martes, 2 de julio de 2024

Lula: “Como ha dicho el papa Francisco, no hay democracia con hambre, ni desarrollo con pobreza, ni justicia cuando hay desigualdad”

“La negación de la política deja un vacío que llenan los aventureros que difunden mentiras y odio”, advirtió el presidente Lula en la OIT, en alusión a la ola reaccionaria que recorre el planeta

Fuente:    Noticias Obreras

Por    Abraham Canales

14/06/2024

 

Con una brillante intervención, interrumpida en varias ocasiones por los aplausos, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, clausuró la jornada inaugural de la Coalición Mundial para la Justicia Social, de la que es copresidente, junto con el director general de la OIT, Gilbert Houngbo.

Ante los delegados de gobiernos, trabajadores y empresarios en la 112ª Conferencia Internacional del Trabajo, Lula destacó la crucial necesidad de una acción compartida para enfrentar los desafíos globales actuales. El presidente brasileño, recordó que ya había pronunciado su primer discurso como jefe de Estado en esta misma asamblea en 2003, volviendo “a la OIT con la esperanza renovada en la actuación conjunta de gobiernos, trabajadores y empresarios para superar tiempos adversos”, afirmó Lula al iniciar su discurso.

Lula describió un panorama global marcado por la desigual recuperación tras la pandemia de COVID-19, nuevas tensiones geopolíticas, transiciones energética y digital, y el impacto devastador del cambio climático. “2,4 mil millones de trabajadores se ven directamente afectados por el calor excesivo“, aseveró, subrayando la urgencia de abordar todas estas situaciones con un enfoque integral y solidario, en el que juega un papel determinante la OIT y su estructura tripartita “es aún más importante hoy en día que cuando se creó. Nunca antes la justicia social había sido tan crucial para la humanidad”, afirmó.

 

El trabajo, fuente de dignidad

Lula evocó la Declaración de Filadelfia de 1944, que consagra el trabajo como una fuente de dignidad y no como una mercancía. En este sentido, insistió que “el bienestar de cada uno depende del bienestar de todos”, y recordó citando al papa Francisco que “no hay democracia con hambre, ni desarrollo con pobreza, ni justicia cuando hay desigualdad“.

El líder brasileño recalcó la necesidad de acelerar los esfuerzos para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 8, de la Agenda 203, que aboga por Trabajo Decente para Todos. En este contexto, valoró que la nueva Coalición Mundial para la Justicia Social, será fundamental “para construir una transición con justicia social, trabajo decente e igualdad”.

El presidente citó los modestos avances en la reducción de la tasa de desempleo global, que se espera descienda del 5% al 4,9% en los próximos años, para, acto seguido, advertir que “la informalidad, la precarización y la pobreza son persistentes”, señalando que 215 millones de personas viven en pobreza extrema a pesar de tener empleo. En su análisis, abordó las desigualdades de género, raza, orientación sexual y origen geográfico, subrayando que las mujeres siguen siendo uno de los eslabones más vulnerables del mundo del trabajo. “La máxima ‘a igual trabajo, igual salario’ sigue siendo una utopía”, lamentó, destacando que más de 500 millones de mujeres están fuera de la población activa debido a responsabilidades familiares desigualmente repartidas.

 

La lucha de los trabajadores disciplinó y democratizó las innovaciones tecnológicas

El exsindicalista también disertó sobre la importancia de las innovaciones tecnológicas en el avance de la humanidad, recordando que las revoluciones industriales anteriores ampliaron los horizontes gracias a la lucha de los trabajadores que disciplinaron y democratizaron su uso. “La inteligencia artificial transformará radicalmente nuestro modo de vida. Tendremos que esforzarnos para que sus beneficios lleguen a todos y no solo a los mismos países que siempre se llevan la mejor parte”, afirmó.

El presidente advirtió que si no se gestionan adecuadamente, las nuevas tecnologías podrían reforzar los sesgos y las jerarquías geopolíticas, culturales, sociales y de género. Lula subrayó que un tercio de la población mundial aún no está conectada a Internet y que una parte aún mayor no disfruta de una conectividad significativa. Además, la diversidad lingüística no está adecuadamente representada en el entorno digital y el poder informático está desigualmente distribuido. “Su insumo esencial son nuestros datos, nuestra atención y nuestro tiempo, y se lo disputan ferozmente un puñado de empresas. Ningún país puede resolver por sí solo los dilemas que afectan a toda la sociedad internacional”, sentenció Lula, llamando a una colaboración global.

 

Paz y democracia: pilares para la justicia social

El presidente brasileño enfatizó la necesidad de paz y democracia para alcanzar la justicia social. Citando conflictos actuales como los de Ucrania y Gaza, Lula denunció la irracionalidad del gasto en armamento, que alcanzó los 2,4 billones de dólares en 2023. “El mundo necesita paz y prosperidad, no guerra”, sentenció.

Lula también subrayó la importancia de la democracia y la participación social en la conquista de los derechos laborales, criticando los ataques a la democracia que históricamente han llevado a la pérdida de derechos. “La negación de la política deja un vacío que llenan los aventureros que difunden mentiras y odio. La impugnación del orden vigente no puede ser privilegio de la extrema derecha”, advirtió en alusión a la ola reaccionaria que recorre el planeta. Emplazando a que “la bandera antihegemónica debe ser reivindicada por los sectores populares progresistas y democráticos. Recuperar el papel del Estado como planificador del desarrollo es una tarea urgente. La mano invisible del mercado no hace sino agravar las desigualdades”.

El líder brasileño abogó por una nueva globalización con rostro humano, centrada en la justicia social y la lucha contra la desigualdad. En este sentido, anunció que Brasil, en su próxima presidencia del G20, impulsará la propuesta de un impuesto global para los superricos, señalando que la concentración de la renta es tan absurda que algunos individuos tienen sus propios programas espaciales mientras el planeta sufre las consecuencias del cambio climático. “No necesitamos buscar soluciones en Marte. Es la Tierra la que necesita nuestros cuidados”, dijo.

El presidente Lula concluyó su discurso reafirmando su compromiso con un futuro en el que “vamos a sembrar justicia y cosechar la paz que el mundo tanto necesita”.

 

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