El Vaticano quiere rediseñar la mayor organización de religiosas norteamericanas.
La Congregación para la Doctrina de la Fe pone en cuestión las tomas de posición de la Leadership Conference of Women Religious, que reúne a 57.000 religiosas norteamericanas. Es una organización muy activa en las cuestiones sociales.
El pasado 18 de abril la Santa Sede ha solicitado su reforma completa, pues se enfrenta a una crisis pastoral y doctrinal grave, según se afirma en el documento Doctrinal Assessment of the Leadership Conference of Women Religious que puede verse en http://www.usccb.org/loader.cfm?csModule=security/getfile&pageid=55544
Se les acusa en el documento de convocar con frecuencia a manifestaciones “que contradicen o ignoran las enseñanzas del magisterio”.
Se les acusa igualmente de promover “ciertos temas feministas radicales incompatibles con la fe católica”.
La Congregación para la Doctrina de la Fe ha concluido que es necesaria una intervención del Vaticano para reformar la organización, y parece se ha designado al arzobispo Peter Sartain (Seattley) para acompañar esta encomienda a lo largo de cinco años.
No se ha producido respuesta oficial por parte de la Leadership Conference of Women Religious. Pero una antigua presidenta de la misma, interrogada por el National Catholic Reporter, ha tachado el documento de “absolutamente inmoral” por tender a “controlar el pensamiento” de las religiosas. La benedictina hermana Joan Chitester, por su parte, ha afirmado que el grupo, en lugar de cooperar, lo que tendría que hacer es “disolverse canónicamente y constituirse como grupo de interés no oficial”. “Si cuanto tú haces, ha añadido, tiene que ser supervisado por alguien de fuera, pierdes necesariamente tu carisma”.
Txelis
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