto de España (23,4 %).
Un 26,2 % de la población -unas 725.000 personas- paga un gasto excesivo de vivienda en Barcelona y su entorno, lo que implica que se encuentren en una situación de pobreza extrema una vez han hecho frente a los gastos de vivienda y suministros. Con un presupuesto de unos 23 millones de euros anuales, que previsiblemente este año aumente, Sala ha descrito a Cáritas como "una barquita en medio del naufragio del Titanic".
Cáritas destina cada año 2,1 millones de euros sólo a ayudas directas para la vivienda. Cuenta con 397 pisos para familias o personas solas y 44 pisos más compartidos, destinados a mujeres víctimas de violencia machista, personas con problemas de salud mental, con discapacidad o personas mayores sin recursos. "Disponemos de unas 2.000 plazas (camas) para las personas que atendemos pero necesitaríamos entre 20.000 y 30.000 cada día para poder llegar a todos" los que piden ayuda, ha asegurado.
El nuevo director ha agradecido a la Obra Social de la Caixa que mantenga proyectos que solo con las subvenciones de las administraciones no habrían podido tirar adelante, a pesar de "las grandes contradicciones" que suponen que, por otra parte, la entidad bancaria desahucie a personas de sus viviendas, ha puntualizado. Ha lamentado que hayan desaparecido otras obras sociales vinculadas históricamente a las cajas de ahorro catalanas, también desaparecidas por la reorganización bancaria, y ha considerado que los bancos deberían devolver el dinero público que les rescató en 2012.
"Fatiga de compasión"
En cuanto a sus objetivos, Sala ha indicado que apuesta por impulsar acuerdos con otras fundaciones para poder llegar a más personas que necesitan ayuda, conseguir nuevos donantes y más donaciones "ante la fatiga de la compasión que hemos detectado". También se plantea convertir en espacios de atención polivalentes todas las sedes de Cáritas que se puedan adaptar, y abrirlas mañana y tarde, sábados y domingos.
Se trata "de ir hacia un modelo diferente, fomentar espacios de relación y trabajo comunitario" y tener más presupuesto, indica Sala. Ha asegurado que cuenta para ello con la "confianza absoluta" del arzobispo, Juan José Omella, y de los obispos de la Diócesis de Barcelona. Eduard Sala ha sustituido en el cargo a Salvador Busquets y sigue la estela iniciada en 1993 cuando se nombró a una persona laica, Pilar Malla, para ser directora de Cáritas Diocesana de Barcelona.
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