martes, 4 de julio de 2023

El Milagro que necesita Rioja Alavesa

«¿Rioja Alavesa necesita un Milagro?”, es la pregunta sustancial que hoy formula el Blog. La respuesta nos la ofrece el sacerdote de Laguardia, Antonio Mijangos.

Fuente:   Blog Rioja Alavesa

Julio Flor / Rioja Alavesa

09/08/2021

 


“Por supuesto que Rioja Alavesa necesita un milagro”

“Espera un milagro”. La frase cambió la vida de Vicente Ferrer, la suya y la de miles de personas en Anantapur (India). ¿Debe esperarlo Rioja Alavesa, o debe hacer todo lo que esté en su mano para que el milagro se haga realidad?

Una conversación con Antonio Mijangos nos lleva a estas cuestiones. Fui yo quien trajo a la conversación el Evangelio de San Juan, -que él conoce mejor que yo-, recordando el primer milagro de Jesús de Nazaret, considerándolo el primer signo de transformación.

En un momento dado faltó vino en las bodas de Caná, por lo que María dijo a los sirvientes que hicieran lo que les indicara Jesús, que transformó el agua en vino de gran calidad. Para Juan el evangelista, esa fue la primera de las señales realizadas por Jesús.

Según refiere en su Evangelio:

«Por aquel tiempo se celebraba una boda en Caná de Galilea, cerca de Nazaret, y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y, como faltara el vino, le dice su madre a Jesús: «No tienen vino». Jesús le responde: «Mujer, ¿qué nos va a ti y a mí? Todavía no ha llegado mi hora». Dice su madre a los sirvientes: «Haced lo que él os diga».

Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Les dice Jesús: «Llenad las tinajas de agua». Y las llenaron hasta arriba. «Sacadlo ahora, les dice, y llevadlo al maestresala». Ellos se lo llevaron.

Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como ignoraba de dónde venía, llama al novio y le dice: «Todos sirven primero el vino bueno y cuando ya todos están bebidos, el inferior. Pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora».

Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus signos. Y manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos”. (Juan 2:1-13)

Entre las interpretaciones contemporáneas de este prodigio de Jesús destaca la de Rudolf Bultmann. En opinión del teólogo alemán, el autor del Evangelio de Juan tomó la historia de la boda de una leyenda pagana. En concreto, estaría basada en el poder taumatúrgico atribuido en la Antigüedad a Dioniso, al que se suponía capaz de transformar el agua en vino.

El sacerdote de Laguardia Antonio Mijangos interpreta el milagro de las bodas de Canaan diciendo que “Jesús era cercano a las necesidades de la gente, dispuesto a ayudar al amigo en algo que, incluso, no era necesario, ni fundamental, pero que era conveniente”.

“Según el Evangelio de San Juan, a Jesús le insisten. Él se resiste contestando que “su hora” aún no había llegado. Aún así, al final superó esas razones, adelantó su hora haciendo el milagro, transformando el agua de las tinajas en vino”.

Con ese milagro, “Jesús se mostró -entiende Mijangos- como un hombre cercano que vive en su pueblo, que ayuda al amigo en algo que resulta finalmente una bella anécdota”.

Antonio cuenta al Blog una vivencia personal que protagonizó precisamente en su estancia en Galilea, en el año 2014:

“Hace siete años hice una peregrinación a Caná, cerca de Nazaret, donde tuvo lugar ese primer milagro de Jesús. Allí me regalaron una botella de vino de Galilea. Con esa botella me fui a cenar a la residencia de los Franciscanos, en Jerusalén, vertiendo un dedo de vino en cada vaso, para que el vino fuera catado por todos los comensales”.

Una vez bebido aquel vino de Galilea, uno de los franciscanos le preguntó “¿Y tú que vienes de Rioja, qué opinas de este vino?” La respuesta de Antonio Mijangos no se hizo esperar: “Si éste era el vino que tenían en la boda de Caná, no me extraña que Jesús hiciera el milagro”.

Reímos ante la anécdota: “Aquel -recuerda ahora- era un vino gordo, pastoso, negro y malo”, explica Antonio, nada que ver con nuestros vinos de Rioja Alavesa».

.- Mi pregunta sustancial es si ¿Rioja Alavesa necesita un milagro?

Por supuesto que lo necesitamos. Un milagro más difícil que el que hizo Jesús al convertir el agua en vino, porque aquí no se trata de llevar a cabo esa transformación de los elementos. Aquí hay que cambiar las cabezas, las ideas, las prioridades y la sensibilidad.

.- ¿A qué te estás refiriendo más concretamente?

Me refiero a la mentalidad que tienen las grandes bodegas, donde priman los intereses privados, los intereses de empresa, los de cada dueño de la gran bodega, frente a las necesidades de las personas, del colectivo, de la gente.

Estoy pensando en las grandes bodegas que se vienen comprometiendo, por ejemplo, a pagar un precio digno por las uvas a los viticultores, y que luego no han sabido cumplir ni tan siguiera su propia palabra. Si este año, el precio de la uva sube algo, y se mejoran las perspectivas del año pasado, eso será una pequeña alegría en Rioja Alavesa… pero en la Comarca seguiremos necesitando un milagro.

Fuente de vida y esperanza

“El vino es fuente de alegría, vida y esperanza”, comienza diciéndome el catedrático de Teología en la Facultad de Vitoria, Jesús Martínez Gordo.

En conversación con el Blog, Martínez Gordo muestra su acuerdo con el teólogo alemán, Bultmann, “San Juan es el evangelista más tardío y el más tocado de platonismo. Es probable que cogiera la leyenda de otro lugar para indicar que Jesús era fuente de vida y de esperanza… Pero lo importante es lo que se quiere comunicar. Lo accidental es la pedagogía que se usa para ello”.

.- ¿Qué Milagro precisa Rioja Alavesa?

En los milagros lo importante no son las alteraciones del orden, sino su capacidad para ser signos del proyecto de Jesús sobre este mundo. En este caso el recurso a las bodas de Caná no es más que una señal de que Jesús es fuente de vida y de esperanza porque sus seguidores están llamados a ser hermanos y por tanto a que nadie pase necesidad.

.- “En caso de duda -decía Pedro Casaldáliga-, ponte de lado de los pobres”.

Quién pasa hambre o necesidad no puede ser feliz ni vivir la vida como anticipo de la vida en plenitud a la que estamos convocados, y de la que Jesús es la anticipación por excelencia.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Identifícate con tu e-mail para poder moderar los comentarios.
Eskerrik asko.