“¡Sí, el Vaticano está en Italia!"

Fuente:   La Croix International

Loup Besmond de Senneville

Ciudad del Vaticano

21/06/2021

 

La Curia Romana sigue siendo fundamentalmente una organización italiana

 

 

La escena tiene lugar a poca distancia del río Tíber, en un palacio romano del siglo XVI que alberga una embajada extranjera en la Santa Sede.

La presencia policial inusualmente importante alrededor del Palazzo Borromeo en esta calurosa tarde es una señal de que algo importante está en marcha.

De repente, la ministra del Interior de Italia, Luciana Lamorgese, entra en el patio. Esta es, de hecho, la embajada de Italia en el Vaticano.

La ministra está aquí para una reunión especial sobre migrantes.

Muchos embajadores estarán presentes. También lo hará el cardenal Gualtiero Bassetti, jefe de la Conferencia Episcopal Italiana, y presidente de la Comunidad de Sant'Egidio.

Este grupo dirigido por laicos ha estado abogando durante años por la creación de corredores humanitarios entre ciertos países en guerra y la vieja Europa.

Se trata de invitados de "alto nivel", como se suele decir en los círculos diplomáticos. Vienen a esta embajada al menos dos veces por semana para reuniones que tienen como objetivo mantener un diálogo constante entre los altos funcionarios de la Iglesia Católica y la sociedad italiana.

Si parece haber un número excesivo de vínculos entre Italia y el Vaticano, es porque el Bel Paese ocupa un lugar especial en la Curia Romana.

La cultura y el idioma del país siguen apuntalando el funcionamiento de la curia.

"¡Sí, el Vaticano está en Italia!", se ríe un prelado de la parte norte de la península.

Los no italianos que trabajan en el Vaticano describen la inmersión cultural italiana a la que uno debe adaptarse, incluso más allá del uso de la lengua.

"Hay una mezcla de cultura informal y formalidad excesiva", dice uno.

Explica que si bien todos los correos electrónicos deben imprimirse, numerarse y archivarse, a veces es una tarea que se retrasa al encontrarse con un contacto aleatorio en la Plaza de San Pedro.

"Todo se hace a última hora", añade otro. "No tienes otra opción: o te adaptas o te vas".