martes, 17 de enero de 2012

AUSTRIA. LLAMADA A LA DESOBEDIENCIA

Las "siete tesis"
de los párrocos austriacos y
diferentes colectivos católicos.
La respuesta de los obispos

Daniela Sala, “Modello Concilio: dialogo e reforma”:
Il Regno 1111 (2011) 669
Condensó: Jesús Martínez Gordo


Prosigue el diálogo entre el episcopado austríaco y los colectivos “de base” que en junio propusieron  -mediante la “llamada a la desobediencia”, a raíz de la “Iniciativa de los párrocos”- una praxis abiertamente diferente de la disciplina vigente en la Iglesia Católica en lo tocante a cuestiones muy sentidas en Austria –aunque no sólo en aquel país-, tales como la comunión a los divorciados vueltos a casar, la abolición del celibato obligatorio para los sacerdotes, la promoción de los laicos debidamente formados para predicar en las eucaristías, la ordenación sacerdotal de las mujeres.
 
En el primer encuentro con representantes de la “Iniciativa”, en agosto, el arzobispo de Viena y presidente de la conferencia episcopal austriaca cardenal Christopher Schönborn propuso que el encuentro se fijara sobre la base de un compromiso recíproco de diálogo y de mutua implicación de todos en la reforma estructural de la diócesis y en el rediseño de las parroquias ante la falta de sacerdotes. El 12 octubre tuvo lugar un segundo encuentro entre el cardenal Schönborn y la “Iniciativa de párrocos” “en una atmósfera constructiva”. El diálogo continúa y está adquiriendo ahora un cierto contenido.

Las siete tesis.

Las “siete tesis” dadas a conocer el 6 noviembre de 2011 en Linz por la “Iniciativa de los párrocos” juntamente con las plataformas afines tales como “Nosotros somos Iglesia”, “Iniciativa de los laicos”, “Sacerdotes fuera del ministerio” y el “Consejo parroquial de Taxham”, enfatizando -como reza el título del documento –la “Preocupación por la eucaristía en la comunidad”, focalizan mucho mejor el objetivo central de la protesta-diálogo -reforma: la salvaguardia de la celebración eucarística en las parroquias, en la situación actualmente existente en Austria, en pleno siglo XXI.

Estas son las tesis:

1.- “La comunidad, que se reúne en nombre de Jesús, es la responsable de la celebración eucarística (…). Es la comunidad la que elige quién la guía y quién preside la celebración. Con el fin de salvaguardar la unidad de la Iglesia es necesario el mandato del obispo”.

2.- “Actualmente la guía y celebración de la eucaristía dependen del número de sacerdotes célibes. Es una manera de proceder equivocada. Es preciso adecuar el número de las personas que presiden la comunidad y la celebración eucarística comunitaria al número de comunidades”.

3.- “La falta de sacerdotes está siendo activada artificialmente por la Iglesia institucional por las condiciones que sobrepone para acceder al ministerio sacerdotal. Mientras centenares de sacerdotes son alejados del ministerio por haber contraído matrimonio, los sacerdotes activos son forzados a encargarse de un número siempre mayor de comunidades. Son personas a las que se pone en condiciones de no proporcionar una adecuada atención pastoral y a las que se va quemando poco a poco”.

4.-  “El celibato obligatorio es una condición particular de la Iglesia latina, de la época tardía (siglo XII). Nada impide, por tanto, recurrir a los inicios del cristianismo, cuando se confiaba a hombres y mujeres casados la guía de la comunidad y la presidencia de la celebración eucarística”.

5.- “El nuevo testamento ha abolido tanto el sacerdocio hebraico como el pagano. Jesucristo es el único sacerdote de la nueva alianza (Hebreos 9,10). Todos los fieles participan de su sacerdocio (…). Este sacerdocio viene conferido en el bautismo sin diferencia de sexo (Gal 3,28)”.

6.- “Las mujeres eran en las iglesias primitivas diaconisas (Romanos de 16,1) y apóstoles (Romanos 16,7). (…). Las limitaciones impuestas posteriormente estuvieron motivadas por  una adaptación a formas sociales patriarcales que han sido superadas en nuestra sociedad a lo largo del tiempo que ha transcurrido desde entonces hasta nuestros días. El camino hacia la ordenación de las mujeres no puede ser bloqueado mediante vetos papales a la discusión”.

7.- “Cada comunidad tiene el derecho a estar presidida. Si el obispo no cumple con su tarea de garantizarlo, las comunidad asumirán su propia responsabilidad, fundamentada en el sacerdocio universal, para que sea posible la celebración de la eucaristía como culmen, fuente y energía de la fe”

La Asamblea General de obispos, celebrada en Salzburgo del 7 al 10 noviembre, ha estudiado “algunas iniciativas austriacas, que piden insistentemente cambios en la Iglesia”, tal y como se dice en el comunicado presentado por el cardenal Schönborn el 11 noviembre en una rueda de prensa. “Obviamente, nosotros, los obispos tomamos muy en serio todas las preocupaciones referidas al presente y al futuro de la Iglesia”. Sin embargo algunas de las peticiones no están al alcance de las iglesias locales, son más bien competencia de la Iglesia universal.

Y reaccionando a las peticiones formuladas en las “siete tesis”, los obispos rechazan la eucaristía impartida sin el sacramento de la ordenación sacerdotal ya que representa “una ruptura abierta con la verdad central de nuestra fe católica. Aquí no se trata de cuestiones relativas a la organización de la Iglesia, sino de cuestiones fundamentales de la identidad católica”.

Este posicionamiento quiere decir que el episcopado austriaco entiende que el tema de la eucaristía es el elemento central en torno al cual han de redefinirse las estructuras eclesiales, pero lo hace formulando tres criterios de fondo que no se pueden transgredir.

El primero, es la vinculación con la Iglesia universal: ello quiere decir que algunas peticiones -mujeres sacerdote o celebraciones eucarísticas sin sacerdote- son imposibles de ser recibidas.

El segundo, es la referencia al concilio Vaticano II: “estamos convencidos que en él se pueden encontrar respuestas a las peticiones que se nos van formulado en la actualidad”. “La renovación de la Iglesia ha sido el gran objetivo del concilio Vaticano II. A él estamos obligados todavía hoy y en el futuro”.

El tercero, es que el debate sobre la renovación debe ser afrontado con la participación de todas las voces eclesiales en el seno de las diferentes diócesis.

Finalmente, parecen dar a entender que existe un mayor margen de maniobra sobre el comportamiento que se ha de tener con los divorciados vueltos a casar o sobre la homilía pronunciada por laicos cualificados. “Son temas discutidos en la iglesia desde hace mucho tiempo” y sobre los cuales existen “preocupaciones que todos nosotros compartimos”.

Los obispos aseguran que prosigue el diálogo con los sacerdotes sobre los temas controvertidos y con los comités de las diferentes diócesis con el fin de proceder a la renovación de la Iglesia.

En lo que toca al celibato de los sacerdotes, el cardenal Schönborn ha precisado en la rueda de prensa que una disciplina diferente de la actual podría ser posible en algunos sitios si se decidiera en tal sentido a nivel de la Iglesia universal.
Por lo que se puede ver, el episcopado austríaco no tiene intención de elevar estas peticiones a Roma. 

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