lunes, 31 de julio de 2023

Jóvenes ultracatólicos, en auge en Cataluña

Un grupo de jóvenes fundado por un sacerdote del Opus de Madrid triunfa en Cataluña, donde organiza los lunes "horas santas" para hacer "adoraciones ante el Santísimo"

La Iglesia catalana muestra su preocupación por el auge de grupos de jóvenes católicos ultraconservadores ajenos a la manera de hacer propia e histórica de las parroquias y de los jóvenes del país

Sacerdotes de la diócesis de Barcelona rechazan el amparo de Omella a los grupos de jóvenes ultras

Hakuna organiza adoraciones ante el Santísimo; después, se van a hacer copas

Fuente:   elpuntavui.cat

Por   MIREIA ROURERA

BARCELONA

30/07/2023


Este año solo se ha ordenado un cura en la diócesis de Barcelona. Un joven legionario de Cristo. IGLESIA DE BARCELONA.

Cada lunes a las nueve de la noche, en la parroquia Virgen de los Dolores de la calle Begur de Barcelona un grupo de universitarios ultracatólicos miembros del grupo Hakuna celebra la hora santa. En Girona, la hora santa también la celebran el lunes de nueve a diez de la noche en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en la calle de la Alameda, y en Lleida, un poco antes, a las 20.15 h en la parroquia de la Mercè. En la diócesis de Terrassa, acaba de formarse un grupo de Hakuna, pero todavía no hay oficializada una hora santa.

Esta hora santa "comienza con una charla de formación de unos quince minutos sobre diversos temas que hace un sacerdote o un invitado especial y, tras la reflexión, se hace la adoración eucarística ante el Santísimo", explica la Macarena, Maca, portavoz de Hakuna, que asegura: "Ahora, ya tenemos un carisma propio, una manera de vivir la fe concreta y seguimos nuestros guiones, cantamos nuestras propias canciones."

"Cuando acaban esta adoración al Santísimo, no se quedan en la eucaristía", denuncia un sacerdote de la diócesis de Barcelona que quiere quedar en el anonimato y que asegura que la llegada de Hakuna a Barcelona y las proporciones que está cogiendo el movimiento han creado un gran malestar en la diócesis, porque los sacerdotes catalanes ven a este grupo de jóvenes "muy alejado" de la manera de hacer de la Iglesia catalana y los grupos de jóvenes que se forman alrededor de las parroquias propias. "Que solo adoren al Santísimo y se confiesen pero que no vayan a las misas, ni siquiera el domingo, dice mucho de este grupo", denuncia. Este y otro sacerdote barcelonés no dudan en definir los seguidores de Hakuna de Barcelona de "jóvenes que viven por encima de la Diagonal", provenientes mayoritariamente de escuelas cristianas muy conservadoras y cercanas a grupos políticos ultras ("son jóvenes que van con la pulsera con la bandera española, para entendernos", puntualizan para redondear el perfil).

Aquí en Cataluña, donde desde el Vaticano II la Iglesia ha sido, sobre todo, de carácter más progresista y las opciones muy conservadoras han sido minoritarias, algunos sacerdotes y entidades católicas de base han denunciado al cardenal Omella que este grupo y otros similares, como Effetà y Emaús (afines también a las adoraciones, pero que se conocen, sobre todo, por sus retiros espirituales –previo pago– de fines de semana) han sido "importados" desde Madrid, de otros lugares del Estado e incluso de otros países que tienen maneras de hacer diferentes a las propias y que están próximas a un ideario político radical y, en Cataluña, además, "anticatalanista". Algún experto no ha dudado en tipificar a Effetà y Emaús –y sus retiros separados por sexos para "acoger a Cristo y curar las heridas internas"– de sectas. En todo caso, son opciones alejadas de la tradición de nuestro país que no gustan. Lamentan "el amparo que les está dado la diócesis". A los sacerdotes catalanes afines al Vaticano II –aún son mayoría, aunque van desapareciendo porque no tienen relevo– les preocupa la radicalidad que se está imponiendo en la Iglesia catalana, y no sólo por parte del auge de estos grupos de jóvenes conservadores, sino también por la situación que se vive en los seminarios, donde la tendencia es de seminaristas cada vez más alejados de una Iglesia abierta que han regresado a los alzacuellos, todos, y a la sotana, algunos.

