El lunes 29 de mayo, el Vaticano publicó un documento sobre las redes sociales, en el que reflexiona sobre la presencia en línea de los católicos. Los autores se muestran preocupados por la "comunicación polémica y superficial" de algunos sacerdotes y obispos.
Fuente: La Croix
Por Loup Besmond de Senneville
desde Roma
30/05/2023
Por Rawpixel.com. @Adobe Stock
La cuestión es antigua y, por definición, nunca está cerrada. El lunes 29 de mayo, el Vaticano publicó un nuevo documento sobre el significado de la presencia cristiana en Internet, proponiendo "una reflexión pastoral sobre el compromiso con las redes sociales". Firmado por los dos responsables del dicasterio para la comunicación, Paolo Ruffini y mons. Lucio Ruiz, el documento de veinte páginas, titulado "Hacia una presencia total", examina en particular la noción cristiana de "prójimo" en el mundo digital.
"¿Quién es mi 'prójimo' en las redes sociales?", reza el documento, que reúne una amplia gama de temas. El texto parece tomar nota de los cambios provocados por la injerencia de la tecnología digital en todos los aspectos de la vida humana, mientras que Internet ha sido reducido durante mucho tiempo por el Vaticano a un simple "continente" a evangelizar. Pero esta vez, Roma parece ir más allá de esta interpretación simplista.
"La vida de cada persona nos concierne"
"El 'prójimo' de las redes sociales es muy claramente la persona con la que mantenemos vínculos", añade el texto, presentado por Paolo Ruffini como "una reflexión teológica y pastoral". "Nuestro prójimo es también, muy a menudo, la persona que no podemos ver, bien porque las plataformas nos impiden verla, bien porque simplemente no está", escriben los autores del nuevo documento.
"Reconocer al 'prójimo' digital significa reconocer que la vida de cada persona nos concierne, incluso cuando su presencia (o ausencia) está mediada por medios digitales", prosigue el Vaticano.
Es en nombre de esta adaptación digital de la definición de "prójimo" que los autores de este documento apelan a la responsabilidad de los católicos presentes en las redes sociales. "Cuando grupos que se presentan como 'católicos' utilizan su presencia en las redes sociales para fomentar la división, no se comportan como debería hacerlo una comunidad cristiana", afirman los autores del documento.
"Hay muchos perfiles o cuentas en las redes sociales que anuncian contenidos religiosos, pero no participan fielmente en una dinámica relacional", advierten los autores del texto. "Las interacciones hostiles y las palabras violentas y degradantes, sobre todo en el contexto de compartir contenidos cristianos, gritan desde la pantalla y contradicen el propio Evangelio".
"El problema de la comunicación polémica y superficial y, por tanto, fuente de división, es especialmente preocupante cuando emana de los líderes de la Iglesia: obispos, pastores y eminentes líderes laicos", se preocupan los autores del documento. "No solo provocan divisiones en el seno de la comunidad, sino que además autorizan y legitiman que otros promuevan este tipo de comunicación".
Los "encuentros" y la "conversión" frente a la "trampa del clic"
El dicasterio de comunicación pide que se abandonen las "trampas del clic" y las "actitudes hostiles" para crear verdaderas oportunidades de "encuentro" y "conversión", sobre todo cuando se trata de "temas aparentemente conflictivos". Por tanto, los católicos deben preguntarse cómo pueden implicarse para "corregir un entorno digital tóxico".
El documento del Vaticano también da algunos consejos sobre cómo responder a la controversia. "Los cristianos debemos ser conocidos por nuestra disposición a escuchar, a discernir antes de actuar, a tratar a todos con respeto, a reaccionar con una pregunta más que con un juicio", dice. El documento recomienda que, siguiendo el Evangelio, "guardemos silencio en lugar de suscitar controversia, y seamos 'rápidos para oír, lentos para hablar, lentos a la ira'".
Testigos cristianos e influyentes
El documento, solicitado en la última asamblea plenaria del dicasterio en noviembre de 2022, llama a la movilización de todos los católicos en una aproximación más bien confiada al mundo digital.
También favorece el modelo de "testigos", como los "influencers cristianos" en las redes sociales, muy lejos de todas las estrategias de respuesta que se han hecho omnipresentes en el mundo de la comunicación política en los últimos años. Esta línea de razonamiento es coherente con el principio de que la verdad siempre saldrá a la luz al final, como ha afirmado el "ministro de comunicación" del papa, Paolo Ruffini, al ser preguntado por la proliferación en Internet de imágenes "falsas". "Los hombres y las mujeres de este mundo -respondió- siempre preferirán las cosas verdaderas a las falsas. Estoy seguro de ello".
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