viernes, 23 de junio de 2023

En Jerusalén es difícil hablar de la violencia contra los cristianos

Una conferencia universitaria celebrada en Jerusalén el viernes 16 de junio, que pretendía explicar los crecientes actos de violencia contra los cristianos, estuvo a punto de ser cancelada, acusada de antisemitismo.

Fuente:     La Croix

Nicolas Rouger, desde Jerusalén

20/06/2023


Por SeanPavonePhoto.@Adobe Stock

El título es evocador, incluso chocante: "¿Por qué (algunos) judíos escupen a los goys [No judio, cristiano, para los israelíes, ndt]?". Este fue el título de una conferencia celebrada en Jerusalén el viernes 16 de junio, destinada a comprender los crecientes actos de violencia contra los no judíos en la Ciudad Santa.

Pero estuvo a punto de no celebrarse. Una campaña de presión mediática dirigida por Arieh King, uno de los siete vicealcaldes de la ciudad, conocido por su hostilidad a la presencia cristiana en Jerusalén, obligó al Museo de la Torre de David, donde iba a celebrarse, a cancelar el acto. Al final, el seminario armenio acogió a un número reducido de participantes.

En el ojo del huracán se encuentra Yisca Harani, una académica judía. Es una mujer enérgica cuyo padre, profundamente piadoso, fue también un intelectual de renombre y una de las fuerzas fundadoras del diálogo interreligioso en Jerusalén. Yisca Harani conoce bien a los cristianos; se relaciona con las comunidades monásticas de la Ciudad Santa y a menudo comparte su vida cotidiana. Como investigadora, también se ha convertido en testigo de la violencia física, psicológica y verbal a la que son sometidas las personas reconocidas como cristianas. "Me hice militante contra mi voluntad", explica.

 

Identificación de incidentes

Esta conferencia sobre el auge de un clima de violencia fue la ocasión de lanzar una línea para registrar estos incidentes. Por ejemplo, las víctimas no suelen presentar una denuncia tras ser escupidas, menos aún cuando su estancia en Israel depende de la buena voluntad de las autoridades. Sin embargo, Yisca Harani cree que en Jerusalén se produce al menos una agresión al día, si no más.

"Creo que Arieh King se encontró en una mala posición tras atacar a los evangélicos", explica uno de los organizadores de la conferencia. El 30 de mayo, dirigió a un pequeño equipo de adolescentes en una manifestación ante el Muro Occidental de Jerusalén contra un grupo de cristianos evangélicos sionistas. Los manifestantes corearon "Vete a casa, misionero". Según la misma fuente de la organización, Arieh King utilizó la conferencia como pretexto para alimentar sus argumentos sobre el antisemitismo y la defensa de la identidad judía, supuestamente amenazada desde dentro.

 

Temores antiguos

Los orígenes históricos del miedo a los cristianos, que alienta estos reflejos de odio, se nutren de la violencia y el antisemitismo, pero también de la resistencia del pueblo judío en su perpetua condición de minoría en la historia. Un estatus que el Estado de Israel ha cambiado. "Hoy, el pueblo judío debe adaptarse a su papel de mayoría", insiste Karma Ben-Yohanan, profesora de la Universidad Hebrea de Jerusalén, para romper lo que ella llama "el círculo del miedo".

Sin embargo, varios observadores reconocen que estos ataques contra los cristianos, destinados a borrar progresivamente su presencia y a silenciar a sus representantes, son obra de una minoría radical y son inmorales e ilegales según la ley religiosa judía. Para Alon Goshen-Gottstein, rabino implicado en el diálogo interconfesional, "las soluciones deben encontrarse en la fuente, en la educación, en el entorno en el que crecen los niños".

 

Contexto político

Sin embargo, el clima político nacional en Israel no parece propicio para ello. "La violencia está aumentando en parte debido a nuestro nuevo gobierno de extrema derecha. Fomenta estos actos, aunque sea indirectamente", se preocupa Yossi Havilio, otro vicealcalde centrista de Jerusalén, que acudió a la conferencia en señal de solidaridad.

El fenómeno parece ir en aumento. El jueves 15 de junio, una piedra lanzada por un hombre que fue detenido rompió una vidriera del Cenáculo de Jerusalén, en el monte Sión. Anteriormente, se rayaron con rotulador los nombres de lugares cristianos en una señal informativa a la entrada de la Ciudad Vieja. Y estos actos van más allá de Jerusalén. Desde hace dos semanas, el monasterio Stella Maris de Haifa se enfrenta a la intrusión de judíos ultraortodoxos que acuden ostensiblemente a rezar a la gruta de la iglesia. El domingo 18 de junio, cientos de personas se congregaron ante la iglesia en apoyo de los carmelitas.

 

 

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