Tras el arresto del obispo Rolando Alvarez el 19 de agosto de 2022, el Consejero Federal Ignazio Cassis hizo un llamado al gobierno de Nicaragua a respetar los derechos fundamentales. En este país, la Iglesia está pagando el precio de sumarse al movimiento prodemocrático.
Fuente: cath.ch
Por: Raphaël Zbinden
22/08/2022
“Suiza está preocupada por cualquier forma de detención arbitraria y pide a las autoridades nicaragüenses que respeten la libertad de religión y de expresión”, declaró Ignazio Cassis, jefe del departamento de Relaciones Exteriores, el 22 de agosto. La protesta se produce tras el arresto del obispo Rolando Álvarez, obispo católico de Matagalpa, en el noreste de Nicaragua. Ocho personas a su alrededor también fueron llevadas a un destino desconocido. Las fuerzas policiales ya habían rodeado el obispado desde el 4 de agosto, impidiendo al obispo Álvarez salir de la casa, especialmente para ir a la catedral.
Intimidación de los oponentes
“En sus contactos con el gobierno, tanto la embajada de Suiza en San José, que es responsable de Nicaragua, como la oficina de cooperación en Managua, abordan periódicamente la difícil situación de los derechos humanos en Nicaragua”, agregó Ignazio Cassis. La Unión Europea también condenó el cierre “arbitrario” a mediados de agosto de 2022 de siete radios católicas nicaragüenses así como el uso “sin precedentes” de la violencia para intimidar a los opositores. El gobierno encabezado por el sandinista Daniel Ortega acusa al obispo Álvarez de “intentar organizar grupos violentos, incitándolos a cometer actos de odio contra la población”.
La Iglesia del lado de los manifestantes
Las relaciones han sido difíciles entre el presidente y parte de la Iglesia en Nicaragua desde que los líderes eclesiásticos han asumido la causa de los opositores al régimen que llevan años reclamando el establecimiento de una verdadera democracia. El presidente Ortega insinúa que la Iglesia es parte de un complot organizado por Estados Unidos para acusarlo.
Las relaciones han sido particularmente tensas desde que los manifestantes se refugiaron en las iglesias en 2018. La represión se ha intensificado aún más en los últimos meses, en particular con la expulsión, en marzo de 2022, del Nuncio Apostólico Monseñor Waldemar Sommertag “Sigo de cerca, con preocupación y tristeza, la situación en Nicaragua, que concierne a personas e instituciones”, dijo el Papa Francisco en el Ángelus del 21 de agosto de 2022.
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