viernes, 14 de enero de 2011

ROUCO Y CAMINO - CAMINO Y ROUCO

13 de enero de 2011.- Hoy se ha celebrado el primer Comité Ejecutivo de 2011, el que preparará la Comisión Permanente de febrero, que a su vez administrará el orden del día de la Asamblea Plenaria de marzo. La Plenaria que habrá de configurar la cúpula de la Iglesia española para los próximos tres años.

Todos saben que el cardenal Rouco es el principal candidato para repetir mandato, y convertirse en el personaje que más tiempo ha liderado la Casa de la Iglesia. También, que cumple 75 años en agosto, y que quiere mantener el control absoluto al menos hasta que Benedicto XVI llegue, por esas fechas, a Madrid para clausurar la Jornada Mundial de la Juventud. No hay campaña electoral, no se ilusionen: a día de hoy, nadie se atreve a disputarle el poder a Rouco Varela.


Los que podrían, saben que les queda tiempo y que no conduce a ninguna parte enfrentarse con el cardenal. Eso no quiere decir que la continuidad del arzobispo de Madrid esté absolutamente asegurada. Pues más que el poder nominal, a Rouco lo que le interesa es el control absoluto. Y eso, como se demostró en el trienio 2005-2008 (con Blázquez como presidente) se puede hacer desde la sombra. Ahí es donde entra Martínez Camino.

En las últimas semanas, ha vuelto con fuerza el rumor -que adelantamos aquí hace meses- sobre la posibilidad de que el obispo auxiliar de Madrid diera el salto a otra diócesis. Se habla mucho de Sigüenza-Guadalajara, con distintos apuntes (desde un "castigo" a Sánchez hasta la cercanía a Madrid). Camino sabe que su destino, en buena medida, va ligado al del cardenal, y que si éste no le "coloca" en un buen lugar antes de jubilarse, su carrera eclesiástica está acabada. Pocos obispos tragan al "jesuita", y él lo sabe. Y es inteligente.

Precisamente, una de las claves que marcarán las elecciones de marzo van hacia el único que cargo que, en principio, no está sujeto a renovación: la secretaría general tiene cinco años de mandato, y Camino apenas lleva tres. Eso sí: él mismo ya sugirió hace tiempo que no concluiría su segunda legislatura como secretario general y portavoz. Rouco no quiere problemas a lo largo de este año, y busca dejar su impronta en el próximo plan pastoral de la Iglesia española. Y una cosa es ganar las elecciones de calle (podría hacerlo, y más sin un candidato opositor revelado), y otra mantener el control.

Camino podría ser el "sacrificado", elevado (ya saben, patada hacia arriba) a la titularidad de una diócesis y, con esa excusa, renunciar a su puesto en la Casa de la Iglesia. Y, ahí, colocar a una persona de comunión entre los propios obispos. Que no siempre la tienen.

Veremos qué sucede en las próximas semanas. Pero no descuiden la posibilidad de que el próximo portavoz de la Conferencia Episcopal no sea también secretario general. Es más: puede que no sea ni sacerdote.
Tomado de iglesiaactualidad

4 comentarios:

  1. La fuente no es exacta.

    El autor es Jesús Bastante y el texto original llamado "El 'factor Camino'" está aqui: http://blogs.periodistadigital.com/elbaronrampante.php/2011/01/13/el-factor-camino-

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  2. La verdad es que en este foro....para ser de curas.....se habla de todo menos de Dios.

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  3. Hago este mensaje de tipo general en este postpor ser el último publicado:


    Visto lo publicado hasta el día de hoy por este foro y a través de este medio, en un par de meses mas o menos de andadura, escribo para decir que me está resultando ciertamente decepcionante.

    El análisis que hago de la vida en nuestra diócesis, en nuestras comunidades, es, como seguro que compartís, el de la lejanía de las personas al mensaje del evangelio. Nuestros conocidos han sido bautizados y muchos bautizan a sus hijos. Han recibido la Eucaristía y también acuden a una parroquia para casarse. Sin embargo, desconocen el rostro de Cristo.
    Esta llamada al anuncio del evangelio y anuncio de Cristo es tarea de hoy y siempre y desde luego una labor de gran urgencia ahora y aquí entre nosotros.
    Es por eso que afirmo que lo que aquí me vengo encontrando me llena un poco más si cabe de perplejidad. Porque lejos de mandar un mensaje y una propuesta clara de acción y reflexión para construir nuestras comunidades, os veo enredados en peleas y a veces en simple demagogia. En buscar y enfocar al "quien será el mayor entre nosotros" y quien debe mandar. Aludir sin sentido a ciertas nacionalidades para defender algún tipo de doxa, en construir una trinchera y en hablar muchas veces más de vosotros y de lo que os dicen, en ocasiones con mensajes desubicados que no se sabe ni a qué se refieren.

