viernes, 21 de julio de 2023

Torreciudad: el conflicto que puede llevar al Opus Dei y al obispado de Barbastro a enfrentarse en los tribunales

Ambas instituciones discrepan sobre el estatus jurídico del santuario, la propiedad de la ermita original y el canon que debe recibir la diócesis

El obispo nombró unilateralmente a un nuevo rector, una decisión que la Prelatura considera ilegítima

La diócesis de Barbastro toma el control del santuario de Torreciudad, vinculado al Opus Dei desde hace cincuenta años

De 19,23 euros al año a más de medio millón, el canon por Torreciudad que enfrenta al Opus y la diócesis

Fuente:   ABC

Por    JoséRamón Navarro-Pareja

Madrid

19/07/2023


Procesión de la Virgen de Torreciudad en las inmediaciones del santuario durante la jornada mariana de la familia de 2022 ABC

Cuando apenas tenía dos años —en 1904— los padres de José María Escrivá Albás (como constaba entonces en su partida de bautismo), le llevaron en peregrinación a la ermita de Torreciudad para agradecer su curación de una grave enfermedad. Desde entonces, el lugar —una ermita del siglo XI junto a los restos de una torre de vigilancia árabe que le da nombre— estuvo vinculado al fundador del Opus Dei, aunque sólo lo visitó en otras dos ocasiones: en 1970 cuando las obras del nuevo santuario ya estaban iniciadas y en mayo de 1975, un mes antes de morir. Entonces, bendijo el altar de un templo que se encontraba en la fase final de construcción. De hecho, se inauguraría dos meses después, el 7 de julio, con una misa de sufragio por el alma de Escrivá de Balaguer, que había fallecido dos semanas antes.

Ahora, Torreciudad, gestionado desde los años sesenta por el Opus Dei, se encuentra en medio de una disputa entre la Prelatura y la diócesis de Barbastro-Monzón, en la que se encuentra enclavado. El conflicto saltó a la luz el lunes a última hora de la tarde cuando la web diocesana recogía una nota en la que, entre otros nombramientos del obispo Ángel Pérez Pueyo, aparecía el de José Mairal Villellas, párroco de Bolturina-Ubiergo —en cuya demarcación se encuentra Torreciudad— como nuevo rector del santuario. Un anuncio que no era más que el detonante público de un conflicto que se lleva cocinando casi dos años.

En efecto, que la diócesis anunciara que un sacerdote diocesano dirigirá, por primera vez en su reciente historia, el santuario de Torreciudad, era un golpe de autoridad del obispo Pérez Pueyo. Desde hace un tiempo, la diócesis y el Opus Dei mantienen una negociación sobre el futuro del lugar de culto, centrada en tres aspectos: la redefinición del estatus jurídico de Torreciudad (lo que condiciona quien tiene la capacidad última para nombrar rector), la propiedad sobre la ermita original y la imagen de la Virgen del siglo XI y el canon que la Prelatura debe pagar a la diócesis en virtud del acuerdo enfitéutico de cesión, firmado en 1962 con el entonces obispo Jaime Flores.

El primero, el estatus jurídico del lugar, puede parecer menor, pero en la práctica es la clave que desencadena el problema. Aunque todo el mundo lo conoce como santuario, el nuevo templo es, desde su inauguración en 1975, un «oratorio semiprivado», equiparable al de la capilla de una comunidad religiosa o a la capilla privada del obispo. Así lo recordaba el martes por la tarde el Opus Dei en la nota de prensa publicada en su web con la que contestaba la decisión del obispo: «tiene la condición jurídica de oratorio de la Prelatura, y fue erigido en su día, como todos los oratorios de los centros del Opus Dei, con la venia del Rvmo. Sr. obispo de la diócesis».

De esta forma, al ser oratorio, la decisión sobre el nombramiento de su rector recae en la Prelatura y no en el obispo, una circunstancia en la que se fundamenta el Opus Dei para considerar inválido el nombramiento de Mairal Villellas y que, según afirman en privado, estarían dispuestos a defender tanto ante la justicia canónica como la civil.

Pero, a todas luces, Torreciudad no es un simple oratorio, sino que en la práctica responde a lo que el Código de Derecho canónico define como santuario: «una iglesia u otro lugar sagrado al que, por un motivo peculiar de piedad, acuden en peregrinación numerosos fieles, con aprobación del Ordinario del lugar» (c.1230). De hecho, la propia Memoria anual del Patronato de Torreciudad de 2022, disponible en su página web, utiliza en 28 ocasiones la palabra santuario para referirse al lugar y ni una sola la de oratorio.

