domingo, 2 de julio de 2023

Por qué la decisión del Papa de nombrar a "Tucho" Fernández es la jugada más osada de Francisco y un mensaje dentro del Vaticano

Lo nombró a cargo de Doctrina de la Fe, el ministerio más importante de la Iglesia, y se mudará en septiembre a la Santa Sede. La resistencia de los conservadores.

Fuente:     Clarín

Por Sergio Rubin

01/07/2023


El Papa Francisco designó al arzobispo de La Plata en el ministerio más importante del Vaticano.

A más de diez años de haber sido elegido Papa, Jorge Bergoglio acaba de hacer la jugada más osada de su pontificado en cuanto a designaciones. Puso al frente del ministerio del Vaticano más importante para el quehacer interno de la Iglesia a un fiel intérprete de la revolución cultural que progresivamente lleva adelante basada en mostrar un catolicismo más abierto y menos condenatorio. Una revolución cultural que tuvo en la apertura a los católicos divorciados en nueva unión y a los gays las mayores expresiones, no las únicas.

Pero no sólo eligió a un fiel intérprete de su pensamiento -de hecho, desde siempre colaboró en la redacción de varios de sus documentos-, sino además a un clérigo joven para un cargo de la relevancia que tiene ser prefecto de la congregación para la Doctrina de la Fe -tiene 60 años-, lo que, en principio, le asegura una larga gestión. Eligió, por otra parte, a un argentino de su máxima confianza, que se convierte en el primer compatriota que lleva a un cargo de la curia romana: el arzobispo de La Plata, Víctor “Tucho” Fernández.

La carta personal que Francisco le envía a monseñor Fernández con motivo de su nombramiento confirma la línea que seguirá el nuevo prefecto. Por lo pronto, le recuerda que el ministerio que tendrá a cargo “en otras épocas llegó a utilizar métodos inmorales”. Era el tristemente famoso Santo Oficio que llevó adelante la espantosa Inquisición. “Fueron tiempos donde más que promover el saber teológico se perseguían posibles errores doctrinales. Lo que espero de vos es sin duda algo muy diferente”, le dice.

Lo “diferente” que espera el Papa de Fernández es que se dedique menos al control y más a la promoción de la doctrina.

Porque si bien le recuerda que su tarea principal es “guardar la fe”, debe agregar el cometido de “aumentar la inteligencia y la transmisión de la fe al servicio de la evangelización, de modo que su luz sea criterio para comprender el significado de la existencia, sobre todo frente a las preguntas que plantean el progreso de las ciencias y el desarrollo de la sociedad”.

En otras palabras, Francisco le dice que debe proyectar las enseñanzas de la Iglesia en las nuevas realidades y sensibilidades en un mundo de cambios vertiginosos. Y le señala a modo de recomendación un desafío que sintetiza el perfil religioso de su pontificado: “Nos hace falta -afirma- un pensamiento que sepa presentar de modo convincente un Dios que ama, que perdona, que salva, que libera, que promueve a las personas y las convoca al servicio fraterno”.

Para semejante cometido, Francisco le informó que su ministerio ya no deberá ocuparse más de los juicios a los miembros del clero acusados de haber cometido abusos sexuales ya que se acaba de constituir un tribunal específico. La congregación para la Doctrina de la Fe venía siendo la instancia final de los procesos que se iniciaban en la diócesis a la que pertenecía el imputado, lo cual la distraía en buena medida de su misión central.

"Tucho" Fernández llega con un nutrido bagaje religioso y académico. Fue párroco de la Iglesias “Santa Teresita”, de su Río Cuarto natal; decano de la Facultad de Teología de Buenos Aires; presidente de la Sociedad Argentina de Teología y rector de la UCA. Actualmente, es arzobispo de La Plata -tiene buen diálogo con el gobernador Axel Kicillof y el intendente, Julio Garro- y es presidente de la comisión de Fe y Cultura del Episcopado.

Fue, además, perito -nombrado por Benedicto XVI- de la V Conferencia de Obispos Latinoamericanos que se realizó en 2007 en Aparecida, Brasil, ocasión en la que colaboró con el entonces cardenal Jorge Bergoglio en la elaboración del documento del encuentro dado que el arzobispo de Buenos Aires había sido elegido presidente de la comisión redactora.

Pero el antecedente más significativo de Fernández es que durante años el Vaticano bloqueó la confirmación de su designación como rector de la UCA por la presión de sectores conservadores que cuestionaban sus posiciones teológicas por poco ortodoxas. Sin embargo, Bergoglio -era gran canciller de la universidad- lo sostuvo hasta que llegó la confirmación.

Por lo demás, su afinidad con Francisco le ocasionó más de una crítica de sectores políticos. Por caso, recientemente defendió “el mérito” de los cartoneros al tratar de obtener recursos, pero Miguel Ángel Pichetto lo acusó de “reivindicar el mundo cartonero y la patria de Grabois” y que “estamos perdidos con estos curas de una Iglesia clasista”.

Ahora, Francisco lo encumbró en lo más alto de la promoción de la doctrina. Con lo cual, sumado a la designación de otro obispo joven, monseñor Jorge Ignacio García Cuerva, de 55 años, como arzobispo de Buenos Aires, Francisco parece haber cerrado un círculo a nivel nacional y mundial con vistas a que trascienda el perfil de su pontificado.

 

 

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