El viernes 9 de junio, Justin Welby, arzobispo de Canterbury, denunció el apoyo de la Iglesia anglicana de Uganda a la "ley contra la homosexualidad" adoptada en ese país.
Fuente: La Croix
Por La Croix (con AFP)
13/06/23
Por Peter Hermes Furian.@Adobe Stock
El viernes 9 de junio, el arzobispo de Canterbury, primado de la Comunión Anglicana, denunció el apoyo de la Iglesia anglicana ugandesa a la "ley antihomosexualidad" del país, considerada una de las más represivas del mundo.
En un comunicado, Justin Welby expresó su "dolor y consternación por el apoyo de la Iglesia de Uganda a la ley contra la homosexualidad". "No se trata de imponer valores occidentales a nuestros hermanos y hermanas anglicanos ugandeses. Se trata de recordarles el compromiso que hemos asumido como anglicanos de tratar a todas las personas con el cuidado y el respeto que merecen como hijos de Dios", añadió.
"Por tanto, insto al arzobispo Kaziimba (primer prelado de la Iglesia anglicana de Uganda) y a la Iglesia de Uganda (...) a que reconsideren su apoyo a esta ley y rechacen la criminalización de las personas LGBT+", continúa Justin Welby.
El delito de "homosexualidad agravada"
La "ley contra la homosexualidad" aprobada el mes pasado en Uganda prevé duras penas para las personas que mantengan relaciones homosexuales y "promuevan" la homosexualidad. El delito de "homosexualidad agravada" se castiga con la pena de muerte, aunque esta pena no se aplica desde hace años en Uganda.
Tras su promulgación, el arzobispo de la Iglesia de Uganda, que representa a casi un tercio de la población del país, expresó su "satisfacción", pero criticó la posibilidad de aplicar la pena de muerte. "La homosexualidad es actualmente un reto para Uganda porque está siendo importada desde el exterior, por actores extranjeros, contra nuestra voluntad, contra nuestra cultura y contra nuestras creencias religiosas", declaró Stephen Samuel Kaziimba.
Profundas diferencias
La Comunión Anglicana se ha visto sacudida durante muchos años por profundas diferencias en cuestiones morales, con una tendencia tradicional que se expresa especialmente entre los anglicanos de África, mientras que la Iglesia de Inglaterra es en general más liberal hacia la comunidad LGBT+.
A principios de este año, la decisión de la Iglesia de Inglaterra de bendecir las uniones civiles y los matrimonios de parejas del mismo sexo, en lugar de celebrar matrimonios homosexuales, suscitó un acalorado debate y una amplia oposición.
A raíz de ello, arzobispos que representaban a la mayoría de los anglicanos de los países del sur declararon que rechazaban la autoridad del arzobispo de Canterbury como líder espiritual.
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