Atentado a una procesión en París: lo que sabemos

Fuente:   La Croix

Por:   Youna Rivallain

01/06/2021

 
 

El ataque, sábado 29 de mayo, de peregrinos celebrando la memoria de religiosos asesinados durante la Comuna conmovió a muchos católicos. El arzobispo de París, Michel Aupetit, reaccionó con fuerza y la diócesis decidió presentar una queja.

 

 

El sábado 29 de mayo, durante una marcha en memoria de los mártires religiosos de la Comuna de París, los peregrinos fueron atacados violentamente por activistas de extrema izquierda

 

 

¿Qué ha pasado?

Sábado, 29 de mayo, la diócesis y varias parroquias parisinas habían dado cita a los peregrinos en la plaza de la Roquette (11^E borough), para llegar a Notre-Dame-des-Otages (20^E arrondissement), con el fin de seguir el camino de los religiosos encarcelados y luego linchados en 1871 rue Haxo , lugar de la antigua prisión. La procesión fue parte de una semana de oración y conferencias en el 150 aniversario de los mártires de la Comuna.

La "marcha de los mártires" fue objeto, en un primer momento, de bromas por parte de los transeúntes, tales como: "A muerte al Versallés", o: "Abajo con la gorra". Los peregrinos fueron atacados, posteriormente, de manera violenta por simpatizantes de la Comuna cercana a la extrema izquierda, que salían de una reunión en una librería. Lanzaron botellas de vidrio a los peregrinos, los golpearon y los amenazaron de muerte. Dos policías que habían sido movilizados por la prefectura, se vieron rápidamente superados, pidiendo refuerzos.

 

¿Cuáles hasido las reacciones?

La Diócesis de París presentó una denuncia. Su arzobispo, Michel Aupetit, habló en una tribuna publicada el martes en Le Figaro. Recuerda el carácter espiritual de la procesión, cuyo propósito era honrar a los mártires. "La violencia indiscriminada que estos peregrinos han sufrido a manos de los 'antifa' es absolutamente inaceptable en un estado de derecho", dijo, abogando por el derecho de los católicos a ser tratados "en pie de igualdad con otras religiones en cuanto a la protección de las personas, y el derecho a expresar nuestra fe en la esfera pública".

Comparando el ambiente violento que rodeó a los hechos que tuvieron lugar el sábado 29 de mayo al que prevalecía durante el linchamiento de los mártires de la rue Haxo, el arzobispo de París llamó a los católicos a no tomar represalias, citando a San Pedro cuando habla de Cristo: "Insultado, no insultó, en el sufrimiento, no amenazó, sino que se entregó a Aquel que juzga con justicia".

El ministro del Interior, Gérald Darmanin, reaccionó en Twitter, dando a los católicos su apoyo: "La libertad de religión debe poder ejercerse con total serenidad en nuestro país. Mi solidaridad para los católicos de Francia. Por su parte, los organizadores expresaron su enfado a La Croix. "No fue una marcha para celebrar la victoria de un bando contra otro, ni una justificación de la política del gobierno de Thiers, mucho menos un apoyo al pueblo de Versalles", dijo Hubert G., uno de los organizadores de la procesión. "Queríamos celebrar la memoria de los sacerdotes y seminaristas fusilados, especialmente la del Padre Planchat".

 

¿Era previsible esta violencia?

Karine Dalle, jefa de comunicaciones de la diócesis, y el padre Stéphane Mayor, párroco de Notre-Dame-des-Otages, expresan su asombro. Si bien la sensibilidad del tema es previsible, nadie espera tal nivel de violencia. El folleto que presenta la semana de oración por los mártires se había publicado en grupos de Facebook antifascistas y anarquistas del barrio. Los individuos también habían entrado en la Basílica del Sagrado Corazón de Montmartre, considerada un símbolo anticomunista. "Conscientes de estos elementos, habíamos advertido a la jefatura de policía que, obviamente, subestimaba los riesgos", dijo Karine Dalle.