lunes, 28 de junio de 2021

El Papa anima a Cáritas Italia a seguir tres caminos: los últimos, el Evangelio y la creatividad

Fuente:  RD/Aica

26.06.2021

 

El Papa Francisco saluda a los niños de algunos voluntarios de Cáritas Italia

 

"Si no somos capaces de mirar a los ojos a los pobres, no haremos nada"

 

Francisco recibió ese sábado a una delegación de Cáritas Italiana en el aula Paulo VI que celebra 50 años de fundación. El pontífice subrayó el largo camino de compromisos y obras que Cáritas a lo largo de estos cincuenta años y los animó a “ampliar la mirada, partiendo de los ojos del pobre que tengo delante”. 

Al saludar a los representantes de las 218 agencias diocesanas de Cáritas italiana el Santo Padre les dijo: “me complace compartir con ustedes este Jubileo, ¡su quincuagésimo año de vida! Son una parte viva de la Iglesia, son "nuestra Caritas", como le gustaba decir a San Pablo VI, el Papa que la quiso y la estableció”.

“Celebrar los 50 años es un momento “para agradecer al Señor el camino recorrido y renovar, con su ayuda, el impulso y los compromisos”, indicó el pontífice.

Francisco indicó al organismo caritativo de la Iglesia italiana tres caminos por los que continuar el viaje.

El primer camino, afirmó el Papa es el de los más frágiles e indefensos. “Si no empiezan con ellos, no entienden nada. La caridad es la misericordia que busca a los más débiles, que llega a las fronteras más difíciles para liberar a las personas de la esclavitud que las oprime y hacerlas protagonistas de su propia vida”.

 

El camino de los últimos

El Papa animó a los delegados de las Cáritas a “ampliar la mirada, pero partiendo de los ojos del pobre que tengo delante. Ahí es donde se aprende. Si no somos capaces de mirar a los ojos a los pobres, de mirarlos a los ojos, de tocarlos con un abrazo, con una mano, no haremos nada”

Es con sus ojos que tenemos que mirar la realidad, porque mirando los ojos de los pobres miramos la realidad de una manera diferente a la que está en nuestra mentalidad. 

La historia no se mira desde la perspectiva de los vencedores, no, que la hacen parecer bella y perfecta, sino desde la perspectiva de los pobres, porque es la perspectiva de Jesús. 

Son los pobres los que ponen el dedo en la llaga de nuestras contradicciones y perturban sanamente nuestra conciencia, invitándonos a cambiar. Y cuando nuestro corazón, nuestra conciencia, mirando a los pobres, a la gente pobre, no se inquieta, se detiene -debemos detenernos-: algo no está funcionando”.

 

El camino del Evangelio

El segundo camino es el camino del Evangelio, que es “el estilo del amor humilde, concreto, pero no vistoso, que se propone, pero no se impone. Es el estilo del amor gratuito, que no busca recompensas. Es el estilo de la disponibilidad y del servicio, a imitación de Jesús que se hizo nuestro servidor”.

Francisco los animó a tener una caridad “inclusiva”, que se ocupe de la integralidad de la persona: “una caridad espiritual, material e intelectual”.

El Evangelio, explicó el Papa, nos muestra que Jesús está presente en cada persona pobre. “Es bueno que lo recordemos para liberarnos de la tentación, siempre recurrente, de la autorreferencialidad eclesiástica y ser una Iglesia de ternura y cercanía, donde los pobres son bendecidos, donde la misión está en el centro, donde la alegría nace del servicio”. Los textos de las Bienaventuranzas nos permiten ver la condición de los pobres y del Juicio Final la presencia de Jesús “en los pobres de todos los tiempos”.

 

El camino de la creatividad

El tercer camino es la vía de la creatividad, afirmó Francisco. “La rica experiencia de estos cincuenta años no es un bagaje de cosas que hay que repetir; es la base sobre la que hay que construir para aplicar de manera constante lo que San Juan Pablo II llamaba la imaginación de la caridad, subrayó.

No se desanime por el creciente número de nuevos pobres y nuevos pobres, exhortó el Santo Padre. Continúen cultivando sueños de fraternidad y siendo signos de esperanza. Contra el virus del pesimismo, vacúnate compartiendo la alegría de ser una gran familia. En este clima fraterno, el Espíritu Santo, creador y creador, propondrá nuevas ideas, adecuadas a los tiempos que vivimos”.

Por último, Francisco dedicó palabras de agradecimiento a los trabajadores, a los sacerdotes y a los voluntarios: “¡Gracias también porque con motivo de la pandemia la red Cáritas intensificó su presencia y alivió la soledad, el sufrimiento y las necesidades de muchos!”. 

Igualmente, el Papa agradeció el trabajo de los voluntarios, de los jóvenes, a quienes Cáritas ayuda “a descubrir el sentido del don, para que prueben el buen sabor de redescubrirse a sí mismos dedicando su tiempo a los demás. De este modo, la propia Cáritas seguirá siendo joven y creativa, mantendrá una mirada sencilla y directa, que se dirige sin miedo hacia el Arriba y hacia el otro, como hacen los niños”.

 

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