viernes, 24 de mayo de 2013

El arco de la Catedral

Juan San Sebastián

El arco de la Catedral de San Mamés, cobijo de ideologías dispares, va a ser removido de su sitio. ¿La Catedral de Santiago no necesita un arco similar? Se busca un arco que vaya desde Santiago a Begoña cobijando distintas sensibilidades diocesanas.

Bilbao tiene dos catedrales. “Por lo menos dos”, aclararía uno de los miembros de la permanente del Txoko de Curas de Bizkaia, que como buen bilbaíno ha nacido fuera de la provincia. Al desmontar la Catedral vieja de San Mamés la cuestión es qué mismo se hace con su arco. Hay encuestas y artículos de opinión en los diarios de la villa y los bares de la provincia.

El arco ha tenido un gran simbolismo. Miles de asiduos de San Mames, de muy distintas ideologías, se han reunido bajo su circunferencia simbólica: abertzales, nacionalistas españoles y vascos, todos en la misma Catedral, todos bajo el mismo arco.

¿No necesita un arco similar la Catedral de Santiago? Espacio simbólico  de la diócesis y cátedra del ordinario, la Catedral de Santiago ha sufrido un rápido deterioro los últimos años. Algunos apuntan con que es suficiente cambiar el entrenador, perdón, el párroco de la Catedral. Otros hablan de cambio de estilo en el juego. Lo cierto es que han fichado muchos jugadores de otras ligas, y ni siquiera de esa manera, se llena el presbiterio, en el que faltar, han faltado hasta los diáconos en alguna celebración.

Juan Bilbao (nombre ficticio), canónigo veterano de la Catedral (de Santiago), mientras toma un café, en un bar de la Plaza Nueva, comenta indignado el comentario sobre la encuesta que una Vicaría está realizando sobre la situación de la Catedral (de Santiago).
            -¡Hasta aquí podemos llegar! Esto con Gúrpide no pasaba. ¡Como se atreve un párroco de un pueblo que no llega a 500 habitantes a opinar sobra la liturgia de la Catedral! ¿Y la pregunta número 6? ¿Qué se utiliza poco vascuence? ¡Latín! Lo que hace falta es más latín en la Catedral –y casi se atraganta de indignación con el bollo de mantequilla que acompañaba al café.

            El párroco del pueblo que no llegaba a los 500 habitantes recibió con estoicismo la bronca del Vicario a sus párrocos por no acudir a la Misa Crismal en la Catedral. A su edad, con artrosis y una operación de prótesis de cadera, bastante problema tiene para subir al presbiterio. Pero como dicen que no hay curas para ir a los pueblos…
            No solo la bronca. También recibió una encuesta sobre la Catedral de Bilbao. Primero pensó que sería sobre el nuevo San Mamés. Pero le extrañaba la pregunta sobre la ropa, que el supiera el equipo de la Villa no había cambiado de indumentaria los últimos años. Tendría que consultarlo en el Hogar del Jubilado con los entendidos.

            Lo cierto es que se busca un nuevo arco,  un arco que vaya desde Santiago a Begoña cobijando distintas sensibilidades diocesanas. El entrenador del equipo diocesano, Monseñor don Mario Iceta, con su junta directiva, tiene que cambiar la alineación del equipo cuanto antes y abrir el juego por las bandas, o van a quedar condenados a jugar el resto del partido encerrados en la defensa, con alguna salida esporádica al contra ataque, o alistar al equipo para jugar en  alguna diócesis del sur, con patrocinio o sin patrocinio de Kutxabank. No creemos que los fichajes de extranjeros solucionen todos los problemas de falta de ilusión, ideas y coraje en el  juego pastoral en la diócesis. Falta de comunión diría algún teólogo.

NOTA: Resulta útil (e inútil al mismo tiempo) repetir que lugares y nombres son resultado de la invención. Y a quien pudiera quejarse de alguna coincidencia, le recuerdo que la vida misma (muy superior, en cuanto a invención, a la fantasía) no es más que una pura coincidencia

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