viernes, 20 de mayo de 2011

TEOLOGÍA AFRICANA, DIÁLOGO, ROMA...

(Recibido para su publicación en el blog de BAF/FCB)

EL VICARIO GENERAL DE LA DIOCESIS DE S. LOUIS EN SENEGAL ASISTE A LAS JORNADAS DE TEOLOGÍA AFRICANA EN GRAN CANARIA

"En África hay que hablar de reparación para llegar a la liberación del pueblo"
LAURA GALLEGO

Cuando acudió a impartir su conferencia en las jornadas de Teología Africana que organizó el Aula Manuel Alemán, el Vicario General de la diócesis de Saint Louis, Jean Luis Abbé Coly, mediador en el diálogo con el Islam en Senegal, vestía traje negro y el tradicional alzacuellos que identifica a los sacerdotes católicos. Cuando nos recibe al día siguiente en la casa pastoral donde se aloja en la isla canaria donde ha permanecido unos días, lo hace con una camiseta gris, con el logo impreso de una competición náutica, y un crucifijo al cuello. Es su aspecto de diario.


A pesar del cargo -ha sido el más joven en alcanzar el rango de Vicario General en su país, también fue siempre el número uno en sus estudios, en Senegal primero y Roma después- Abeé se define como alguien muy cercano al pueblo. Cree de hecho que eso es lo que tuvieron en cuenta a la hora de elegirle, y asegura que “hacen falta curas humildes que entiendan a la gente, que convivan con la comunidad”. Esa es la cara de la Iglesia africana que él representa: la que proclama el fracaso de los misioneros y reivindica el derecho del pueblo a liberarse de la opresión. Aunque fiel también a los dictados de Roma.

Pregunta: Las jornadas giran en torno a la teología africana, y uno se pregunta, de entrada ¿Porqué existe una teología africana? ¿En qué medida ha sido necesario adaptar la teología a la identidad africana, hasta el punto de dar lugar a una corriente propia?

Respuesta: Surge con la Conferencia de Berlín, digamos que es entonces cuando deciden tomar en cuenta la realidad africana; hasta entonces los misioneros se movían en base a la idea de que los africanos no tenían cultura, a pesar de que hablamos ahora de que África es la madre de todo. Pero mientras lo hicieron así, los africanos no se adaptaron a su mensaje. Existía la creencia en distintas divinidades cuando llegaron, y quisieron imponer un mensaje sin tener eso en cuenta, hacer tabla rasa, eliminar todo lo anterior. Y eso no es posible, es mejor plantearlo como una evolución, sin rechazar nada. Así sí se puede llegar hasta el mensaje de Cristo, y en este sentido, la teología africana tiene en cuenta desde las lenguas propias, a la simbología...

Lo cierto es que el cristianismo, inicialmente, surgió en el norte de África, pero regresó con los misioneros y usted mismo dijo en su conferencia que ese modelo fracasó ¿Cuánto daño le ha hecho a la Iglesia el haber desembarcado entonces de la mano de los colonos?

Es verdad que el cristianismo llegó de nuevo con la colonización, y fracasó porque los misioneros tenían un comportamiento contradictorio: llegaron con el mensaje de Cristo en una mano, y el martillo en la otra. Apoyaron la esclavitud, y eso, desde luego, no benefició en absoluto la imagen de la Iglesia católica entre los africanos. Hoy en día quizás hay alguna muestra todavía de esa alianza con el neocolonialismo....los musulmanes suelen acusarnos de ser nosotros, los católicos, los que permitimos o facilitamos el acceso de la mentalidad europea, y a veces se oponen a alguno de nuestros proyectos porque dicen que van en contra de la forma de vida africana. Quiero decir que todavía pesa en el imaginario colectivo, pero también es cierto que esas reacciones son cada vez menos frecuentes. Yo creo que la Iglesia católica está cada vez más adaptada a la vida social africana, es verdad que somos más abiertos a la cultura extranjera, sí, y que hay regiones donde la tradición es muy fuerte...pero la evangelización avanza.

