lunes, 8 de agosto de 2022

El purgatorio culé de Sant Andreu

Un avaro del Barça fue la broma que el pintor Verdaguer le coló al párroco en los murales de la iglesia

Fuente:   La Vanguardia

Por:   Xavi Casinos

Barcelona

05/08/2022


En la parte baja del cuadro, sobre estas líneas, se puede apreciar al pecador blaugrana que el pintor Josep Verdaguer incluyó en el mural de la parroquia de Sant Andreu del Palomar (Xavi Casinos)

La parroquia del barrio barcelonés de Sant Andreu de Palomar conserva en su interior unos murales en los que se muestran diversas escenas bíblicas y sobre la vida y el martirio del santo. Si uno las inspecciona detenidamente comprobará que en una de ellas se representa el purgatorio y que entre el grupo de ocho pecadores se encuentra uno arrodillado sosteniendo lo que parece ser una bolsa con dinero y con una bufanda blaugrana alrededor de su cuello.

¿Que hace un culé condenado al infierno? La respuesta al enigma puede encontrarse en la historia de los murales. La iglesia de Sant Andreu había quedado gravemente dañada durante la Guerra Civil. Una vez reconstruida, en 1956, el entonces párroco Josep Casanovas (1896-1968) convocó un concurso para decorar con unos murales las paredes del templo. Resultó ganador el pintor local y destacado paisajista Josep Verdaguer (1923-2008), que tardó cuatro años en completar la obra.

Casanovas quería unas pinturas al estilo barroco y renacentista, pero Verdaguer hizo caso omiso e impuso su estilo, dominado por figuras geométricas y muchos personajes, para los que utilizó rostros de vecinos de la barriada de la época. Según explican algunas fuentes que vivieron de cerca este episodio, párroco y pintor mantuvieron frecuentes discrepancias durante la ejecución de los murales que iban desde la temática de las pinturas hasta el estilo y el coste.

Casanovas era además un acérrimo culé. Antes de ser destinado a Sant Andreu había sido, hasta 1948, párroco de Mollet. En la ciudad vallesana destacó como promotor de multitud de actividades culturales y recreativas, entre ellas la formación de equipos de fútbol para los jóvenes. De aquella cantera surgieron los hermanos Juli, Josep y Marià Gonzalvo, que fueron destacados jugadores del Barça en las décadas de los cuarenta y cincuenta.

Pues bien, según las mismas fuentes, la escena del hincha avaro y culé en el purgatorio de Sant Andreu se la dedicó Verdaguer al párroco como revancha para la posteridad. Los murales han sido recientemente nominados como pintura universal de Barcelona.

 

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