    Es por esto que mi petición, señores curas, es que si tienen algo que aportar a la construcción de espacios de evangelización, celebración y fraternidad en la Iglesia en Bizkaia, lo hagan pronto, y a ser posible dentro del IV PDE, que es nuestro gran proyecto que así lo reclama. Es emocionante pensar como Cristo os miró un día a los ojos y os llamó por vuestro nombre, y ahora estáis aquí y habéis consagrado vuestra vida a El y a los hermanos. Necesitamos vuestra ayuda más que nunca, por la experiencia, vuestra dedicación y vuestro conocimiento, porque sois sacerdotes y sois vosotros, creyentes y cristianos.
    ¿Cómo hacemos esto?
    Por favor, que no sea construyendo una nueva trinchera. No abandonemos nunca la oración personal y comunitaria. Pidamos siempre al Espíritu Santo que nos guíe. Tengamos siempre todos como praxis la humildad, y tengamos presente a Jesucristo como Camino, Verdad y Vida.

    Respecto a vuestro documento fundacional, hacéis referencia Vaticano II. No acabo de entender por qué se interpreta que la Iglesia actual reniega de el. El magisterio lo cita actualmente y tiene a sus documentos como referentes. Véase por ejemplo el tamaño de los índices de citas en el Catecismo, el compendio de la doctrina social o las encíclicas más recientes.

    Un saludo

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  4. Visto lo publicado hasta el día de hoy por este foro y a través de este medio, en un par de meses mas o menos de andadura, escribo para decir que me está resultando ciertamente decepcionante.

    El análisis que hago de la vida en nuestra diócesis, en nuestras comunidades, es, como seguro que compartís, el de la lejanía de las personas al mensaje del evangelio. Nuestros conocidos han sido bautizados y muchos bautizan a sus hijos. Han recibido la Eucaristía y también acuden a una parroquia para casarse. Sin embargo, desconocen el rostro de Cristo.
    Esta llamada al anuncio del evangelio y anuncio de Cristo es tarea de hoy y siempre y desde luego una labor de gran urgencia ahora y aquí entre nosotros.
    Es por eso que afirmo que lo que aquí me vengo encontrando me llena un poco más si cabe de perplejidad. Porque lejos de mandar un mensaje y una propuesta clara de acción y reflexión para construir nuestras comunidades, os veo enredados en peleas y a veces en simple demagogia. En buscar y enfocar al "quien será el mayor entre nosotros" y quien debe mandar. Aludir sin sentido a ciertas nacionalidades para defender algún tipo de doxa, en construir una trinchera y en hablar muchas veces más de vosotros y de lo que os dicen, en ocasiones con mensajes desubicados que no se sabe ni a qué se refieren.

    Es por esto que mi petición, señores curas, es que si tienen algo que aportar a la construcción de espacios de evangelización, celebración y fraternidad en la Iglesia en Bizkaia, lo hagan pronto, y a ser posible dentro del IV PDE, que es nuestro gran proyecto que así lo reclama. Es emocionante pensar como Cristo os miró un día a los ojos y os llamó por vuestro nombre, y ahora estáis aquí y habéis consagrado vuestra vida a El y a los hermanos. Necesitamos vuestra ayuda más que nunca, por la experiencia, vuestra dedicación y vuestro conocimiento, porque sois sacerdotes y sois vosotros, creyentes y cristianos.
    ¿Cómo hacemos esto?
    Por favor, que no sea construyendo una nueva trinchera. No abandonemos nunca la oración personal y comunitaria. Pidamos siempre al Espíritu Santo que nos guíe. Tengamos siempre todos como praxis la humildad, y tengamos presente a Jesucristo como Camino, Verdad y Vida.

    Respecto a vuestro documento fundacional, hacéis referencia Vaticano II. No acabo de entender por qué se interpreta que la Iglesia actual reniega de el. El magisterio lo cita actualmente y tiene a sus documentos como referentes. Véase por ejemplo el tamaño de los índices de citas en el Catecismo, el compendio de la doctrina social o las encíclicas más recientes.

    Un saludo

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