domingo, 29 de mayo de 2011
LA DIGNIDAD DE LA INDIGNACION
Escribo estas líneas como ciudadano y creyente.
Vivía con perplejidad y un cierto sentimiento de abatimiento el desarrollo de la crisis y las respuestas que los poderes e instituciones públicas estaban dando a la situación creada por ella -simples parches, pomadas que ocultan la perversa raíz que esta en el fondo de esta crisis.
Vivía con una sensación de impotencia y rabia contenida el silencio cómplice de mi Iglesia -salvo algunas voces aisladas como la de nuestros obispos en su carta pastoral de Cuaresma, voces por cierto ignoradas socialmente-, incapaz de denunciar lo que hay detrás de esta crisis, mediante la simple aplicación de su propia Doctrina Social, en la acertada aseveración de Juan Pablo II, en su encíclica Solicitudo Rei Socialis: “La propiedad privada tiene una hipoteca social”
Vivía con una profunda decepción por la incapacidad o pasividad con que los ciudadanos respondíamos ante esta realidad.
Y, por fin, por la ventana he recibido una bocanada de aire fresco. Los ciudadanos de este país no hemos perdido la dignidad e indignados queremos plantarnos y denunciar la perversidad del sistema, exigiendo una democracia real ya, que haga que otro mundo sea posible.
El movimiento del 15 de Mayo no es movimiento, principalmente, contra la política y los políticos -salvo por la ineptitud de estos de dar respuestas eficaces a la situación creada-. Va mucho más allá. Es una denuncia del sistema económico de mercado libre, un sistema perverso que nos ha conducido a esta crisis, tan perverso que son los ciudadanos de a pie que tienen que pagar sus consecuencias. Ello queda manifiesto en algunos de los lemas escritos en las pancartas del movimiento: “Poco pan para mucho chorizo”, “Más pan y menos circo”…
y… ahora ¿qué va pasar? No lo se. Se lo que ha pasado y, para mi, es motivo de esperanza. La ciudadanía ha demostrado que tiene dignidad y no esta dispuesta a tragar los dogmas de los adoradores del Dios Mamón y de sus sacerdotes -las instituciones publicas y políticos- que le rinden pleitesía y quieren que los demás paguemos sus desmanes y orgías. ¿Qué va a pasar? No lo se. La ciudadanía, que aún conserva dignidad, ha hablado. Esta harta de estar esclavizada por los faraones que detentan el dinero y manipulan el sistema financiero.
¿Qué va pasar? No lo se. Depende de la reacción de aquellos que tienen en sus manos tomar las decisiones para cambiar un sistema económico y financiero perverso que no acepta asumir que tiene una hipoteca social.
La ciudadanía ha hablado y estoy seguro que nadie va a callar su voz. Lo que va pasar ahora depende de que se le escuche o no
Ahora me vuelvo a sentir orgulloso de ser ciudadano y de ser humano. Hemos recuperado la dignidad, mostrando nuestra indignación ante la realidad perversa que pretende darnos mal por bien
José María Delclaux
Para mejor comprender el movimiento del 15M, la Delegación de Pastoral Social ofrece las siguientes referencias:
“Indignaos” de STEPHEN HESSEL. Ed. Destino. Barcelona 2011
“Reacciona” VV.AA.. Ed Aguilar. Madrid 2011
“Manifiesto de los economistas aterrados”. Ed. Barataria. 2011
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