Estrenada el miércoles 19 de julio, la última película del director Christopher Nolan incluye la recitación de un pasaje del Bhagavad-Gita, uno de los textos más sagrados del hinduismo, durante una escena de sexo. Una secuencia que ha provocado la ira de muchos hindúes, puesto que este texto sigue siendo una referencia importante en la India.
Fuente: La Croix
Por Marie-Flamine Lavergne y Malo Tresca
26/07/2023
Por WESTOCK.@Adobe Stock
"Ahora me he convertido en la muerte, destructor de mundos". Estas son las palabras pronunciadas por el personaje que interpreta el físico Oppenheimer a su amante Jean Tatlock durante una escena de sexo en la última película del director Christopher Nolan. Desde que la película se estrenó el viernes 21 de julio en los cines indios, la polémica en torno a este breve pasaje del Bhagavad-Gita, uno de los textos fundacionales del hinduismo, no ha dejado de crecer en el país, donde muchos devotos piden que se censure la secuencia.
¿Por qué se considera tan importante este poema y qué mensaje transmite? Escrito hacia el siglo III a.C. y compuesto por 18 capítulos y 700 versos, el Bhagavad-Gita es la obra literaria, mística y filosófica hindú más leída y traducida del mundo. Su nombre significa "Canción de los Bienaventurados" o "Canción del Señor" en sánscrito, y a menudo se considera un "compendio de la doctrina védica", o incluso la "biblia" del hinduismo.
La lucha entre el bien y el mal
Este texto forma parte de un conjunto más amplio, el Mahabharata, el famoso poema épico de la mitología hindú. Es, por tanto, uno de los textos considerados de "revelación", dirigido a todas las castas de la sociedad.
El tema central del Mahabharata gira en torno a la lucha por la soberanía de la ciudad de Hastinapura (al noreste de Delhi) entre dos líneas de descendientes (conocidos como "Bharata") del legendario emperador Bharat. Por un lado, los Kauravas; por el otro, sus primos, los Pandavas. En realidad, se trata de un gran conflicto -en el que participan todos los príncipes del "país de los Bharatas"- que simboliza una batalla entre las fuerzas del bien y las fuerzas del mal.
El propio Bhagavad-Gita relata el episodio en el que, a las afueras de la batalla de Kurukshetra, uno de los combatientes Pandava, Arjuna, estaba a punto de soplar en una caracola para señalar el comienzo de la lucha. Pero cuando ve las siluetas de amigos y parientes en el campo contrario, empieza a tener dudas y decide pedir consejo a Krishna, su cochero y octavo avatar de la deidad Vishnu en el panteón hindú. Krishna le recuerda su deber como guerrero, lo que lleva a Arjuna a reanudar la ofensiva.
Influencia
Aún hoy, la influencia del Bhagavad-Gita sigue siendo inmensa en la sociedad india, donde sigue siendo un referente, a diferencia de muchos otros textos que han caído en desuso. En su reciente libro Parole et Silence. Un patrimoine de l'Inde hindoue, el sanscritista Jacques Scheuer, profesor en Lovaina la Nueva (Bélgica) y el Centro Sèvres (París), destaca la importancia que este texto ha mantenido en las comunidades hindúes.
"Desde el siglo XIX", escribe, "cuando el mundo hindú se ha visto enfrentado a mayor escala a las influencias y presiones de Occidente, el Bhagavad-Gita ha sido aclamado como una carta de acción, capaz de inspirar una renovación tanto del pensamiento como de la sociedad, y de permitir a la India recuperar un lugar más que honorable en el concierto de las civilizaciones".
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