jueves, 3 de noviembre de 2011

TORRES QUEIRUGA CENSURADO EN EL IDTP DE BILBAO



         Si mis informes son ciertos, nuestro obispo, Mario Iceta, ha prohibido una intervención de Andrés Torres Queiruga en el IDTP y le ha comunicado a su director la necesidad de reconducir el instituto hacia una posición más centrada. La noticia me ha escandalizado. Que yo recuerde, desde la época de Pablo Gúrpide es la primera vez que un obispo impide la presencia de un teólogo en nuestra diócesis.


         Andrés Torres es de largo el teólogo más importante en lengua gallega y uno de los más valiosos en lengua castellana tras el concilio Vaticano II. De múltiples formas la comunidad teológica internacional ha reconocido su magisterio. Nadie que conozca medianamente la producción teológica de los últimos cincuenta años podrá dejar de reconocer y admirar su rigor y su finura intelectual a la hora de recuperar (y recrear) la tradición cristiana en diálogo con la cultura actual. Nadie que quiera hoy pensar cristianamente el problema del mal y abordar sin fundamentalismos la cuestión de la teodicea debiera ignorar sus valiosas aportaciones. Prohibir su presencia entre nosotros solo puede ser fruto del error, de la ignorancia o de la falta de libertad para desoír las recomendaciones que seguramente proceden de la cúpula episcopal española. La otra hipótesis, la del pensamiento intolerante, prefiero no tenerla en consideración.

         Con ocasión de esta censura, quiero manifestar públicamente que me produce estupor comprobar la facilidad con la que algunos obispos españoles confunden su teología legítima con la fe de la Iglesia. El servicio a la comunión eclesial ha de evitar esta equivocación.

         En cuanto a la indicación episcopal de reconducir el Instituto a una posición más centrada, solamente un par de consideraciones:

a)    Desgraciadamente el viejo debate que mantuvimos con algunos miembros del gobierno diocesano (y adjuntos) sobre la autonomía de IDTP tenía “el gato encerrado” de la censura, como presumíamos. Es lo que tiene la condición humana del poder cuando no se controla democráticamente y/o no funciona el principio de subsidiariedad.

b) La inteligencia espacial es una virtud muy necesaria para el ejercicio del servicio a la comunión en la Iglesia: cuando un obispo confunde el centro con la derecha, irremediablemente deja fuera de la comunión a un grupo importante de miembros de la comunidad cristiana.

F. Javier Vitoria

1 comentario:

  1. Borja Vivanco (borjavivanco@euskalnet.net)3 de noviembre de 2011, 22:03

    Llevo, desde adolescente, leyendo y también disfrutando de la elocuencia de Javier Vitoria. Es más, hace menos de cuarenta y ocho horas me dio de comulgar, en misa de una en su parroquia. Y hace un año me invitó amablemente a su casa. Pero mi conciencia me dicta escribir las siguientes líneas, con todo el respeto:

    1.- D. Mario Iceta es, quizá, el único obispo español que se ha sentado a debatir públicamente, en una mesa redonda, con teólogos que han sido amonestados por la propia CEE. Yo asistí a una debate entre Iceta y Marciano Vidal en la Universidad de Deusto y consta que, hace unas semanas, se organizó otro debate en Pamplona en el que Iceta participó junto a Juan Masià, SJ.

    2.- Tal y como Xabier Picaza ha reconocido públicamente, sacerdote secularizado y que -según cuenta- se sintió obligado a abandonar la cátedra en la Pontificia de Salamanca por presiones de la CEE, el obispo Iceta le ha invitado "a su casa a compartir mesa y mantel".

    3.- Me niego a creer, por lo tanto, que Iceta vete o censure la presencia de Torres Queiruga en la diócesis de Bilbao o en el IDTP. Es imposible. Otra cosa es que Iceta haya mostrado su desacuerdo con el papel predominanete que el IDTP haya tenido previsto conceder a Torres Queiruga, frente a otros posibles formadores o teólogos.

    4.- Javier Vitoria participó en una mesa redonda, hace un año, en el IDTP junto a otros dos ponentes, para celebrar los 60 años de la diócesis. Tal ponencia está en la web del IDTP y se puede visualizar libremente. Los otros dos ponentes eran una concejala de la "catolicísima" Izquierda Unida y un conocido sindicalista cristiano que además participó en la fundación de Euskal Herritarrok con Arnaldo Otegi, hace dos lustros. Como puede verse, lo más "representativo de la diócesis". Sin embargo, en tales jornadas del IDTP no fue invitado ningún miembro de las familias eclesiales más numerosas de la diócesis, para celebrar los 60 años: Opus Dei, neocatecumenales, cofradías penitenciales,... Incomprensiblemente, tampoco fue invitado la memoria histórica viva de esta diócesis, como es un caballero cristiano llamado José Angel Ubieta. Tampoco participó ningún religioso o religiosa.

    Yo estuve presente como oyente, disfruté (como siempre) del verbo brillante de Vitoria y de su envidiable y lúcida inteligencia. Aprendí mucho de su ponencia, pero hizo afirmaciones muy graves que aún están por demostrar:
    -"En el obispado instituimos una guardia de corps, para que Blázquez, cuando llegó, no pusiera esto patas arriba. Pero Blázquez no tiene talante para poner nada patas arriba".
    -"En esta diócesis lanzamos un ordago: Quisimos que a Unzueta le hicieran obispo".

    4.- Según Juan José Tamayo ha confesado públicamente, presidente de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, el obispo de San Sebastián vetó su presencia en la diócesis de San Sebastián como ponente. Y el obispo que Tamayo citó no fue José Ignacio Munilla, sino Juan María Uriarte. Ocurrió algo así como un lustro.

    Es necesario seguir trabajando por una diócesis plural, "semper reformanda", en donde todos quepamos, que evolucione y viva cohesionada con la Iglesia Universal, de acuerdo al Concilio Vaticano II y siempre al servicio de los más pobres.

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