En el mes de septiembre, grupos católicos ultras convocados por la plataforma internacional 40 Días por la Vida (el obispado de Barcelona les publicó la iniciativa en su página oficial) se pusieron a rezar el rosario de manera ininterrumpida durante 40 días ante clínicas que hacen abortos (lo que provocó, en algún caso, enfrentamientos con activistas feministas). "Esto aquí nosotros no lo hacemos. Podemos estar en contra del aborto, pero nunca nos habíamos prestado a hacer algo como esto", dice contundente P.T. Hakuna, por su parte, que se declara "provida", mantiene que ellos no participaron.

Hakuna lo fundó el capellán del Opus Dei José Pedro Manglano (Don Josepe), que era sacerdote en la parroquia de San Josemaría Escrivá del municipio madrileño de Aravaca, tras la Jornada Mundial de la Juventud de 2013 en Río de Janeiro ("en la que se implicó mucho un grupo de jóvenes católicos madrileños que vieron que querían seguir viviendo junto aquella experiencia". dice la Maca, la portavoz de Hakuna). En 2017, Hakuna adquirió personalidad jurídica y fue reconocida por el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro. "Ya hace unos años que Don Josepe no forma parte del Opus, porque Hakuna ha crecido mucho y ha tenido que dejar ese carisma para dedicarse a nuestro carisma a tiempo completo –asegura la portavoz de Hakuna–. Para nosotros la relación con los obispos es muy importante, porque siempre que queremos formar un grupo nuevo en algún lugar primero vamos a hablar con ellos." Sobre la desvinculación de Hakuna del Opus Dei, uno de los capellanes entrevistados para hacer este reportaje solo ha querido decir una cosa: "¡Son muy listos, los del Opus!"

Es Maca, la portavoz de Hakuna, quien asegura que la tercera parte de sus horas santas (tras la charla y la adoración eucarística) "es tan importante como las otras dos partes". Esta tercera parte consiste en irse "a tomar unas cervezas y de fiesta". "Y eso no es malo: la fiesta es importante para nosotros, que somos jóvenes", puntualiza. Precisamente el fundador de Hakuna, Don Josepe, es autor de libros considerados ya éxitos de ventas en los que escribe las bondades de irse de marcha y tomar copas tras las adoraciones al Santísimo. "Compartir la vida es lo que nos hace comunidad. Compartir las cervezas, los viajes, la oración es lo que nos une", dice Maca. La portavoz de Hakuna insiste: "A nosotros nos gusta decir que queremos que la gente nos use, que venga a rezar a nuestras horas santas, que venga a ponerse de rodillas ante la hostia con nosotros aunque sea de otro carisma si eso les sirve para llegar a Dios." "Puedes venir cuando quieras y marcharte cuando quieras: eres libre. La cuestión es que te podemos ayudar a rezar y que seas feliz y estés en paz con Dios", dice esta miembro de Hakuna, que explica: "Tenemos unos grupos de vida que se llaman Revolcaderos en los que ya se pide una cierta continuidad para hacer comunidad; una sección que se llama Forofos, abierta a otras realidades de la Iglesia y en la que se organizan actividades con otros carismas, como la Obra [Opus Dei] y el Camino Neocatecumenal, o en actividades diocesanas, y, finalmente, están los miembros Pringaos, que se comprometen a seguir a Cristo con nuestro carisma. Pringaos tiene sentido porque probablemente Cristo fue el mayor pringado de la historia, el que dio más sin esperar nada". Los miembros del Camino Neocatecumenal, fundado por Kiko Argüello, se conocen con el nombre de kikos y son ultras que también se hicieron grandes durante el papado de Juan Pablo II. En Barcelona, tienen la parroquia Santa Joaquima Vedruna, en Sant Gervasi.

Hakuna tiene un grupo de música, Hakuna Group Music, "que hace de gancho" para atraer jóvenes a esta opción ultraconservadora del catolicismo. Surgió de los jóvenes que cantaban durante las adoraciones y, ahora, ya tienen 20.000 oyentes en Spotify y 8.000 suscriptores en su canal Youtube. Han sacado cuatro discos y, en los últimos años, han realizado varios conciertos en Barcelona –con todas las entradas vendidas–, en la sala Luz de Gas. "La música es una de las cosas con las que se puede captar gente joven", dice el teólogo Quim Cervera.