En su comunicado del martes, el Opus Dei señala que fue «la Prelatura, hace más de un año, [quien] se dirigió al obispo de la diócesis, con el fin de iniciar un trabajo conjunto —que no ha concluido— para preparar unos nuevos estatutos, con objeto de erigir Torreciudad como santuario diocesano y establecer un convenio de atención pastoral con la diócesis». De esta forma, reconoce la negociación, al igual que la propia diócesis, que en su nota señala que el nombramiento del nuevo rector se responsabilizará, junto a los sacerdotes del Opus que hay ahora en Torreciudad, «del cuidado pastoral y ministerial hasta que se regularice la situación canónica existente entre ambas instituciones».

Lo que evidencia que el acuerdo sobre el futuro estatus jurídico está muy lejos de resolverse. «Ese trabajo conjunto, aunque desarrollado en un clima de mutua colaboración, no ha estado exento de dificultades de comprensión y de interpretación por parte de la diócesis», explica el Opus Dei en su nota, señalando al obispo como responsable de la falta de avance de las negociaciones. De hecho, ABC ha podido conocer que el prelado del Opus Dei, Fernando Ocáriz, estuvo hace quince días en Torreciudad y, al parecer, tuvo una reunión con el obispo para tratar de resolver la situación.

 

El Opus Dei no presenta una terna de candidatos

Por contra, desde la diócesis, señalan al Opus Dei como la causante de esta falta de acuerdo. Aunque no han querido hacer declaraciones más allá de la nota aclaratoria que publicaron el martes, en el texto sí que especifican que «en orden a regularizar su situación canónica con la diócesis, se expuso a la Prelatura la pertinencia de que propusiera a este Obispado una terna de sacerdotes para efectuar ese nombramiento de rector (c. 557 &1). Con el paso de los meses, y al no recibir esa terna tras varios requerimientos, se ha optado por el nombramiento de José Mairal, párroco de Bolturina-Ubiergo, a cuya parroquia pertenece la ermita-santuario de Torreciudad».

Fuentes del Opus Dei han reconocido a ABC la petición de una terna por parte del obispo para proveer de un nuevo rector al santuario. Sin embargo, señalan que la negativa a entregarla estaba fundamentada en su convencimiento de que «no corresponde al obispo llevar a cabo este nombramiento al tratarse de un templo de la Prelatura», como recogían en su escrito de contestación.

Así, la falta de esta respuesta del Opus Dei forzó la decisión del obispo Pérez Pueyo, que el lunes actuaba 'de facto', como si Torreciudad fuese un santuario, y nombraba al nuevo rector. Consciente de las repercusiones jurídicas que podría tener la iniciativa, la diócesis explicaba que «según el canon 557, corresponde al obispo diocesano el nombramiento del rector y de los sacerdotes dedicados a una iglesia o un santuario, lo mismo que los sacerdotes de los institutos religiosos que sirven a las parroquias».

En la práctica, Torreciudad viene funcionando como un santuario desde hace años. En su última memoria cifraba en 190.000 los fieles que habían visitado el lugar en 2022, la mayor parte de ellos en los meses de agosto, abril y julio [según el Anuario Pontificio, la diócesis de Barbastro tiene 97.937 católicos]. Además del flujo habitual de familias y pequeños grupos, durante al año se desarrollan más de veinticinco jornadas y peregrinaciones organizadas por asociaciones y comunidades cristianas, la mayor parte de ellas vinculadas al Opus Dei.

Una realidad que llevó a que el 'santuario' tuviera, en 2022, un presupuesto de 1.230.957 euros, según la citada memoria. Así, la mayor parte de los gastos se destinó a personal (676.791 euros), suministros (190.842 euros) y organización de las jornadas y encuentros (107.760 euros). Según el Opus Dei, a pesar de ese volumen de visitas, Torreciudad es deficitario, y la mayor parte de los gastos están sufragados por los convenios con fundaciones (el 42%), las aportaciones de los socios y colaboradores (el 40%) y las ventas en la oficina de turismo (el 12%).

 

Un canon «abusivo»

Sin embargo, la cuestión económica es otra de las discrepancias entre la Obra y la diócesis. La propiedad del nuevo templo es de la Fundación canónica Nuestra Señora de los Ángeles de Torreciudad, pero la ermita original y los bienes muebles que contenía, entre ellos la imagen del siglo XI de la Virgen, son de la diócesis que los cedió al Opus Dei, en 1962, cuando era un Instituto Secular de derecho pontificio, en virtud acuerdo enfitéutico, es decir, a cambio de un canon anual.

