lunes, 2 de octubre de 2023

José Antonio Marina: "Estamos educando generaciones éticamente ignorantes y por tanto irresponsables"

El filósofo cree que el acoso escolar y el bullying se puede prevenir, pero vivimos en una situación de desidia colectiva. "Somos una sociedad de enorme escepticismo ético que piensa que todo puede arreglarse con educación emocional", afirma

Fuente:   Voz Pópuli

Por   Borja Negrete

30/09/2023


El filósofo José Antonio Marina / Foto de Archivo.

Los filósofos son una especie en peligro de extinción. Vivo síntoma de una sociedad que se hace cada vez menos preguntas porque cree tener las respuestas. Una mera ilusión, como se puede palpar en un tiempo sin brújula moral y sin horizonte trascendental, una era del vacío donde no se escucha a los sabios. El utilitarismo de nuestros días ha espachurrado a las grandes preguntas, esas que, aunque sin respuesta, merecen reflexión. Esta semana, hemos sido testigos de un hecho que merece la atención de la filosofía, una meditación en profundidad sobre el devenir de la educación en España y nuestros jóvenes.

Un alumno de 14 años ha apuñalado a sus dos compañeros en el instituto público Elena García Armada, de Jerez de la Frontera. El agresor, en este caso, había sido siempre el agredido. Este joven con Asperger recibía un bullying brutal por parte de varios alumnos de la escuela. Fuentes del entorno han llegado a explicar a este diario que le llegaron a arrojar agua por encima. También le quitaban la comida, se la tiraban y le insultaban. "He explotado. Ya no podía más", repetía una y otra vez en el momento de ser detenido por la Policía Nacional.

Vozpópuli ha contactado con el filósofo José Antonio Marina para que exponga sus reflexiones sobre el clima escolar de nuestro país, el bullying, la violencia y la deshumanización de nuestra sociedad. Marina cree que "las aulas son un reflejo de la sociedad. Y la sociedad se ha vuelto agresiva por factores psicológicos y sociológicos, pero también éticos".

El acosos escolar es una lacra de nuestros colegios, y los profesores acusan a la Dirección de los centros y a la Administración pública de hacer "oídos sordos" cuando alumnos problemáticos agreden a compañeros y maestros. "Desde la Dirección y/o Administración Educativa se hacen oídos sordos a los problemas y no se aplica o se aplica parcialmente la normativa en vigor, sin darse cuenta del perjuicio irreparable que se le ocasiona al profesor, que ante la desautorización que recibe de padres y superiores, acaba intentando sobrellevar lo mejor posible la situación, soportando situaciones que en nada benefician ni al proceso educativo, ni a él o a los propios alumnos", explica el informe elaborado por el Defensor del Profesor (ANPE).

Según José Antonio Marina, "el problema de la violencia, sea escolar, familiar, doméstica o de género es un fenómeno que tiene causas y manifestaciones muy diferentes, cada una de las cuales debe tener un tratamiento diferente. Meter a todos en el mismo saco hace que las medidas no funcionen, como estamos viendo en la violencia de género. Desde hace treinta años tenemos el problema del acoso escolar. En los noventa publiqué mi primer protocolo para reducirlo primero y eliminarlo después de las escuelas. No se hizo nada, y el problema se cronificó, lo que significa acostumbrarnos a convivir con él sin tomar medidas serias. Pero lo que hizo es aumentar. Sufrimos una desidia para resolver los problemas".

El filósofo, que ha escrito numerosas obras sobre pedagogía y enseñanza, cree que los casos de bullying se pueden prevenir. "Sabemos lo que hay que hacer, pero no se hace", asevera. Este estado de desidia colectiva que denuncia Marina también aplica en las agresiones que reciben los profesores: "Forma parte del mismo problema. La sociedad solo se acuerda de Santa Bárbara cuando truena, cada vez que aparece un hecho dramático nos estremecemos, y después se nos olvida".

Los últimos datos del Defensor del Profesor ponen de manifiesto que uno de cada cuatro es faltado al respeto por los alumnos. El mismo porcentaje afirma tener problemas para dar clase y recibe acusaciones falsas por parte de los padres.

José Antonio Marina considera que esta falta de respeto a nuestros maestros es sintomático de nuestra sociedad: "Todas las instituciones han perdido prestigio y, por lo tanto, autoridad. La escuela también. Y la familia, y las iglesias, y los políticos, los sindicatos y, por supuesto, los filósofos".

 

La muerte de la ética

En términos generales, este filósofo cree que la gran espada de Damocles que se cierne sobre nuestro tiempo es el fin de la ética. Si Nietzsche auguró la muerte de Dios, con todas sus consecuencias, Marina prevé la muerte de la ética. "Somos es una sociedad tensionada, con un enorme escepticismo ético, que piensa que todo puede arreglarse con educación emocional o con medidas legales. Estamos educando unas generaciones éticamente ignorantes, lo que significa irresponsables".

Esta muerte de la ética no corresponde solo a un sentido figurado. La asignatura de 'ética' ha sido barrida de la educación secundaria en el plan elaborado por el Ministerio de Pilar Alegría. "Sócrates ha vuelto a ser ejecutado por pretender corromper a la juventud", decían los profesores de Filosofía que denunciaron la desaparición de esta materia.

En palabras de Fernando Savater: "Vivimos un momento donde hay un énfasis político en sustituir lo racional por lo emocional. Cada vez se tienen más en cuenta las emociones y menos la razón. Es un síntoma de los tiempos. Se trata de conseguir el bienestar emocional a través de un atajo, haciendo caso a lo que diga un profesor que en vez de ser un transmisor de conocimiento se convierte en una suerte de hipnotizador. ¿Consecuencia? Habrá niños contentos, pero idiotas".

 

 

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