Cardenal vaticano Hollerich sobre reformas en Alemania: "no debemos causar conmoción en la Iglesia"

Fuente:    Il Sismografo

Franca Giansoldat

Il messaggero

27/08/2022

Para la mayoría de los católicos alemanes será una especie de ducha escocesa. Las palabras del cardenal Jean-Claude Hollerich, jesuita y arzobispo de Luxemburgo —conocido por sus posiciones de apertura— con motivo de la rueda de prensa en el Vaticano para presentar la segunda etapa del proceso sinodal, parecen frenar las peticiones de que han sido enviados a Roma en los últimos años por la Iglesia en Alemania: abolición del celibato sacerdotal, sacerdocio femenino, elección de obispos, bendición a las parejas homosexuales, cambio del catecismo donde trata asuntos de carácter moral. 

El cardenal en estos días en Roma para participar en el consistorio convocado por el Papa Francisco para la creación de nuevos cardenales recordó que "nuestra tarea no es escandalizar a la Iglesia sino que el Sínodo, agregó el cardenal, "no es un Parlamento donde votas y la mayoría decide lo que haces". Luego, respondiendo a una pregunta sobre la doctrina relativa a las personas homosexuales y LGBT, reiteró que en la Iglesia la gente debe «sentirse como en casa». Lo importante en este proceso no es un cambio de doctrina, sino la escucha de todos, de su sufrimiento. Pienso en los padres y en las personas en cuestión. Necesitamos un cambio, no en la doctrina, sino en el comportamiento. Deberíamos ser una Iglesia donde todos puedan sentirse como en casa. No soy partidario de un cambio de doctrina. Estoy a favor de una Iglesia donde todos se sientan acogidos».

Esto, explicó el cardenal, “no significa que no pueda haber discusiones o que no pueda haber posiciones diferentes. Pero si cerramos las puertas a las personas, las empujamos al sufrimiento. Y esto es algo que no queremos».

El cardenal Hollerich dijo que quería consultar con los cuerpos eclesiásticos sobre qué deseos y cambios ya podrían implementarse a nivel local. También elogió el proceso del Sínodo Mundial y dijo: "Se nos ha dado un conjunto de herramientas sobre cómo son posibles los cambios en la Iglesia".

Hollerich luego se negó a comentar sobre la declaración del Vaticano recientemente publicada que critica el proceso de reforma del Camino Sinodal de la Iglesia Católica en Alemania. Dada su función como relator general del sínodo mundial, no sería apropiado, dijo. Pero añadió: “Es positivo que las conclusiones del camino sinodal en Alemania sean llevadas al sínodo mundial”.

La declaración a la que se refería fue publicada en julio y lleva la firma de los presidentes del Camino Sinodal, Irme Stetter-Karp, presidenta del Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK), y del obispo Georg Bätzing, presidente de los obispos alemanes.

En ese documento se especifica que los documentos elaborados hasta ahora por el sínodo alemán no tienen efectos jurídicos propios. “Nunca nos cansamos de enfatizar que la Iglesia en Alemania no seguirá un camino alemán especial. Sin embargo, consideramos que es nuestro deber indicar claramente dónde creemos que se necesitan cambios”.

El mes pasado, la Arquidiócesis de Luxemburgo también presentó su contribución al Sínodo Mundial de la Iglesia Católica. El documento de 16 páginas incorpora comentarios de aproximadamente 4600 mujeres. Entre las demandas centrales están el cambio en la doctrina sobre la homosexualidad, la apertura del matrimonio a todas las personas, la abolición del celibato obligatorio y la oferta de oportunidades reales para que los laicos tengan voz, por ejemplo en el nombramiento de obispos y en roles de liderazgo.