Un acuerdo, que según fuentes del Opus Dei es «a perpetuidad», aunque desde el obispado sostienen que su continuidad depende del cumplimiento de las condiciones. Una de ellas, es el pago de ese canon, que también está en este momento en revisión. La diócesis quiere actualizar la cantidad y ha solicitado un pago anual que, desde el Opus Dei consideran «abusivo». Aunque ninguna de las fuentes ha querido confirmar en cuanto estaría la cifra, ABC ha podido conocer que se encontraría por encima del medio millón de euros.

Además, las discrepancias entre ambas instituciones también se encuentran en el uso que el Opus Dei hace de la imagen de la Virgen de Torreciudad. La original románica, restaurada por la Obra en los años 70, se encuentra en el altar principal del nuevo templo, pero la diócesis considera que debería estar en su emplazamiento original en la ermita antigua, donde ahora la sustituye un lienzo de nueva factura.

Tampoco está muy conforme la diócesis con el uso de la «imagen peregrina» de la Virgen, una copia de la talla que se utiliza para las celebraciones en la explanada y las procesiones. Sin embargo, el obispado considera que su salida a otras diócesis, para otro tipo de eventos, requiere de su autorización previa, y no basta con decisión unilateral de los responsables del santuario, como ha sido habitual hasta ahora.

 

'Motu proprio' del Papa Francisco

Con todos los temas sobre la mesa, y ninguno resuelto, habrá que esperar como avanzan los acontecimientos. Las posiciones de ambas partes parecen fijadas e inamovibles, por lo que, después del parón veraniego la primera señal sobre el avance de la situación vendrá el 1 de septiembre cuando el nuevo rector tome posesión —o no— del santuario.

En su comunicado, la prelatura del Opus Dei afirma que «estudiará este asunto con detenimiento y espíritu de comunión eclesial», y reafirma que su «voluntad es la de seguir colaborando con la diócesis en la labor evangelizadora que se realiza desde Torreciudad, un lugar tan querido por los pueblos del Alto Aragón, y en el que cada año millares de personas tienen un encuentro con la Virgen, acuden al sacramento de la confesión y se acercan a Jesús inspiradas por la vida y las enseñanzas del barbastrense san Josemaría Escrivá». Aunque también reconocen en privado que están dispuestos a llegar a los tribunales si el obispo continua adelante con su nombramiento.

En este caso, tendría que ser la justicia vaticana-o la civil si también optan por esa vía- la que dirima la situación jurídica del santuario. En ese sentido, también entraría en escena la nueva situación canónica del Opus Dei, planteada por el Papa Francisco con su 'motu proprio', 'Ad charisma tuendum', con el ponía fin a la singularidad jurídica de la Prelatura. El Pontífice adscribía a la institución al Dicasterio para el Clero y establecía que el prelado «no será distinguido, ni tampoco susceptible de ser distinguido, con el orden episcopal».

Una circunstancia que ha podido favorecer la decisión del obispo de Barbastro-Monzón. Hasta la decisión papal, el Opus Dei actuaba en la práctica como una diócesis no territorial, al estilo del arzobispado castrense: un conjunto de fieles, sacerdotes y laicos, regidos por un obispo. Pero, tras la reforma de los estatutos, que todavía está pendiente de la aprobación del Papa, el Opus Dei se asemeja más a una orden religiosa.

Así, si antes, ante un conflicto como el ahora generado en Torreciudad, la discusión se habría dado en el mismo plano jerárquico —obispo frente a obispo—, ahora el Opus Dei debe estar en estas cuestiones bajo la jurisdicción del «ordinario del lugar», como el Código de Derecho Canónico define al obispo diocesano. Así hay que entender, el recordatorio, que aparece en la nota hecha pública este martes por la diócesis, de que «corresponde al Obispo diocesano, oídos los órganos consultivos debidamente constituidos, el gobierno de la diócesis, conforme a la normativa existente, eclesiástica y civil, y siempre con la voluntad de ahondar en el camino sinodal y en la comunión de los fieles para que el Evangelio llegue a todo el territorio de Barbastro-Monzón».

Mientras tanto Torreciudad, 'santuario' u 'oratorio', seguirá recibiendo miles de fieles este verano, movidos por la veneración a la Virgen, el espectacular entorno del Prepirineo en que se encuentra enclavado o la curiosidad por conocer un lugar marcado por la devoción cristiana desde hace más de un milenio.

 

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