Y en un continente de mayoría musulmana, y en cualquier caso, plurireligioso ¿La palabra evangelización tiene otra connotación? ¿Usted se plantea su misión como la de convertir a las personas?

En África hay una diferencia respecto a lo que entendemos por evangelizar. Desde luego un sacerdote negro es aceptado más rápidamente, con los europeos hay más reservas iniciales. Pero al margen de eso, creo que, como decía el Obispo de Saint Louis, estamos en una zona musulmana y nuestra tarea no es bautizar, sino dar a conocer el Evangelio, explicarlo y conseguir que sea entendido en su plenitud. Y eso es posible porque hay muchos colegios de la iglesia católica que permiten a todo el mundo formase y son los que mejores resultados tienen en Senegal, y eso es un paso hacia el entendimiento; también está el trabajo de Cáritas.

Ese diálogo es precisamente su cometido en Senegal, es el mediador de la Iglesia católica con el Islam. ¿Cómo definiría esa relación en su país?

Habría que distinguir entre el norte y el sur. En el Sur no es un problema ni siquiera que un musulmán se convierta al catolicismo, fue el caso de mi padre, cambió su fe de pequeño, pero sus hermanos siguieron siendo musulmanes, y en mi ordenación, los de esta religión eran mayoría, y ayudaron en todo lo que pudieron. En el centro de la región hay incluso un cementerio mixto. El problema está en el Norte, por la influencia de los marabú. Tienen un enorme poder, la gente les escucha y dirigen incluso la gestión de la propia tierra. Para ellos es sagrada y todo lo que venga a instalarse de fuera no se entiende. A los católicos nos ven como gente que no cree en nada, y en ocasiones hay reacciones negativas a los proyectos de la Iglesia. Un funeral es un problema, una conversión es una decepción para la familia, a veces tienen que mudarse de pueblo incluso. Y un enterramiento, no lo permiten.
Pero dicho esto, yo creo que en general hay una buena convivencia, y prueba de ellos es que los católicos, por ejemplo, tienen nombres musulmanes. Y cuando hay un evento muy importante, los responsables musulmanes y católicos se reúnen para acordar una declaración común; o si ven un atisbo de corrupción o dictadura en el Estado, igual, se reúnen para poner en marcha acciones conjuntas y lanzar un mensaje común.

África tiene una Teología de la Liberación original, menos conocida en Occidente que la de Latinoamérica pero que, en cualquier caso, es igual de pertinente en cuanto a pueblos oprimidos. ¿Comparte usted esa corriente?

La postura de la Iglesia en África es a favor de la liberación del pueblo; hay que tener en cuenta la historia del continente, el peso de la negritud y la esclavitud, y hablar de reparación para llegar a la liberación. Sobre todo si hablamos de los colonizadores, porque nos quitaron nuestros valores antropológicos para imponernos otra visión, y hay que empezar por aceptar que los africanos tienen valores. Los misioneros no tienen necesidad de enseñarles eso, y a partir de que esté eso claro podemos iniciar un intercambio teológico, un diálogo internacional. Pero eso es lo que promulga la Teología de la Liberación y lo comparto, claro.

¿Y qué similitudes hay entre ambas? La Teología de la Liberación africana ¿está próxima al marxismo, como la de Latinoamérica? ¿Qué plantea respecto al uso de las armas para defender al pueblo de la opresión?

Ha habido algunos teólogos que han tomado esa tendencia pero Roma ha reaccionado rápidamente. La africana es original pero tiene semejanzas, claro, con la americana porque ambos son pueblos oprimidos. Pero no llega por ejemplo a defender la empuñadura de un arma, en ese sentido considera que es el pueblo el que decide.

¿Y si hablamos de revolución pacífica? ¿Qué opina de las recientes revueltas en países como Túnez o Egipto?

Es la zona del Magreb, es mayoría musulmana. Uno podía pensar hasta hace poco que todo estaba bien, pero al rebelarse hemos tomado conciencia de lo que estaban sufriendo, de la manipulación de la que eran objeto...pero no es asunto de la religión, es el pueblo el protagonista. No obstante, en Senegal la comunicación de la Iglesia es muy fuerte, y tomando en cuenta eso el Cardenal del país ha publicado una carta sobre la situación del Magreb en la que rechaza la dictadura en África y especialmente lo que pasa en Senegal.

