El papa Francisco condena "toda manifestación de odio contra los judíos y el judaísmo"

En una carta dirigida el viernes 2 de febrero, y publicada al día siguiente, a los judíos de Israel, el papa dice estar muy preocupado "por el terrible aumento de los ataques contra los judíos en todo el mundo". Hizo un llamamiento a judíos y católicos para que "trabajen juntos por la paz y la justicia".

Fuente:   La Coix.com

Por   Loup Besmond de Senneville

Roma

05/02/2024

Por Odelia Cohen.@Adobe Stock

Durante meses, los implicados en el diálogo entre judíos y cristianos han estado esperando una señal del papa. En una carta publicada el sábado 3 de febrero, el papa Francisco se ha dirigido a los "judíos que viven en Israel" por primera vez desde el inicio del ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre. En la carta, fechada el 2 de febrero, el papa promete su apoyo y cercanía, sobre todo ante los actos antisemitas, que aumentan en todo el mundo.

"Es evidente que esta guerra ha suscitado actitudes de división en la opinión pública mundial, que a veces desembocan en formas de antisemitismo y antijudaísmo", lamenta Francisco. Antes de condenar "inequívocamente" "las manifestaciones de odio hacia los judíos y el judaísmo", definiéndolas como "un pecado contra Dios".

 

"Estamos muy preocupados"

"Junto con vosotros, nosotros, los católicos, estamos muy preocupados por el terrible aumento de los ataques contra los judíos en todo el mundo", escribe el papa.

Francisco hace especial hincapié en el "vínculo" entre católicos y judíos. "La relación que nos une a ustedes es especial y única, sin oscurecer nunca, por supuesto, la relación que la Iglesia tiene con los demás y el compromiso que asume también con ellos", se lee en la carta de una página y media.

Como ha hecho regularmente desde el comienzo de la guerra, también pide el regreso de los rehenes secuestrados por Hamás el 7 de octubre, por los que dice estar rezando. Y aboga por la paz: "Debemos hacer todo lo posible por promoverla, rechazando toda forma de derrotismo y desconfianza. Debemos dirigirnos a Dios, única fuente de esperanza cierta".

 

"Queremos trabajar juntos por la paz y la justicia"

Judíos y católicos, prosigue Francisco, deben esperar juntos "un horizonte futuro en el que la luz sustituya a las tinieblas, la amistad al odio y la cooperación a la guerra". "Debemos hacerlo, empezando por Tierra Santa, donde queremos trabajar juntos por la paz y la justicia, haciendo todo lo posible para crear relaciones que puedan abrir nuevos horizontes de luz para todos, israelíes y palestinos", exhorta Francisco.

Aunque Francisco ha recibido a las familias de los rehenes israelíes y a varios grupos de rabinos en los últimos meses, nunca había hecho un llamamiento tan amplio desde el 7 de octubre. Esta prudencia ha suscitado inquietudes, incluso en el propio Vaticano. Una fuente vaticana ha declarado a La Croix en noviembre que Francisco temía que cualquier llamamiento contra el antisemitismo fuera utilizado por el gobierno israelí como una señal de apoyo político al gobierno de Benyamin Netanyahu.

El papa nunca ha ocultado sus críticas al primer ministro israelí y a la ofensiva israelí en Gaza. En privado, llegó a calificar de "terrorista" la acción militar israelí en la Franja, como había hecho con el atentado de Hamás. Un paralelismo que también se produjo el 22 de noviembre, cuando el papa se reunió por separado con familiares de rehenes israelíes y con una delegación de parientes de palestinos que viven en la Franja de Gaza. "No es una guerra, es terrorismo", repitió a los dos grupos.

Estos comentarios provocaron la ira y las protestas de las autoridades israelíes. Pero la audiencia concedida el viernes 2 de febrero al embajador israelí ante la Santa Sede pareció marcar una distensión en las relaciones entre ambas partes.

Desde el comienzo del conflicto, Francisco ha pedido regularmente un alto el fuego y la liberación de los rehenes israelíes. También mantiene una relación muy estrecha con una comunidad de monjas con sede en Gaza, con las que habla todos los días por videollamada, si las conexiones lo permiten. El exarzobispo de Buenos Aires también contacta regularmente con el párroco de Gaza, que es de nacionalidad argentina.