Consejo del cardenal Meisner al Papa
Mateo Matzuzzi
El purpurado de Colonia desvela en la radio el contenido de una conversación privada con Bergoglio: “explíquese mejor”.
El día de Navidad ha
cumplido ochenta años (celebrados con la irrupción de una activista de Femen en
topless en la catedral de Colonia mientras estaba celebrando misa) y, “como muy
tarde, hacia finales de febrero” dejará, después de veinticinco años, la guía
de la gran diócesis de Renania septentrional. Sin embargo, antes de despedirse,
el cardenal Joachim Meisner ha querido llamar
la atención a su directo superior, el Papa, por implicarse demasiado en las
disputas con el mundo.
No lo ha hecho en la prensa o por carta entregada en Santa
Marta, sino personalmente. Un encuentro cara a cara “en el que he podido hablar
libremente
con el Santo Padre de muchas cosas”, ha declarado Meisner a la radio pública alemana.
con el Santo Padre de muchas cosas”, ha declarado Meisner a la radio pública alemana.
Le he dicho “que su
manera de pronunciarse en forma de breves entrevistas y cortas declaraciones
deja muchas preguntas sin respuesta, que deberían ser explicadas de modo mucho
más amplio”.
Francisco, ha añadido el purpurado, “se ha sorprendido y me ha pedido
que le pusiera algún ejemplo. Yo le he hablado de lo que dijo en el viaje de
vuelta en el avión de Río a Roma”. Un punto particularmente complicado: las
frases sobre la readmisión a los sacramentos de los divorciados vueltos a casar,
empezando por su participación en la comunión.
Además, hablar demasiado
de misericordia es peligroso: “se corre el peligro de tapar con esta palabra
todas los fallos humanos”. En este punto, siempre según la versión del
arzobispo de Colonia, el Papa “ha contestado de manera muy enérgica que él es hijo de la iglesia y que no ha hecho
otra cosa que confirmar las enseñanzas de la iglesia”.
La misericordia, ha aclarado Francisco en el vis-a-vis con
Meisner, “tiene que corresponder a la
verdad o no puede ser definida misericordia”.
Finalmente, si hay algún problema teológico al respecto, “para
eso está la Congregación para la Doctrina de la fe”, ha añadido Bergoglio.
En definitiva, para las dudas o preguntas específicas, está monseñor
Gerhard Müller, el guardián de la ortodoxia, puesto por Joseph Ratzinger y uno
de los primeros monseñores de curia confirmado en su puesto por el nuevo Papa.
“Ojo con
alinearse con el espíritu del tiempo”. Meisner, en la disputa entre el prefecto del
ex Santo Oficio y sus hermanos en el episcopado alemanes como Robert Zollitsch
o Reinhard Marx, está con el primero.
Conservador y fidelísimo a Benedicto XVI, el purpurado de
ochenta años no tiene miedo a quedarse aislado: “Cuando fui al colegio en
Turingia, en la Alemania del este, era el único niño católico”, ha dicho en la
conversación radiofónica.
Y a quienes pretenden revisar las posiciones tradicionales de
la iglesia en pastoral sacramental y sobre la delicada cuestión de la
sexualidad, les aconseja tener bien abiertos los ojos: “La iglesia evangélica
se ha alineado completamente con el llamado espíritu del tiempo en materia de moral
sexual. Y ¿cuál os parece que es su situación actual? Creo que el número de las
personas que la dejan es superior al de los católicos que abandonan nuestra
iglesia. Y esto es algo que no suceda por mantener la posición de Roma sobre la
sexualidad”
La brújula debe ser siempre la enseñanza de la iglesia: “La iglesia debe ser siempre fiel a la
palabra de Dios, no a la opinión de la gente”. Si no se procede así, se
corre el riesgo de generar peligrosas tergiversaciones, hasta el punto de
sostener que el Papa ha abolido el pecado.
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