¿Lo ve usted con buenos ojos entonces? Como bien dice, en Senegal también se han producido conatos de rebelión del movimiento estudiantil, o en relación a los cortes de luz....

Es lógico que, si la gente padece esos cortes de luz constantes y tan problemáticos, y no se les ofrece ninguna explicación, acabe por rebelarse en contra de ello. En Senegal hay pobreza pero también posibilidades de salir de ella, el problema es que el Gobierno no está facilitando el acceso de los productos a las zonas más aisladas. Todo está en la ciudad, los pueblos no existen para el Gobierno, de hecho la zona sur es una de las más fructuosas pero el Gobierno se lleva todo al Norte y eso ha suscitado un movimiento de rebelión contra el gobierno denominado MFDC. Han cogido las armas para luchar contra ese expolio que les impide su desarrollo.

Volvamos a la Iglesia. ¿Qué peso cree que tienen los africanos dentro de la jerarquía eclesiástica?

Yo creo que cada vez la Iglesia africana está más y mejor considerada en el Vaticano. Cada vez hay más conferencias o sínodos específicos sobre el continente, y de hecho estoy convencido de que el futuro de la Iglesia está en África, el propio Papa realiza viajes cada vez con más frecuencia, hay muchos africanos en Roma; mi profesor de teología, por ejemplo, ahora es delegado del Papa en la India. Desde Pablo VI cada Papa ha ido tomando más y más en cuenta la realidad africana y abordando temas cada vez más sensibles.

Fíjese que en Europa muchos acusan a la Iglesia de estar muy lejos precisamente de la realidad africana, de no comprenderla. Sucede con su postura, por ejemplo, respecto al uso del preservativo. Hay quien cree que difundir ese mensaje en África es muy irresponsable....

Roma comprende, eso no es así. En Roma hay informes diarios de todo lo que sucede en África, están al tanto y conocen la realidad africana.

Bueno, es que dicen que África es el continente con más vocaciones religiosas, en ese sentido desde luego es el futuro de la Iglesia. En Europa se relaciona el descenso de vocaciones con el crecimiento de la educación y del desarrollo ¿cómo lo ve?

Es la realidad, si, pero es así porque en Europa ya no hay un respeto por la religión , yo no creo que tenga que ver con un mayor desarrollo económico, sino con un cambio en la educación familiar, que es distinto. En África la práctica religiosa está mucho más arraigada. Lo que se vive en África es la fe como debería vivirse. Por ejemplo, para ser religioso hay una formación muy larga y con muchas normas. Los religiosos son como modelos de lo que debería ser el ser humano, están mucho más cerca de la comunidad que aquí. En Occidente uno puede decir que no cree en Dios, pero en África no, lo mirarían raro porque allí el principio de todo es Dios. Aquí también se puede decir que uno es católico no practicante, y eso no se concibe en África, desde el momento en que uno es católico no existe practicante o no practicante, eso no existe allí.

Quizás sea mérito también de quienes componen la Iglesia en África, si están más cerca de la gente, como usted dice....

La Iglesia desde luego tiene que estar cerca del pueblo, para mi es fundamental y así lo vivo; creo que quizás es lo que tomaron en cuenta a la hora de nombrarme vicario general. Es una gran responsabilidad, pero la entiendo desde la convivencia plena con mi comunidad. Hay que tener curas humildes que entiendan a la gente.

Por último, más que por la reciente beatificación de Juan Pablo II en sí, me gustaría saber su opinión sobre la asistencia a la misma del dictador de Zimbabue, Robert Mugabe, invitado por el Vaticano....no parece un apoyo a ese pueblo oprimido por parte de Roma...

Roma es además de todo, un gran ente diplomático. Allí están los mejores. No sé responderle cuáles son los motivos que hay detrás de esa invitación, pero estoy convencido de que están justificados. 

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