La realidad es esta: mientras las parroquias van quedando desiertas y sólo va a misa personas mayores, las opciones más radicales atraen a los jóvenes y crecen mucho. Hakuna, un auténtico fenómeno, Emaús y Effetá se nutren de jóvenes que provienen de las escuelas del Opus Dei, de los Legionarios de Cristo y de alguna otra escuela cristiana concertada, como las Teresianas de Ganduixer, confirma don F. "No te encontrarás a nadie de por debajo de la Diagonal, en estos tres grupos ultraconservadores", dice el sacerdote, que defiende que "los jóvenes católicos catalanes mayoritariamente tienen un talante más abierto, más cercano a Taizé o a grupos sociales de base, para entendernos", apunta. "Son jóvenes muy de la fiesta que hacen bandera de su españolismo y ultraconservadorismo, y en su ideario sólo hacen crecer el catolicismo ultraconservador. No los verás ayudando una ONG del barrio del Raval, por ejemplo, o yendo a un campo de trabajo o hacer tareas de voluntariado con los más desfavorecidos de nuestra casa", explica un teólogo de Barcelona.

"Hay gente que nos dice que somos conservadores y otros, que demasiado modernos con eso del grupo de música y que luego siempre nos vamos de copas", admite Maca. Desde las opciones más progresistas de la Iglesia catalana ven Hakuna, Effetà y Emaús "con preocupación por su proximidad con la extrema derecha". "También hay que decir que hoy, en que todo es líquido o gaseoso, en el que no hay referentes a los que cogerse, en los que la sociedad va perdida, la pregunta de Dios sigue siendo válida y estos jóvenes han encontrado dónde cogerse en estas organizaciones –apunta un sociólogo y teólogo que, sin defenderlos, intenta entender el porqué de la búsqueda de la gente joven y por qué se aferran a estos grupos tan radicales–. Vienen de escuelas ultracatólicas y esta es una opción continuista para ellos."

En Barcelona, ha precedido a Hakuna, Effetà y Emaús el grupo Catholic Voices, del periodista Jaume Vives Vives (autoproclamando portavoz de Tabàrnia cuando apareció), un católico que tiene un fránkfurt en Barcelona que "los viernes de Cuaresma no cocina carne", según explica él mismo en Twitter. Varios expertos sitúan a Catholic Voices y otros grupos católicos muy conservadores españoles, como Hazte Oír (el del autobús tránsfobo) y El Yunque (que nació en México y tiene mucha fuerza en Madrid) detrás del crecimiento de Vox.

Cuatro diócesis catalanas tienen grupos de Hakuna (Barcelona, Girona, Lleida y Terrassa), un grupo ultracatólico de jóvenes fundado en 2013 por un sacerdote del Opus. Hoy, este carisma (como ellos se llaman) ya está presente en 55 ciudades de 22 países del mundo.

 

El único ordenado en Barcelona este año es un legionario de Cristo

Este 2023, en la diócesis de Barcelona sólo se ha ordenado un sacerdote. Ha sido un joven polaco de los Legionarios de Cristo, Marcin Jablonski, de 32 años, que da clases en una escuela (concertada) de los Legionarios de Cristo y Regnum Christi: el Real Monasterio de Santa Isabel. La ordenación la presidió, en el mes de enero, el obispo auxiliar de Barcelona, Javier Vilanova, en el monasterio de Pedralbes. La congregación religiosa fundada por el pederasta criminal Marcial Maciel y que se hizo grande bajo el pontificado de Juan Pablo II también regenta el colegio privado Highlands School de Esplugues de Llobregat y una la casa de colonias en Sant Julià de Vilatorta. (Osona). A su alrededor hay un movimiento de adolescentes (con ramificaciones en todo el mundo) llamado ECYD (siglas en castellano de Encuentros, Convicciones y Decisiones). Los ECYD de Barcelona han visitado al papa Francisco, dicen en las redes sociales, donde hay fotos donde se les ve luciendo grandes banderas españolas.

 

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